PARÍS 2024

¿Por qué Manaudou, posible abanderado galo en París 2024, saca el ventilador contra el deporte francés?

El campeón olímpico ha criticado con dureza la política deportiva de su país, a 9 meses de los Juegos, en la televisión pública francesa.

Las obras a contrarreloj de París antes de los JJOO de verano de 2024. /REUTERS
Las obras a contrarreloj de París antes de los JJOO de verano de 2024. REUTERS
Elia Montoya

Elia Montoya

"Emmanuel Macron puede hacer lo que quiera, pero no cambiará nada, porque este no es un país para hacer deporte". Esta dura sentencia la ha comentado nada más y nada menos que un campeón olímpico en pleno prime time de la televisión pública gala. Florent Manaudou, plusmarquista en la disciplina de natación, se ha sincerado sin ningún tipo de miedo sobre toda su vida deportiva y la difícil situación de su país de cara a los próximos Juegos Olímpicos.

"Ganaremos medallas, y seguramente más que en Tokio, pero pusimos las cosas en marcha hace dos años. Para prepararse para los Juegos Olímpicos hay que hacerlo con 10 o 12 años de antelación". Como el propio nadador apunta, países como Gran Bretaña o Japón apostaron por preparar a los deportistas con mucho tiempo previo, ayudándoles en sus entrenamientos y apostando desde la cantera. "No podemos duplicar el número de medallas sólo porque hemos implementado las cosas en los últimos dos años".

Aunque el presidente del comité organizador de estos Juegos, Tony Estanguet, aseguró durante el verano que el presupuesto operativo está bajo control y los acuerdos de colaboración con patrocinadores privados son los mejores de la historia para un evento deportivo celebrado en Francia, el proyecto 'Élite' puede que no salga como lo planificado. Este programa de la Agencia Nacional del Deporte (ANS) reparte 500 millones de euros entre potenciales medallistas que hayan conseguido grandes resultados deportivos en los últimos dos años, coincidiendo con la post-pandemia.

Esto supone que su apuesta está dedicada a esa 'excelencia única', a dar mucho a muy pocos en un plazo de consideración muy corto en el tiempo. Así se pone en manifiesto que el apoyo al deporte no es tan grande como podría parecer de un país organizador. Un ejemplo es cómo a nivel estatal se han reducido las lecciones de Educación Física de 4 a 2 horas. "No estamos diciendo que queremos ser la mejor nación utilizando estos medios porque no es posible", declara un Manaudou que ya comenzó en el mundo del deporte profesional desde bien pequeño. Sabe de lo que habla y lo hace sin miedo a arriesgarse y seguir sus instintos.

De hecho, Manaudou dio un vuelco a su vida deportiva al retirarse temporalmente de la natación tras ser campeón olímpico en Londres. Su salud mental era lo más importante, así que lo dejó todo y se apuntó a un equipo de la 4ª división de balonmano, la pasión de su infancia. "Si me dices que elija entre una medalla de oro y la depresión, elijo ser feliz porque no me importan los premios. Si mañana me dicen que voy a ser campeón con el PSG, pero estaré deprimido durante 3 años, no firmaré", Quería ser feliz y libre. Y lo consiguió.

Pero años después, con París 2024 en el horizonte y con el objetivo de competir en unos Juegos en su país, decide volver al agua e intentar estar de nuevo en la cima del deporte. Uno de sus sueños es poder ser el abanderado olímpico y ya es embajador del relevo de la antorcha paralímpica. No lo tiene tan lejos.

Radiografía del deporte francés actual

Pero para saber cómo está realmente el deporte en Francia, hay que analizar los resultados de los últimos campeonatos internacionales. No podemos comenzar con otro que no sea la natación, la especialidad de Manaudou y que tantas medallas olímpicas ha dado a los franceses. Actualmente está pasando por un momento de altibajos. Mientras que tienen en su delegación a la que muchos consideran la futura estrella de los Juegos, León Marchand o también conocido por ser el récordman que ha conseguido arrebatarle la única plusmarca que le quedaba a Michael Phelps, los recientes resultados de las competiciones más importantes no confirman la buena salud de la natación francesa.

En el Mundial de Fukuoka 2023, aparte de León con sus tres oros, solamente el velocista Maxime Grousset (2 bronces y un oro), el veterano Gary Hunt de high diving y el dúo masculino de saltadores de 3 metros sincronizados con un bronce respectivamente han conseguidos medallas. España estuvo a punto de superar a su país vecino, ya que se quedó justo en una posición por debajo en el medallero.

La única francesa que se acercó al podio fue Anastasiia Kirpichnikova. Pero lo más curioso de todo es que hasta unos meses antes del campeonato no tenía ni la nacionalidad gala. La nadadora nacida en Rusia pudo competir en la disciplina de aguas abiertas y en el 1500 metros libres gracias a una carta avalada por la World Aquatics tras examinar todos los documentos entregados por la federación francesa para su reconocimiento como deportista de pleno derecho.

Si repasamos todas las modalidades de atletismo, el otro gran deporte de los Juegos Olímpicos, también vemos un 'déficit' de resultados según las autoridades prometían. En el último Mundial celebrado en Budapest a finales de agosto, solo consiguieron una única medalla: la plata del relevo 4x400 metros.

A pesar de que en deportes como el balonmano y el fútbol masculino, ciclismo, esgrima o baloncesto presentan muy buenas apuestas, llegar al objetivo de 80 medallas que se propusieron al inicio del ciclo olímpico es muy complicado. 

Hasta el Río Sena tiene problemas

No solo preocupa el estado de los deportistas, sino el de las propias instalaciones. O, mejor dicho, su 'pasarela' en la ceremonia de inauguración. Si se sigue lo planeado, el Río Sena acogerá a cientos de barcos con todas las delegaciones que desfilarán por su cauce presentándose al mundo entero desde la nueva Villa Olímpica y pasando por monumentos tan emblemáticos como la Torre Eiffel o el Puente de las Artes con sus miles de candados colgados.

A pesar de que esta innovadora idea puede ser muy llamativa y aplaudida, hay algunos deportistas que no entienden cómo van a permitir esta idea. Los nadadores de aguas abiertas tendrán que competir apenas unos días después en esas aguas, pero ya hay pruebas de que probablemente estén contaminadas. Si ya durante 100 años ha estado prohibido el baño, las cancelaciones de competiciones en los últimos meses por la alta concentración de la bacteria E. Coli no dan mucha seguridad a los deportistas.

Apenas unos meses para la cita olímpica y los contratiempos parecen acumularse. Pero los franceses confían en poder remendar sus errores y celebrar los mejores Juegos Olímpicos de su historia. Habrá que confiar.