NATACIÓN ARTÍSTICA

Así es Andrea Fuentes, la nueva seleccionadora de España y la defensora de Anna Tarrés: "No vamos como cuadrúpedos felices..."

La icónica nadadora española vuelve como seleccionadora de España tras seis años en Estados Unidos.

Andrea posando como seleccionadora de Estados Unidos /Andrea Fuentes
Andrea posando como seleccionadora de Estados Unidos Andrea Fuentes
Quim Bilbeny
Alberto Martínez

Quim Bilbeny y Alberto Martínez

Que Andrea Fuentes sea la nueva seleccionadora española de natación artística no es ninguna sorpresa. Estaba escrito en el destino de la tarraconense, uno de los mayores talentos que ha dado el deporte español, tenaz como pocas, con ese punto de 'locura' y persistencia que le hace convertir en realidad los imposibles. Ya lo hizo como nadadora, cuando pasó de ser una joven pieza del equipo de Anna Tarrés a ser el dúo de Gemma Mengual en Pekín 2008 o solista tras la retirada de la pionera, o como entrenadora en Estados Unidos, capaz de que el equipo se colgase una plata olímpica cuando hace seis años apenas aparecían en el escalafón mundial.

La llegada de Andrea Fuentes, propiciada por el desgaste de siete años excelente con Mayuko Fujiki, contagia a una Selección que también sufrirá cierta renovación con la retirada de alguna de sus veteranas. Fuentes es coherente con su personalidad, una mezcla del vulcanismo de Tarrés, innovando desde el ingenio, y también con esa sensibilidad y empatía que ha demostrado en Estados Unidos en casos como el de Anita Álvarez, la nadadora a la que rescató en los Mundiales de 2022, o con Bill May, a quien lo incluyó en la rutina de equipo en Doha 2024 y estuvo a punto de incluirlo en los Juegos de París: "Lo pasé muy mal, con él no hubiéramos ganado medalla. Tuve que tomar esa decisión".

Después de Mayu, España gana una entrenadora diferente, más pasional, y que ha demostrado ser una de las referentes con coreografías únicas como el 'Moonwalker' con el que maravilló en París. "Lo mío son las coreografías, componerlas, pensarlas", explicaba recientemente a Relevo. España encuentra una seleccionadora que llega con experiencia, que empieza de cero y que debe llevar a la natación artística a Los Ángeles a pelear de tú a tú con China, la dominadora con dos oros en los últimos Juegos.

Andrea Fuentes confiesa el dilema personal que vivió con la convocatoria de Bill May. M.N. / RELEVO

Andrea Fuentes nació en Valls (Tarragona) en 1983, pero pronto se trasladó con su familia a Barcelona. Allí descubrió la sincro gracias a una profesora y ella y su hermana Tina, que falleció de cáncer cuando apenas tenía 34 años, se apuntaron al Kalliopolis. Allí conocieron ese deporte y todo lo que conlleva: sus sacrificios, sus apneas y sus sueños. En 1999 y con tan solo 16 años, Andrea llegó a la Selección, junto a su hermana. Tina, un año menor que Andrea, estuvo en el equipo hasta 2007 y se quedó a las puertas de los Juegos Olímpicos de Pekín.

Época dorada y su prematura retirada

En 2007 se comprometió a formar el dúo con Gemma Mengual, a cambio de Paola Tirados. Andrea, una persona guerrera, atrevida y decidida, aceptó el reto porque no tiene miedo a nada. En Pekín fue una pieza clave en el equipo de Tarrés. Aquellos Juegos Olímpicos fueron el inicio de la época dorada. Andrea se colgó dos platas en 2008.

En 2010 fue solista tras la maternidad de Mengual y en 2012 hizo de madrina de Ona Carbonell en los apasionantes Juegos de Londres. En total, se colgaron la plata en el dúo y el bronce en equipos. Con esas dos medallas sumó cuatro en su palmarés, convirtiéndose, junto a Mireia Belmonte y Arancha Sánchez-Vicario, en la deportista española más laureada en la historia del olimpismo.

El final de la carrera de Fuentes llegó en enero de 2013 en medio de la polémica. El septiembre anterior, el presidente Fernando Carpena había anunciado la no renovación de Anna Tarrés. Fue un seísmo cuando, además, un grupo de exnadadoras publicó una carta en la que denunciaba el abuso de poder y los malos tratos de la barcelonesa, que llevaba en el cargo desde 1995. La sincro fue el epicentro de la prensa rosa. El CAR de Sant Cugat se llenó de reporteros. Y se anunció la contratación de Esther Jaumà para conseguir "el oro" y ganar a Rusia.

Andrea Fuentes, tras tres meses de trabajo, decidió colgar el bañador. Sorprendió a todos. Tenía 29 años, y era un icono. Dijo que ya no estaba preparada para competir, había perdido la motivación, y defendió a Tarrés: "Somos libres y estamos aquí. En quince años de trabajo duro no vamos a pretender que sea un camino de rosas, y que vamos como cuadrúpedos felices. Estamos en un deporte de elite, que no es para todos. Ha sido duro y lo será a partir de ahora, pero con nuestro consentimiento, no con maltratadores empujándonos al vacío". La imagen en los Juegos diciendo "es la mejor" y señalando a Tarrés fue una de las más virales en París. Alejada de la sincro, Fuentes formó una familia con su marido Víctor, exgimnasta y quien se encarga de las acrobacias, y se despegó de su deporte hasta que volvió a encontrar su camino.

De bombera a seleccionadora

"Mi misión en la vida es ser bombera. No soporto que se queme un bosque, siempre sufro cuando los veo. Un equipo de bomberos es como el deporte: organización, sacrificio, compromiso, confianza y todo por una buena causa. Me hará sentir útil", reconoció Fuentes en una entrevista hace unos años a As. Así es cómo se visualizaba Andrea antes de concluir su carrera como entrenadora.

Sin embargo, tras su prematura retirada, siguió ligada a la natación sincronizada como entrenadora. Andrea se fue a vivir a Baleares, donde formó una familia hasta que en 2018 hizo las maletas a Estados Unidos para ser la nueva seleccionadora del equipo nacional. Andrea ha conseguido en este corto periodo de tiempo devolver a Estados Unidos a la lucha por las medallas. En los pasados Juegos, su equipo consiguió la plata y también subió al podio en los últimos Mundiales de Doha.

"Podríamos volver a entrenar en clubes, sí, pero no es lo mismo, tenemos el alto rendimiento en la sangre, y yo quiero ir a los Juegos Olímpicos, porque estoy hecha para ello. No quiero cerrar nunca la puerta a España. El día que me quieran, allí estaré", comentó Andrea en una reciente entrevista a Relevo. Dicho y hecho. Seis años después y consagrada como una de las mejores seleccionadoras del mundo, Fuentes vuelve a España para volver a escribir su nombre en las páginas de historia de la natación española. Esta vez no como nadadora, sino como entrenadora.