MOTOCICLISMO

El padre de Jorge Lorenzo apunta la clave sobre los riesgos de los niños y las pruebas de motociclismo: "No hay filtro"

Sid Veijer, el primo del piloto de Moto3 Colin Veijer, perdió la vida hace unos días mientras entrenaba con una minimoto.

Sid Veijer, piloto de siete años. /Redes sociales
Sid Veijer, piloto de siete años. Redes sociales
Raquel Jiménez

Raquel Jiménez

"El miedo y la muerte son dos palabras que los pilotos no queremos pronunciar", una de las máximas premisas que acompaña a cualquier piloto que decide subirse por primera vez a una moto es evitar esas dos palabras, miedo y muerte. Hace cuatro días, se conoció la muerte de Sid Veijer, primo del piloto de Moto3 Colin Veijer, después de que se fuese al suelo mientras entrenaba con su minimoto en el karting cubierto en Swalmen, Limburg. Un incidente que, además de haber conmocionado nuevamente al mundo de las dos ruedas, ha vuelto a poner sobre la mesa el eterno debate acerca de la edad perfecta para que los niños se suban por primera vez a una moto, algo que lleva ocurriendo desde hace bastantes años.

Los accidentes fatales en el motociclismo han ido sucediéndose con más frecuencia de la que se desearía en los últimos tiempos. Casos como el de Marco Simoncelli, Luis Salom o los últimos jovencísimos, Hugo Millán, Andreas Pérez o Jason Dupasquier han reabierto algunos debates acerca de si cierto tipo de accidentes podrían ser evitables. "Yo era muy reacio al Supersport este. Soy muy reacio a las 300, son motos que no corren nada, pesan 200 kilos y los niños se caen, porque son niños, tienen 14 años, no controlan una moto de 200 kilos", reconocía hace apenas unas semanas Maverick Viñales a DAZN acerca de la muerte de su primo Dean Berta Viñales.

"Hay que distinguir tipos de accidentes. Hay accidentes que no se pueden evitar, simplemente es una estadística que es cuando la moto te puede caer encima o puedes chocar con la moto. Pero luego hay otros accidentes que sí se pueden evitar", comienza explicando Chicho Lorenzo, el padre de la leyenda Jorge Lorenzo, y creador de una de las escuelas más conocidas en el motociclismo a Relevo.

El caso de Sid Veijer es solo uno más de los tantos jóvenes que han perdido la vida mientras practican el deporte que aman. Veijer, como su primo -piloto del Mundial de Moto3-, estaba en el proceso de convertirse en piloto profesional. Miembro de familia ligada al motociclismo en los Países Bajos, Sid había competido en categorías inferiores, donde consiguió hacerse un pequeño hueco y convertirse en una de las promesas del motociclismo en el país vecino.

"La situación es que, en el mundo de las carreras, tú vas a una federación, te venden una licencia y con esa licencia ya puedes competir, no hay un filtro", continúa Lorenzo. "Para llevar una moto de calle hay que hacer un examen, pero para estar en un circuito con 30 pilotos, apurando en una frenada y a velocidades de 200 km/h no se necesita hacer un examen", apostillaba.

Cuando un piloto decide subirse por primera vez a una moto, lo hace conociendo todos los peligros que las bestias de dos ruedas conllevan. Desde hace unos años, a la peligrosidad que tiene una moto por el mero hecho de serlo, se han sumado los tantos avances que se han ido incorporando en las máquinas y que han aumentado notablemente la velocidad de las carreras. De hecho, sin ir más lejos, este año se ha batido el récord de velocidad prácticamente en todos los circuitos del calendario. Un debate que durante años ha estado en la palestra.

Un examen para medir las capacidades

Para tratar de remediar este tipo de situaciones, hace tres años, la organización del mundial de motociclismo cambió el límite de edad que hasta entonces había permitido a los menores llegar a competir en las categorías inferiores, como el caso de Marc Márquez en su día, y que desde hace ya algunos años obliga a los pilotos a tener la mayoría de edad para competir en el Mundial.

"Cuando debutó mi hijo tenía 15 años recién cumplidos, tenía un recorrido, un palmarés, y tenía una formación. En la misma carrera debutó un wildcard, un chico que después no llegó muy lejos. Tenía más edad, pero no tenía ni palmarés ni nada. El problema que veo yo para los accidentes evitables es que tiene que haber un filtro en el cual el piloto demuestra las habilidades de esquiva, porque la inmensa mayoría de los últimos fallecimientos en este deporte han sido atropellos", expresa.

Aunque la solución, según el padre de Jorge Lorenzo, pasa por ir más allá, encontrar la raíz del problema y poner solución. "Debería haber un examen anual para conseguir la licencia, porque es una actividad de altísimo riesgo. Se ha optado por reducir la edad de participación en el Mundial, pero realmente con esto sigue existiendo el mismo problema", concluía analizando la situación.