Los récords no paran de batirse en MotoGP y empiezan a inquietar a los pilotos
La carrera del Gran Premio de Holanda fue 30 segundos más rápida que la del año anterior.
El pasado Gran Premio de Italia en Mugello, uno de los circuitos más extremos del calendario de MotoGP, marcó inevitablemente un momento crucial. Varios pilotos terminaron exhaustos físicamente y con algunos problemas en sus antebrazos además de que estuvo a punto de batirse el récord de velocidad punta que ostentaba Brad Binder desde 2023 (366.1km/h) en este mismo circuito. Entonces, volvió a salir a la palestra uno de los temas que más preocupan a los pilotos: mayor velocidad y circuitos igual de cortos disminuyen la seguridad de los pilotos.
"Si hubiera habido una vuelta más, habría tenido que retirarme. La moto estaba nerviosa y no podía tomar las curvas ni frenar adecuadamente", reconocía entonces Aleix Espargaró, uno de los pilotos más críticos en este aspecto siempre. "Tuve un ritmo diez segundos más rápido que el año pasado y aún así estábamos 20 segundos detrás de Pecco Bagnaia (el vencedor entonces del Gran Premio de Italia NdR)", añadía.
La apuesta se subió apenas unas carreras más tarde, más concretamente en el Gran Premio de Holanda. Entonces, la carrera que volvió a tener a Pecco Bagnaia como vencedor fue 30 segundos más rápida en comparación con la del curso pasado. Y a pesar de que en el aspecto físico, Assen no suponía el mismo desgaste físico si lo hace a nivel de seguridad. El mismo circuito que debutó en 1949 -con algunos arreglos-, con el Mundial de MotoGP, pero ahora con motos más de 100 km/h más rápidas.
There was a certain Beast unleashed at Silverstone this weekend! 😎@Bestia23 sealed a perfect #BritishGP 🇬🇧 with his second victory of the weekend! 🏆🏆#MotoGP75 pic.twitter.com/PI6mbOD9rD
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) August 4, 2024
Este año, en prácticamente las diez carreras disputadas hasta la fecha se han batido los récords de los circuitos. El último, el pasado fin de semana en Silverstone donde la pole fue medio segundo más rápida que la de 2022, obra de Aleix Espargaró y con un tiempo de 1:53.303. Eso sumado al periplo de ayudas técnicas con la que los pilotos tienen que lidiar en las 30 vueltas de media que suele durar cada carrera y que, inevitablemente, encaran más riesgos que las motos de antaño.
"Hoy era importante coger una base para entender cómo funciona la electrónica, los frenos, los neumáticos, el dashboard que tiene 25.000 luces, activar los devices", reconocía Pedro Acosta tras subirse por primera vez a la MotoGP. Un símbolo del plano de adaptación al que se enfrentan los pilotos en las temidas motos que actualmente incorporan más electrónica que años anteriores.
Cambio en el reglamento
En 2027 está previsto que este aspecto se modifique con la llegada del nuevo reglamento que obligará a acotar algunos términos de motor y aerodinámicos para así evitar que MotoGP llegue a niveles de inseguridad absolutos. "Hay que recordar que las Moto3 están rodando en los tiempos de las 500cc, pero los circuitos son los mismos en los que rodaban Doohan y Crivi. Eso significa que se han quedado pequeños y que no se pueden modificar, así que hay que bajar el desarrollo", reconocía entonces Aleix Espargaró.
Aunque puede que no lo suficiente para aumentar la seguridad. "Estoy de acuerdo en quitar dispositivos, en reducir la aerodinámica, se tenían que quitar aún más cosas... que sean motos de verdad. Pero no creo que vaya a cambiar mucho en cuanto a la potencia del motor. Pienso que quizá deberían haber profundizado más en otras cosas", confesaba Pedro Acosta. Una conclusión a la que también se sumaba Marc Márquez: "En cuanto a la cilindrada no creo que se vaya a notar mucho el cambio a 850cc".