El valor sentimental de la victoria 60 de Marc Márquez: "He renunciado a mi equipo, a mis amigos aquí dentro..."
La de este fin de semana es la victoria 60 para el piloto catalán.
Circuito de Motorland (Aragón)-. "Peso dos kilos menos". 1.043 días ha necesitado Marc Márquez para volver a ser Marc Márquez en su más puro estilo, en Aragón, su circuito y en forma de killer, dominando todas las sesiones -excepto el warm up donde no ha participado-. La victoria número 60 llega en la temporada de su resurrección, tras el adiós al equipo de su vida y su nuevo comienzo con el Gresini, el que sin duda será un breve paso, pero de los más importantes de su carrera deportiva, por el componente emocional que supone querer volver a la cima. Y entonces todo cobra sentido.
Al terminar la carrera, el catalán se ha abrazado con toda la gente que ha estado en los momentos más difíciles: su padre, su novia... Pero ha habido alguien que solo ha podido leer en la mirada de Márquez lo que suponía una victoria como la de este domingo en Motorland, su madre. La persona que conoce más que nadie al piloto de Cervera y con la que inevitablemente todas las emociones se desbordaron.
"Cuando un deportista vive momentos tan bajos, lesión tras lesión, necesita ayuda. Hay profesionales y los respeto mucho, pero si un deportista tiene un entorno sano, que lo vive igual que él, que le muestra en todo momento la cara de la realidad y tienen la facilidad o sobre todo tiene la confianza de decirte la verdad en todo momento en la cara, pues esto es lo que más ayuda. Y sí, lo hemos sufrido juntos y lo celebramos juntos. Y lo he dicho y lo repito, sin ellos no hubiera sido posible", reconocía un emocionado Márquez.
El segundo equipo de su vida
En el box le esperaba su equipo, el mismo con el que decidió dejar de vestir los colores del equipo de su vida para comenzar una nueva era. Entre los culpables, Nadia Padovani, que sabe muy bien de qué se trata el volver a nacer. La mujer del añorado Fausto Gresini decidió continuar con el proyecto que durante años alimentó al ex piloto y que actualmente ha vuelto a devolver la sonrisa al ilerdense. "Esta victoria tiene valor diferente y pesa, porque he renunciado mucho. He renunciado a mi equipo, he renunciado al equipo de mi vida, a mis amigos aquí dentro y lo he luchado", resumía.
La renuncia en forma de familia, la deportiva, pero al final familia. Al otro lado estaba el Repsol Honda que pese a haber perdido al que durante años fue su piloto estrella quiso formar parte de la celebración del octacampeón a través de un mensaje por redes sociales en modo de felicitación. "Sé que están felices", reconocía el catalán visiblemente emocionado.
"Hay momentos que lógicamente convivir con dolor no es lo más agradable, pero he podido trabajarlo, sacrificándome, acabar llegando a un nivel óptimo para competir al máximo nivel. Lógicamente toca trabajar más que los demás o más que antes. Toca tener mantenimiento, pero al final es sacrificio que estoy dispuesto a hacerlo y como he dicho, he renunciado a muchas cosas que pesan mucho en mi corazón y para intentar estar los máximos años posibles disfrutando de mi pasión", concluía.