MOTOGP | GP DE ARAGÓN

Un Marc Márquez liberado afronta con cautela la clara oportunidad de ganar el domingo

"Hay cosas que aquí sólo él puede hacer", reconoce Pecco Bagnaia después de la exhibición del español este sábado en Alcañiz.

Marc Márquez celebra la victoria de la sprint en Aragón./REUTERS
Marc Márquez celebra la victoria de la sprint en Aragón. REUTERS
Borja González

Borja González

Motorland de Aragón (Alcañiz, Teruel)-. Marc Márquez cruza la meta primero en el sprint de Aragón, la primera vez que ocupa este puesto en una prueba de MotoGP desde hace 1.042 días, aunque en las estadísticas oficiales esto sigue sin computar como un triunfo, por lo que si no lo repite mañana, llegará la semana que viene a Misano con el marcador fijo en los 1.050 días. Aunque muy pocos dudan de que esto vaya a pasar, de que este domingo no sea, por fin, el de su redención definitiva. Pero Márquez, ambicioso como pocos, tiene el miedo ese del deportista a perder lo que está rozando por algún imprevisto, porque en estos momentos esto es lo único que le aleja de su ansiado logro.

Cruza la meta y se pone de pie en su Ducati y se golpea el pecho. Zona de podio, celebraciones, medalla, espumoso, comparecencia ante las televisiones… Y mientras tanto en su box le esperan, para recibirle en un ambiente de jarana, después de que la música ya haya atronado en el camión de Gresini, inundando el paddock del Motorland de Aragón. Fiesta, baile, y cuando todo se calma, el piloto español pronuncia unas palabras para mantener la cautela de todo un fin de semana de altas expectativas, con el soufflé en el horno subiendo para llegar a su punto. "Sólo es un sprint, sólo es un sábado", les dice. "Pero por algún sitio se empieza", le replican.

"Y tienen razón", nos confiesa pasadas un par de horas desde su victoria el astro español, el piloto que continúa siendo el que mayor expectación levanta. "Se tienen que ir quemando etapas, quemando momentos, y poder hacer una pole en seco con la Ducati, hacer un sprint ligando todas las vueltas, hacía mucho, mucho… bueno, no lo había hecho nunca en un sprint, así que es un pasito más en esta evolución, y a ver si mañana máxima concentración, y podemos rematar la faena". De nuevo la cautela, para un domingo al que llega como favorito indiscutible. Sí, Pecco Bagnaia tuvo problemas de neumáticos, pero aún así no tiene problemas en reconocer que está un pasito por detrás. Como Jorge Martín. "Marc está muy fuerte aquí, y aunque le hubiese adelantado en la primera vuelta hoy, hubiera quedado segundo igual. No había opción de plantarle cara", nos reconoce el nuevo líder de MotoGP.

"Si todo es normal, sin problemas, sí, podemos tener alguna posibilidad en las primeras vueltas de molestarle un poco y ver lo que se puede hacer. Pero pienso que él, de momento, tiene algo más. Se ve claramente, puede hacer cosas que yo no, no puedo, lo he intentado, pero me caigo. Así que tenemos que hacer algo más para mañana. Hay dos o tres curvas que hace completamente diferente, sólo él puedo hacerlo, ningún otro piloto de Ducati puede hacerlo. Y es algo en lo que está marcando mucho las diferencias. En estas curvas puede tumbar mucho más, cuatro o cinco grados más, sin que le pase nada. Es algo que sólo él puede hacer", resumía Bagnaia tras su frustrante sprint, lo que confirma esa percepción de que Márquez está ante una grandísima oportunidad.

Porque, pasados más de diez años de su debut en MotoGP, con muchos rivales que se han ido, y muchos otros que han llegado, con cambios de motos y de neumáticos, con una dura lesión de por medio, continúa siendo único a la hora de interpretar ese tipo de pistas deslizantes y que sacan de sus casillas al resto. "Es uno de los puntos fuertes de mi pilotaje, siempre he sido muy explosivo, me gusta coger ese riesgo, también soy uno de los que cae más. Pero sí que es cierto que en estas condiciones en la que patina un poco más voy mejor. Uno de los puntos en los que sufro más este año es en ese empuje de la rueda delantera en la entrada en curva, que es donde he tenido todas las caídas. Y cuando hay poco grip eso no lo tengo. Entonces me permite pilotar de manera más fluida y lo interpreto mucho mejor".

Porque el Mundial llegaba a una pista nueva, y volaba; se encaraban trazados sucios o con poco agarre, como el de Termas de Río Hondo (Argentina), el de Las Américas (Estados Unidos) o el de Indianápolis (Estados Unidos); o como está pasando en estos días en Aragón, donde siempre ha sido rapidísimo. "Este año ha habido destellos. Por eso estaba y estoy tranquilo, y si mañana pasa algo, no se acaba el mundo. Una cosa es que el momento ese lo veas muy lejos, pero este año lo he sentido en entrenamientos, en vueltas, en carreras, en momentos en los que me notaba como los más rápidos o como el más rápido en pista, y esta ya es una buena señal. Por eso tampoco hay obsesión mañana de ganar o ganar. Soy el primero que se pone la auto presión, y tengo que rematar la faena. Pero si no pasa, no se acaba el mundo, y la semana que viene hay otra carrera. Así que seguiremos luchando".

Un mensaje que viene por el proceso en el que está, después de la gran decisión de su carrera, la de dejar Honda. "Me siento liberado este año por lo que había pasado, he seguido insistiendo y ya lo dije en su día y lo repito ahora: las bolas las puse encima de la mesa cuando decidí dar el cambio. Me expuse, decidí ir a la mejor moto para ver dónde estaba realmente mi potencial, y hemos visto que poco a poco me voy acercando. No es suficiente aún, pero seguiré trabajando, porque no me quiero despedir de mi carrera deportiva dentro de cuatro, cinco, dos, diez años, no se sabe, con dudas en mi cabeza, 'que si hubiera hecho esto, o lo otro'. Estoy en un momento en mi carrera deportiva en el que tengo que mirar sólo por lo deportivo, y por los intereses para conseguir los mejores resultados". ¿Y qué mejor que ganar (otra vez) una carrera de MotoGP?