MOTOGP | GP DE AUSTRIA

Sergio García paga el exceso de españoles en MotoGP y se tiene que quedar en Moto2

El líder de Moto2 pierde el pulso por una de las motos del nuevo Pramac Yamaha que será para el australiano Jack Miller.

Sergio García es el líder de Moto2./EFE/EPA/ADAM DAVIS
Sergio García es el líder de Moto2. EFE/EPA/ADAM DAVIS
Borja González

Borja González

Red Bull Ring (Austria)-. Existía la posibilidad de que se mantuviese el número de españoles en la parrilla de MotoGP 2025. En estos momentos son diez de 22, una barbaridad, casi un cincuenta por ciento. El año que viene no estará Aleix Espargaró, que se retira para pasar a ser probador de Honda, y tampoco Augusto Fernández, que está a punto de confirmar su rol en la estructura de tests de Yamaha, una manera de agarrarse a la categoría (porque podrá correr hasta seis carreras); pero entra Fermín Aldeguer y hasta hace muy poco sonaba con fuerza que diese el salto el líder de Moto2, Sergio García, e, incluso, lo ha estado peleando Alonso López.

García había tenido sobre la mesa dos propuestas, la de Trackhouse Racing Aprilia, y la de Pramac, para su nuevo periplo como segundo equipo de Yamaha. Los primeros terminaron decantándose por una segunda opción, la del japonés Ai Ogura, confirmado este mismo jueves como compañero de Raúl Fernández. Un movimiento relevante porque garantiza la presencia de un nipón en la clase reina (a falta de saber si Takaaki Nakagami mantiene su sitio en el LCR Honda o este termina en las manos del tailandés Somkiat Chantra, algo que está ganando peso), y porque evidencia el mal momento de Honda: porque Ogura era el gran proyecto de los japoneses, y ha terminado decantándose por otra fábrica dejando de lado sus sentimientos y anteponiendo su futuro profesional.

"Ogura me parece bueno, mucho. Me encanta", opinaba Espargaró, aún como 'capitano' de Aprilia. "Tiene una manera de pilotar súper agresiva. Carga mucho el tren delantero. Cuando debutó en Moto2 ya me parecía que hacía cosas distintas. Es agresivo y me gusta mucho. Me parece un fichajazo para Aprilia", añadía, en una charla en la que trató de no meterse en ningún charco y que no se interpretasen sus opiniones como ataques o críticas a otros pilotos, sino como reflexiones sobre distintas maneras de gestionar. "Me gusta mucho lo que ha hecho Aprilia con Ogura. Eso es jugártela y lo que toca. Un piloto joven, que está explotando y que nadie metía en la quiniela. Un team mánager como Brivio (NdR: Davide Brivio) coge a Ogura, así que chapeau. Eso sí que me gusta". Pero volvamos, por ahora, a la historia acerca de las posibilidades de García.

En cuanto a Pramac, su intención confesa era la de conjugar juventud y experiencia. Para la segunda pata lo habían intentado con Fabio Di Giannantonio, que finalmente decidió escoger la baza segura de seguir en Ducati, con el añadido de firmar directamente con los italianos y de pasar a contar el año que viene con una unidad 2025, una de las tres que habrá (las otras dos serán, ni más ni menos, para Marc Márquez y Pecco Bagnaia). Esto les ha llevado a firmar a Miguel Oliveira, cuyo fichaje iba a ser anunciado este fin de semana pero que se ha pospuesto, cosas de Japón, para el Gran Premio de Aragón. En el lado joven García era el elegido, aunque Fabio Quartararo, el líder de Yamaha, había puesto también sobre la mesa el nombre de Tony Arbolino.

Pero, en este caso, el pasaporte ha mandado, en un campeonato que sufre cierta angustia con la falta de nacionalidades: tenemos diez españoles de 22 pilotos, y seis italianos, lo que nos deja sólo a un par de franceses, un sudafricano, un portugués, un japonés y un australiano como excepciones. Y esto no ha ayudado a García, que ha visto cómo ese sitio pensado para un joven en Pramac va a terminar en manos de un experimentado como Jack Miller, australiano. "Las fábricas que participan en este campeonato se gastan millones para ir a las carreras y no buscan pilotos australianos o pilotos portugueses, sino pilotos rápidos, gente en cuyo trabajo puedan creer", se defendía Miller.

"Mi experiencia y mi velocidad me avalan, porque no soy lento y todavía puedo ir rápido en moto y puedo aprender mucho aún. No tengo 700 años sino sólo 29 y todavía siento motivación, algo que me ayuda. Está claro que soy diferente a los otros, seguro, porque mi carácter es diferente y soy positivo, pero te puedo asegurar que eso no ayuda a la hora de negociar. A veces es mejor ser negativo en las negociaciones", comentaba con una sonrisa. "No voy a comentar nada de eso, porque me meto en un charco y no me apetece meterme en charcos. Si te digo lo que pienso de eso y de otro que va a acabar en VR46...", nos había dicho Espargaró, que de esto viene ese charco, que terminó pisando al ser sincero y reconocer que haya pilotos que tengan demasiadas oportunidades y que tapen espacios a los jóvenes.

Hablando de Miller, y de ese de VR46 que no es otro que Franco Morbidelli, que corre con la GP24 de Ducati sin llegar al nivel de Bagnaia, Enea Bastianini y Jorge Martín, los otros tres que la llevan, pero que seguirá con la mejor moto de la parrilla en 2025, como pupilo de Rossi, algo que se confirmará en breve. Confirmado Ogura, y este viernes confirmado García en su actual sitio, en Moto2, con la escudería española MT Helmets-MSi, con Iván Ortolá como compañero, que va a ser el que cubra el puesto del japonés. Los últimos giros del mercado para una parrilla de MotoGP plagada de talento español e italiano y que busca no perder bazas que atraigan a otros países. Y, se vea como se quiera ver, lo cierto es que Miller es uno de esos valores que generan interés entre los anglosajones y que el campeonato no ha querido perder.