MOTOGP
Di Giannantonio pasa de no tener sitio en 2024 a hacerse con la mejor MotoGP para 2025
El piloto romano ha dado en pocos meses una vuelta a su carrera deportiva y tendrá la misma moto en 2025 que Bagnaia y Márquez.
Domingo 18 de octubre de 2023, Gran Premio de Indonesia. Fabio Di Giannantonio ha terminado cuarto en la carrera de MotoGP, como el mejor piloto no oficial, con una muy buena remontada. El romano había llegado a esta cita con la noticia bomba de que en 2024, con la moto que él lleva, la Ducati de Gresini Racing, va a estar nada más y nada menos que Marc Márquez. Quedan muy pocas plazas libres, y desde los primeros compases del año se da por hecho que no va a continuar en la categoría, aunque él intenta aferrarse con uñas y dientes.
"Es una pena, porque hacía falta confianza, un poco de paciencia. Hemos construido todo, casi hemos llegado y han decidido rendirse. Y hacía falta esa paciencia y confianza, y si llegaba, bien. Habría sido una historia preciosa. Pero quién sabe, qué pasará en el futuro. No quiero pensarlo demasiado", nos decía en aquel momento. Hay poca prensa española en Lombok, sólo tres medios, entre ellos Relevo, y hasta podemos mantener esta charla reivindicativa con él en español, un idioma que maneja muy bien. A partir de ahí, Diggia, como se le conoce, consigue mantener su nivel y subirlo: podio una semana después en Australia, y victoria en la penúltima cita del año, en Catar. Suficiente para garantizarse un puesto.
El italiano ficha por el equipo de Valentino Rossi, y con todos los movimientos de 2024 de cara a 2025 que tanto remueven Ducati (las marchas de Jorge Martín y Marco Bezzecchi a Aprilia, y la de Enea Bastianini a KTM) completa un triple salto mortal: de descartado a contar en la próxima campaña con una de las tres unidades de la mejor moto de la parrilla. La GP25, la misma que tendrán en la estructura oficial Pecco Bagnaia y Marc Márquez, la suya en el VR46, que tras la marcha de Pramac a Yamaha pasará a convertirse en el equipo B de los italianos, con soporte directo de la fábrica. Un cuento con el mejor final posible para él.
Este miércoles tanto Ducati como el VR46 han confirmado que Di Giannantonio ha firmado con la marca de Borgo Panigale un contrato que le vincula con ellos en los dos próximos años, dos cursos en los que seguirá en esta estructura. En 2025 seguro que con la GP25; lo de 2026 con una GP26 está por ver, y se lo tendrá que ganar en la pista, aunque esto que ya se ha corroborado sólo puede considerarse como un éxito. "Hace nueve meses estaba sin moto para poder continuar con mi sueño, y ahora he firmado un contrato con dos de las entidades más importantes de MotoGP. Es algo difícil de creer", explicaba el piloto en el comunicado oficial del que va a seguir siendo su equipo. Algo que ya sabía este fin de semana pasado en Silverstone, aunque los tiempos comerciales le obligaban a ocultarlo.
El viernes, uno de los jefes de Ducati, Davide Tardozzi, cometía un desliz en la televisión francesa y desvelaba que este movimiento estaba cerrado. Hablando con Diggia este, bien disciplinado, plagaba sus frases de condicionales, aunque su cara revelaba su felicidad, en una charla llena de risas por sus regates verbales. "Estoy muy orgulloso de mi viaje, y es un honor que las fábricas lo hayan visto y que hayan mostrado interés por mí. Esto quiere decir que estoy haciendo un buen trabajo", nos decía, en relación también a la oferta que tenía sobre la mesa para moverse al Pramac Yamaha, con contrato directo con la fábrica japonesa, una posibilidad por la que apretó el número 1 de esta marca, Fabio Quartararo.
"Es increíble y cumple con algo que quería en mi carrera, firmar con una fábrica, tratar de pelear con las mejores motos", añadía, para terminar confesando a pregunta de Relevo lo que supone este cambio brutal de escenario, de descartado a llevar la mejor moto. "Por supuesto que el año pasado habría firmado esto con mi sangre, al cien por cien. A veces la vida es increíble. Creo que eres el único que puedes cambiar tu propio futuro, y lo he conseguido. Y estoy muy orgulloso de este viaje que he hecho". Un viaje que le ha llevado a dar un giro de 180 grados a su carrera deportiva, algo que en aquel fin de semana en Indonesia se veía como una quimera, cuando parecía que se había quedado sin tiempo para poder seguir en MotoGP.