MOTOGP | GP DE INDONESIA

El podio en el aire de Acosta que salvó un contenedor lleno de agua

La moto del murciano fue investigada por no cumplir con el límite de presión, un problema que derivó de un fallo en el neumático.

Pedro Acosta, en el podio de Indonesia. /GasGas
Pedro Acosta, en el podio de Indonesia. GasGas
Borja González

Borja González

Circuito de Mandalika (Lombok, Indonesia)-. "Tenía una cara de mala hostia en la tele…". Pedro Acosta acababa de firmar una fantástica carrera en Indonesia, segundo por detrás del intratable Jorge Martín, entrometido en el mundo de la dominadora Ducati, y con momentos en el que parecía que iba a ser capaz de plantar cara al que marchaba primero. Pero su rostro no transmitía la felicidad por lo conseguido: nada más cruzar la meta recibía un aviso que la presión de su neumático delantero estaba bajo investigación, y cuando eso pasa, casi siempre termina en sanción. Una de 16 segundos que le podía bajar hasta el puesto nueve. Con esta sensación, el murciano tenía que afrontar el parque cerrado, el podio, las entrevistas televisivas post cajón, junto a Martín y Pecco Bagnaia, y la rueda de prensa en inglés.

Porque sospechaba que le iban a quitar el trofeo, uno que en ese caso caería en las manos del cuarto, Franco Morbidelli. De hecho, en el equipo italiano, el Prima Pramac, ya daban por hecho que la copa se la iban a llevar ellos, para cerrar un doblete. Y mientras Acosta pasaba por todo ese periplo de celebración oficial y medios de comunicación, en su garaje estudiaban qué había pasado, para dar con la explicación que evitase la sanción, porque no creían haber cometido ningún error que llevase a que esa presión del neumático delantero no se hubiese mantenido por encima del límite mínimo fijado para Indonesia (1.82 bares) durante el 60 por ciento de las vueltas (calculaban que les había faltado medio giro).

Y para demostrarlo usaron un método muy poco tecnológico: desmontaron la rueda, en presencia de los técnicos de Michelin, y la metieron en un contenedor lleno de agua jabonosa, y vieron que esa goma era defectuoso porque, como cuando se comprueba un pinchazo, empezaron a salir burbujas, con lo que certificaron que la bajada de presión venía por un fallo del neumático y no de los técnicos. Demostrado esto, le mandaron un mensaje a la responsable de prensa que se lo comunicó a Acosta mientras esperaba su turno para hablar con los medios escritos, a los que en ese momento atendía el ganador Martín. Y el novato de MotoGP no pudo disimular su alegría, un subidón que transmitió al líder del Mundial, que con esto confirmaba también que se mantenían los nueve puntos más a Bagnaia.

"¡Acosta podio! ¡Vamos! ¡Vamos bicharraco!", gritaba el madrileño tras el tercer cajón de su amigo, el más sólido de los que ha logrado hasta el momento. "La mejor carrera que ha hecho en MotoGP, impresionante, y encima se le iba cerrando de delante", decía a Relevo Aleix Espargaró antes de que incluso se confirmase que no había sanción, y ya apuntando a algún problema del de GasGas durante la carrera. "Creo que era la carrera que estábamos buscando, necesitaba acabar una carrera porque llevaba dos siendo competitivo, y las dos no las acabé y me caí pronto", comenzaba su discurso Acosta ya sabedor de que el segundo puesto era definitivamente suyo, con una alegría que no disimulaba.

"Ha sido un fin de semana consistente, tenemos que estar contentos porque están trayendo muchas cosas de Austria, y creo que están funcionando. Hemos estado muy cerca, aunque nos faltó apretar un poco más en el sprint. Hoy, viendo lo que me pasó ayer, que a lo mejor me quedé un poco dormido, me he dicho 'Venga, va, tío, actívate, actívate y sal rápido'. Creo que nos ha faltado espabilarnos un pelín más, porque la vuelta y media que hemos perdido detrás de Bastianini nos ha matado un poco. Hemos encontrado esa consistencia que nos faltaba". Porque incluso llegó a soñar con ganar, al ver por momento que se acercaba a poco más de medio segundo de Martín. Estamos llegando. Hoy sólo nos han sacado 1.7.

"Es gracioso, porque en media carrera nos meten seis segundos, en el sprint, y en la larga podemos estar dentro de los dos segundos. Tenemos que encontrar algo más al principio de la carrera", razonaba como conclusión a una charla tras la que agarró la botella de espumoso que no había abierto en el podio, porque pensaba que se lo iban a quitar, le quitó el morriol o bozal, y salió corriendo camino de su garaje al que entró descorchándola y regando a todo su equipo que estallaba de alegría. Una entrada al box que hizo pasando por encima del charco de agua que se había montado por la prueba casera que habían hecho sus mecánicos para demostrar que este era un cajón de ley.