El ángel que le pide terminar carreras a Acosta pierde ante el demonio que quiere resultados
El murciano se había marcado como objetivo no caer en la carrera de Tailandia, aunque al final se lanzó con éxito a por el podio.
Buriram (Tailandia)-. "Duele, duele…", nos decía Pedro Acosta este sábado después de caerse en el sprint. Un error más del piloto murciano, que muchas veces parece querer sacar lo que tiene su moto, un prototipo que ahora mismo pasa por ser el segundo de MotoGP, tras la todopoderosa Ducati, y por delante (ligeramente) de la algo alicaída Aprilia. Su insistencia en plantar cara a las Desmosedici es lo que termina llevándole al suelo más veces de las deseadas. "Necesitamos acabar las carreras, porque de las últimas once he acabado sólo cuatro, entonces tengo que ir centrándome en acabar carreras, aunque me tenga que morder la lengua y hacer quinto", nos reconocía tras ese fallo en la prueba corta. Un objetivo en el que pareció estar muy centrado este domingo… hasta que decidió no morderse la lengua y desmelenarse.
Acosta, precisamente, marchaba en una cómoda quinta posición, con Pecco Bagnaia liderando la carrera con un buen margen, tras la caída de Marc Márquez, y con Jorge Martín segundo en solitario. Por detrás, el novato de MotoGP cerraba un trío de KTM, encabezado por el australiano Jack Miller y con el sudafricano Brad Binder justo por detrás. "Veía que estaban ahí, veía que estaban las dos KTM delante y veía que era el podio y que todo lo malo iba a ser caerse otra vez. Si llevas de once acabando cuatro, pues que sean doce ¿no?", porque Acosta, tras escuchar al ángel que lleva dentro durante gran parte de la carrera, decidió en el tramo final dar voz al diablo, y sacar todas sus virtudes a pasear, las que le han hecho ser uno de los debutantes que más ruido ha hecho en los últimos años en la clase reina.
"Ha estado muy guay, y seguro que ha sido la más complicada, porque no era sólo ponerme y frenar tarde, era ponerme y que no se me cerrara de delante, cerrar la línea, eran más cosas, entonces la más bonita de ver por la tele creo que sí", explicaba después de haber terminado tercero y acerca de la soberbia maniobra que le permitió culminar su ataque a las KTM naranjas, con un adelantamiento final sobre Miller que arrancó con una pasada por fuera y para el que necesitó ser muy insistente. "Un top cinco también habría sido bueno, pero son cosas que siempre me han costado aceptar y que me siguen costando aceptar", aceptaba sobre su cambio de estrategia.
"Tenemos que saber hasta dónde poder llegar, y muchas veces tenemos que ser más realistas, no es porque yo sea muy optimista, pero ves que estás ahí y que llegas un poco más, un poco más y al final los pocos más son los que matan. Pero si no tuviera la sangre tan caliente quizás no merecería la pena exprimirse un poco más. Todo conlleva riesgos en la vida". Un nivel de riesgo que asumió y que, esta vez, le salió bien. "Muchas veces estamos en el punto este de que apretamos y conseguimos quedarnos encima de la moto, y en otros muchos que apretamos en ese mismo punto para estar con ellos y nos caemos. Así que por eso ahora el objetivo es acabar carreras para empezar el año que viene", nos había dicho el sábado después de haberse caído en el sprint.
Y es que hay una cosa por la que destaca Acosta. Después del ocho de ocho logrado por Ducati el sábado, todos y cada uno de los pilotos con los que habló Relevo aceptaron sin rechistar que sus motos están por debajo de la campeona del mundo, algunos con cierta frustración, otros con sonrisas de impotencia y algún otro expresando admiración. El único que esquivó la pregunta y que no quiere aceptar esto como un hecho consumado es el murciano, que siempre que se le cuestiona sobre esto se aferra a lo que cree que está por venir. Y es filosofía es la que luego enseña en pista, como cuando en Japón insistió en ganar o en plantar cara a Bagnaia, y se fue al suelo, algo que ha hecho en muchos otros grandes premios.
"Creo que, al final, hoy ha salido bastante bien la cosa. Lo único que me han pedido en el equipo es que empezara la carrera tomándomelo con calma para ir cogiendo ritmo, aunque es verdad que quizás me ha costado demasiado calentar los frenos", explicaba sobre su carrera, en la que fue de menos a más. "Necesitaba acabar una carrera, porque en las últimas carreras que había acabado estuve delante, pero en muchas no ha habido resultado. Y yo lo que necesito no es verme delante, es ver que estoy ahí, porque puedo entender venir y perder, pero lo que no puedo entender es venir y no competir. Como mínimo necesito competir, verme delante, ver que estoy con ellos, ver… ¿Me explico? Así que ya el resultado es casi lo de menos, necesitaba acabar una carrera, porque así me lo pidieron ayer", terminaba confesando un piloto que no ha llegado a MotoGP para hacerlo bien, sino para pelear por ganar. Cueste lo que cueste.