La mejor señal de que Bagnaia nunca se rinde: ha ganado el 50 por ciento de las carreras de 2024
El italiano está aprovechando el poderío de su condición de piloto de fábrica para dar la vuelta los domingos a sus problemas.
Circuito de Buriram (Tailandia)-. Nueve victorias en 18 grandes premios. No se puede negar que los números del campeón (bicampeón) Pecco Bagnaia hacen aún más meritoria la lucha que con él está teniendo Jorge Martín. El italiano ha hecho este año cuatro dobletes, fines de semana en los que ha terminado venciendo en sprint y carrera: Italia, Países Bajos, Austria y Japón. Aunque lo más relevante es cómo ha sido capaz de lograr triunfos en domingos a los que llegaba tras haber perdido su particular batalla con Martín. En Catar había sido cuarto el sábado, con el español primero, y después ganó la carrera. En Jerez y Cataluña salió de la primera prueba con dos ceros, y al día siguiente fue primero. En Alemania también Martín le había superado en el sprint (primero contra tercero), pero luego supo remediarlo el domingo.
"Nunca tiro la toalla, siempre creo en lo que puedo lograr con mi equipo, con el trabajo que realizo en casa sobre mí mismo... Nunca tiraré la toalla mientras tenga posibilidades, y así soy. Siempre he sido y seré así; siempre doy el máximo en todas las temporadas y continuaré haciéndolo, es mi tónica general", explicaba satisfecho tras lo logrado en un domingo lleno de riesgos, porque al italiano no le quedaba atacar si no quería plantarse en Malasia demasiado lejos de su rival, después de que este sábado perdiese la primera batalla, con la carga de hacerlo desde la pole y con Martín remontando desde el quinto puesto tras un mal arranque en el que terminó saliéndose de la pista cuando precisamente peleaba contra él.
"Estoy muy contento, la victoria de hoy es muy importante para el campeonato, aunque estamos a 17 puntos de diferencia, pero es más a un nivel mental y de confianza. Me siento más confiado, y muy contento. Ahora pasamos a Malasia, que es un buen circuito para nosotros, y trataremos de conseguir hacer una mejor carrera al sprint, porque sabemos lo que nos falló ayer, y también intentaremos mejorar de cara al domingo". Porque hay una cosa que lleva muy a gala el campeón de los dos últimos años, que es ese trabajo que se hace en su garaje, y que muchas veces le hace dar la vuelta a situaciones complejas. De hecho, ahí radica la mayor diferencia con respecto a Martín: los dos corren con la misma moto, los dos cuentan con mecánicos de nivel, pero el italiano tiene más respaldo de Ducati en forma de ingenieros, el punto que más diferencia a un equipo oficial de uno satélite.
"Después del warm up estuvimos sentados tratando de entender qué era lo que estaba fallando, porque a nivel de frenada perdía mucho tiempo y no tenía buenas sensaciones", comentaba sobre las primeras sensaciones en mojado del día, las del corto entrenamiento de diez minutos que abrió el domingo. "Traté de explicar de la mejor manera posible mis sensaciones y ellos tuvieron una buena intuición de cómo solucionarlo". Un trabajo que le permitió, por fin, ganar en mojado, una condición en la que el año pasado le batió Martín, en Japón. Eso sí, con los dos ocupando los dos primeros puestos, lo que acredita el nivel de exigencia en el que se llevan moviendo los dos en estos últimos dos cursos.
"Me ha despertado la lluvia, porque sonaba como una alarma", confesaba. "Pensaba que se me iba a caer el techo encima, porque parecía como si lloviese dentro de la habitación, caía a cántaros. Me decía: 'A lo mejor para', pero luego decidí aceptarlo. Antes de la carrera tenía la confianza de que podía ser una carrera positiva, porque esta mañana el warm up nos sirvió mucho para entender la situación, y el paso que dimos adelante para la carrera fue vital. Cuando llegué a la curva 3 entendí que habían mejorado mucho mis sensaciones, y me sentí muy contento". Una mejoría que le permitió afrontar con ciertas garantías las eternas 26 vueltas de Tailandia, un reto que ha llegado en un momento trascendente del año.
"Este momento del campeonato, cuando estás a 20 puntos y sabes que no tienes que cometer ningún error y que tienen que tratar de hacerlo lo mejor posible, resulta muy difícil. Y en mojado es aún peor. Traté de dar el máximo, de mantener la plena concentración y de evitar cualquier error. Hoy en realidad no he arriesgado nada, salvo a que se me cerrase un poco de delante, porque era imposible que no pasara en algún momento. Me siento súper orgulloso y contento de esta victoria. Sólo hemos recuperado cinco puntos, pero son muy importantes". Porque si algo tuvo la prueba de Tailandia es que repartió tranquilidad y felicidad a los dos contendientes al título. A Martín por salvar los muebles desde el liderato; a Bagnaia por ser capaz de sumar una nueva victoria, una que mantiene intactas sus opciones de ser tricampeón del mundo.