El mejor peor fin de semana del único piloto que mete miedo a las Ducati
Pedro Acosta se cayó liderando el sprint y yendo segundo en la carrera, una prueba del nivel que está alcanzando con la KTM.
Tokio (Japón)-. Pedro Acosta es ambicioso. Mucho. Está claro que ningún piloto quiere verse batido por los demás, aunque en el actual MotoGP la mayoría acepta una premisa que marca cada fin de semana: la Ducati es muy superior, y de entre los dos modelos que hay, el GP24 lo es aún más. Así que es habitual escuchar los lamentos de muchos de los competidores acerca de la falta de herramientas que tienen para poder mostrar la mejor versión de ellos mismos. Y, ojo, no les falta razón. Es así. La Aprilia, la KTM, la Yamaha y la Honda son inferiores a la Ducati, y la GP23 a la GP24. Pero Acosta es algo de lo que no quiere oír hablar.
"Eso no lo voy a aceptar", nos decía este domingo después de caerse en la carrera cuando ocupaba la segunda posición. Fue en la curva de entrada a meta, y en la vuelta 3, mientras perseguía a Pecco Bagnaia con la victoria entre ceja y ceja. "Ha sido una tontería, porque estaba encima de Pecco y veía que de la curva 6 a la 10 él era bastante fuerte, y yo empezaba a recuperar en el último sector. La estrategia era como la de ayer, pegarme mucho en el último sector, hacer todo el T1 junto a él y adelantarle en la 5, porque era donde creo que tenía más posibilidades otra vez".
Otra vez, porque el murciano se había caído en el sprint, esta vez cuando quedaban sólo cuatro vueltas y comandaba la prueba. Cometió un pequeño error en la curva 7 y ¡pam! "Es el fin de semana en el que menos puntos me he llevado y en el que mejor han ido las cosas, seguro", contestaba a pregunta de Relevo. "El fin de semana en el que más competitivos hemos sido, en el que más follón hemos dado con mucha diferencia, y en el que más a gusto me he sentido con mucha diferencia. Habrá que buscar este feeling para Australia, que puede ser un buen circuito para nosotros también", se consolaba.
Porque su gesto delataba rabia, pero una de esas rabias mitigadas por el consuelo de sentir que puede plantar cara a las Ducati, como hizo en la carrera de Indonesia, donde terminó segundo a poco más de un segundo y medio del ganador, Jorge Martín, y como ha demostrado durante todo este pasado Gran Premio de Japón, con la pole, el liderato en el sprint y esa caída yendo segundo el domingo. "Iba a ser un buen día y tenemos que quedarnos con lo positivo, que es que íbamos a ser competitivos", nos decía tras este último error. "La base que estamos cogiendo entre los cinco primeros es importante, y también las mejoras que van viniendo".
Unas mejoras que probó en el test de Misano posterior al Gran Premio de San Marino, y que le han permitido dar un salto de calidad. Ahí hizo un chequeo a la remozada aerodinámica que había puesto en pista durante ese fin de semana Pol Espargaró (incluyendo un apéndice ubicado en la zona del basculante junto a la rueda trasera bautizado como 'Dumbo'), además de montar un chasis que pocos días antes había rodado en ese mismo escenario Dani Pedrosa. Porque en KTM siguen sin parar de trabajar, con la certeza, además, de que tienen que cuidar a su novato porque sobre él se va a construir el proyecto de futuro a corto plazo, y porque es él el que está tirando del carro en el presente.
"No lo voy a aceptar, porque es ya algo personal, pero ya no estamos tan por detrás y no parecen tan inalcanzables", afirmaba cuando Relevo le preguntaba si no era consciente de que estaba empeñándose en plantar cara a Ducati con una moto inferior, algo que no sólo este domingo, sino desde principio de año, se niega a aceptar, por lo menos en público. "¿Qué posiblemente eso puede llevar a caerme alguna vez? Sí que puede ser, pero estar cuarto no va a hacer que gane ninguna carrera, ni que me acerque a la Ducati. Si tengo que estrenar mono en cada carrera, pues se estrenará un mono cada carrera". Una declaración contundente de alguien que ha probado el asfalto más que nadie este año en MotoGP y que evidencia la ambición que le mueve.
"Hay pocas posibilidades de ganarle a las Ducati con el nivel que hay ahora mismo, y más si dejas a un Pecco Bagnaia delante desde la primera vuelta y sabiendo lo fuerte que es. Hay veces en la vida en las que uno se la tiene que jugar, y hay que forzar las cosas para que pasen. Él no iba a forzarme a mí para que yo ganase, y yo sí que tenía que forzar que él perdiese. Hay que aceptar las cosas, y ahora mismo estamos un pasito por detrás, pero tenemos que esforzarnos para que las cosas cambien". Un resumen de la filosofía que le mueve, en el que sí que está implícito que entiende que para conseguir los resultados que quiere tiene que llevar a su prototipo a un nivel para el que quizás no esté del todo preparado.