MOTOGP | PRETEMPORADA 2025

Pecco Bagnaia saca pecho de su duelo con Jorge Martín y manda un mensaje a otros pilotos: "Hemos creado una rivalidad distinta a las de antes"

El italiano quitó la pegatina con el número de su moto el mismo domingo y se dio un largo y reflexivo paseo el lunes por Barcelona.

Pecco Bagnaia saca pecho de su duelo con Jorge Martín y manda un mensaje a otros pilotos: “Hemos creado una rivalidad distinta a las de antes”
Borja González

Borja González

El lunes después de que terminase el Mundial de Motociclismo, Pecco Bagnaia se levantó tarde y decidió ir a Barcelona a comer, a un restaurante cerca del mar, en una jornada soleada, aunque algo fresca en la Ciudad Condal. Después se fue a dar un largo paseo por la capital catalana, "de casi diez kilómetros". Y esto le ayudó a pensar y a reflexionar sobre lo que acababa de pasar, la pérdida de un trono, el de MotoGP, que había ocupado durante dos años. "No soy alguien que se deje llevar por la frustración, sé por qué he perdido y no quiero encontrar excusas. Había aceptado la situación después de Malasia, con 24 puntos de desventaja era difícil pensar en poder ganar contra Jorge".

Sentado y siempre con esa tranquilidad que transmite, el italiano se pasaba por la sala de prensa del Circuito de Barcelona-Cataluña para comentar el primer día de la pretemporada 2025, el primer día con un nuevo compañero de equipo, ni más ni menos que Marc Márquez, con el que apenas coincidió en pista. Curiosamente, cada vez que uno salía del box, el otro entraba tras terminar una tanda. El español con una de las dos motos que puso Ducati a su disposición, el italiano hasta con tres, incluyendo, en ambos casos, la primera versión del nuevo prototipo. "A día de hoy me espero un paso adelante un poco más pequeño, honestamente", había anticipado el lunes su jefe Gigi Dall'Igna acerca de la diferencia entre la GP24 y la GP25.

Y es que el salto entre la versión 2023 y la 2024 había sido relativamente grande, porque Dall'Igna tenía cierto temor acerca de cómo podían aprovechar sus competidores las concesiones técnicas, pero visto que la distancia incluso aumentó, ha decidido que no hace falta exagerar las cosas (o arriesgar) de cara al próximo curso. Un análisis de la situación que, por otra parte, explica lo que se ha visto este año, y que da valor, por ejemplo, a lo que ha hecho Marc Márquez con la GP23. De hecho, su hermano Alex no podía ocultar su sonrisa tras hacer el chequeo de la moto que ha ganado este año, y con la que este martes terminó primero y rodando bastante más rápido que durante el gran premio (cuatro décimas).

"Tengo que reconocer que ha sido una jornada positiva, porque hemos probado todo lo que teníamos que probar y, sobre todo, ha quedado bastante claro en qué se tienen que concentrar los ingenieros en el invierno", analizaba Bagnaia, que terminó con el tercer mejor tiempo, justo por delante de su nuevo compañero de equipo. "Por otra parte, Marc y yo hemos tenido las mismas sensaciones y esto es muy importante para sacar el trabajo adelante. Estoy contento, porque cuando una moto nueva parte con un buen nivel siempre es positivo, quiere decir que ha nacido bien y que tiene un buen potencial". Es decir, Ducati deja claro desde el inicio dónde están, y les tocará a los demás tratar de acercarse si no quieren volver a terminar humillados.

"Tengo que admitir que hacer el test sin ser campeón del mundo te permite concentrarte más en la moto. Cuando llegas después de haber ganado estás más contento, pero menos concentrado", nos comentaba ya en un noto reflexivo el piloto que ha dejado de lado el número 1 para recuperar el 63 con el que siempre había competido en MotoGP. Nada más terminar la carrera del domingo, y sus posteriores obligaciones, Bagnaia regresó a su box a celebrar la victoria con los suyos, un triunfo con el punto amargo por haber perdido la batalla contra Jorge Martín. Se sentó en su silla, cogió la cúpula de su moto, quitó la pegatina del 1, y pegó un 63. "Quería quitarlo yo y no dejar que lo hiciese otra persona. Yo puse mi número 1 en ese carenado, y era justo que fuese yo el que lo quitase".

Ahora tendrá todo el invierno por delante para descansar, y también para disfrutar de su luna de miel junto a Domizia Castagnini, con la que contrajo matrimonio el pasado mes de julio. Esto tras un año en el que ha perdido la condición de campeón en título, pero en la que ha ganado mucho respeto de la afición y del resto del paddock, tras la limpieza de su duelo con Martín. Algo que se percibió este martes en Montmeló. Terminado su trabajo, el italiano tomó el camino del box. Nada más bajarse de la moto, los centenares de aficionados que fueron a ver el arranque de 2025 en vivo prorrumpieron en una atronadora ovación (en territorio comanche) que terminó sorprendiéndole, y que hizo que saliese a la puerta de su garaje a agradecer ese gesto.

"Me anima mucho esto, me deja contento", reconocía Bagnaia a Relevo cuando le preguntábamos por este inusual gesto, tras unos años en los que ha sido más habitual destacar pitidos y abucheos que ovaciones al contrario. "Creo que este año hemos mandado un mensaje bonito a la gente, hemos creado una rivalidad un poco distinta de esa que había antes, y pienso que ha sido un bonito espectáculo de principio a fin, sobre todo en la última parte de la temporada. Se puede ser agresivo y se puede luchar en pista sin hacerlo también fuera. Creo que ha sido algo bonito", nos decía con una sonrisa, tras los muchos gestos de respeto y cariño que él y Martín se han ido repartiendo, y que han recibido también el reconocimiento de muchos de los que trabajan en el Mundial de Motociclismo.