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La resignación de Pecco Bagnaia por los ceros que le lastran: "Lo que pasó, pasó"

El italiano insiste en no hacer nada más que intentar ganar este domingo, sin tratar de influir en la carrera de su rival.

Pecco Bagnaia./EFE/EPA/FAZRY ISMAIL
Pecco Bagnaia. EFE/EPA/FAZRY ISMAIL
Borja González

Borja González

Circuito de Barcelona-Cataluña-. La temporada de Pecco Bagnaia está siendo brutal. Este sábado ganó su séptimo sprint del año, los mismos que Jorge Martín, y este domingo puede ganar su undécima carrera, una prueba a la que llega como el máximo favorito. Como se suele decir, nada refleja mejor el nivel de campeón que el nivel de su rival. Así que de esto puede estar muy satisfecho el líder de MotoGP. "Misión cumplida y basta. He ganado el sprint, he hecho la pole, y el objetivo era llevar el Mundial hasta mañana. Objetivo cumplido", nos decía con mucha tranquilidad el italiano, por otra parte, el mejor 'enemigo' posible de Martín, una palabra que hay que poner con muchas comillas.

"Sabía que Jorge estaba en una situación en la que no iba a tomar riesgos y eso hacía que yo pudiese ir más tranquilo y, aun así, abrir el mismo hueco. Eso me daba permiso de controlar más cosas, probar mapas, distintas cosas que puedo necesitar para mañana. Mañana lo único que espero es que se metan ocho pilotos por el medio…", nos decía en broma, porque Bagnaia sabe que en este MotoGP eso es casi imposible, que depende más de un error del piloto español, porque él, por su parte, no va a hacer nada que pueda generar barullo, algo que muchos consideran que tendría que usar como estrategia para generar tensión en la carrera, y que esto ponga en un aprieto a Martín.

"Yo hago lo mío, quiero divertirme, quiero ganar, no es algo que me guste hacer, ni que creo que valiese, porque no pienso que ninguno de los de detrás hubiese adelantado a los dos que me seguían", explicaba sobre la posibilidad de que este sábado hubiese ralentizado la marcha para que el grupo perseguidor, que por momentos llegó hasta el séptimo, Marc Márquez, se juntase. "Sinceramente, prefiero hacer lo que he hecho hoy, salir e intentar hacer mi ritmo, que eso me puede garantizar en cualquier caso la victoria. Veremos qué sucede mañana, pero no creo que vaya a hacer nada para obstaculizarle". Porque, además, está convencido de que la victoria va a ser suya, un pronóstico con el que coinciden sus rivales, que consideran que en Barcelona tiene un punto más que los demás.

En un momento de la charla, saltó una canción de uno de los móviles, el de su jefe de prensa, el español Artur Vilalta: 'Lo que pasó, pasó', del puertorriqueño Daddy Yankee. Y a Bagnaia se le puso una sonrisa. "Es verdad, lo que pasó, pasó", en referencia a algo que le lleva un tiempo rondando por la cabeza, ese 'y si' que le atormenta. Porque los números del campeón de 2022 y 2023 son brutales, pero no parecen suficientes como para retener la corona, lo que le lleva a acordarse de las veces que falló: sus ocho ceros (tres en carrera y cinco en sprint), frente a los cinco errores de Martín (dos caídas en domingo y el punto que sumó en Misano con el errático cambio de moto cuando empezó a chispear, más otras dos veces que se fue al suelo en sprint).

"He hecho muy despacio en la última vuelta la curva 5", decía con una sonrisa, el punto en el que se cayó en la prueba corta del pasado Gran Premio de Cataluña, uno de esos ceros. "El de Silverstone, cuando me caí después de tres o cuatro vueltas", apuntaba sobre el que más le ha dolido, de los cuatro que considera como propios, porque los otros cuatro piensa que son obra de otras causas. "Ha sido el error más grande. Todos los demás han sido… cuatro no han sido por mi culpa, una vez porque he roto una cosa en la moto, y en las otras tres me han hecho caer (NdR: Marc Márquez en Portugal, Brad Binder en Jerez y Alex Márquez en Aragón). Y las otras cuatro han sido por errores, Misano, Barcelona, el más estúpido, Malasia, que no fue tanto. Pero el error más grande ha sido el de Silverstone, aunque también Misano… Ese fue el segundo".

Un discurso que demuestra cuál es su estado de ánimo, una mezcla de sensación de ser superior con la de haber sido golpeado por la mala suerte, aunque siempre desde un sentido de la competitividad y sin dejar de reconocer la valía del piloto con el que se está jugando, por segunda vez, el título de campeón del mundo de MotoGP. "Estamos a un nivel increíble. Y, en cualquier caso, si Jorge tiene dificultades o va un poco lento, normalmente puede terminar como mínimo tercero. Así que va a ser difícil sea cual sea la situación", aceptaba este sábado, en el penúltimo día de la temporada 2024 del Mundial de Motociclismo.