MotoE eleva su categoría de la mano de Ducati

"Los sonidos es una de las cosas que más te llaman la atención. Escuchas el neumático cuando desliza en la pista, el 'tra, tra, tra' de la rueda cuando pasas por un piano, notas cuando viene alguien por detrás colado… Pero lo más peculiar se da en las salidas, cuando esperas que se apague el semáforo: porque ahí oyes cómo te palpita el corazón, y notas tu respiración acelerada dentro del casco". Así describe Jordi Torres, dos veces campeón de MotoE (2020 y 2021), sus sensaciones cuando compite con una moto eléctrica. Una competición que en 2023 da un salto de madurez de la mano de Ducati.

Porque desde su estreno en 2019, esta competición tenía categoría de Copa del Mundo, mientras que a partir de esta temporada la Federación Internacional de Motociclismo le va a dar el reconocimiento de Campeonato del Mundo. Esto en el año de la irrupción de Ducati, que sustituye a la más artesanal Energica (un constructor italiano), en otra muestra de la ambición de la casa de Bolonia, que ha colocado sus motos en lo más alto de MotoGP y de SBK.

"Es un momento histórico para nuestra compañía, que con este proyecto estudia a fondo las tecnologías del futuro para el mundo del motociclismo. Es una importante área de experimentación", señalaba Claudio Domenicali, CEO de Ducati, en el inicio de la producción de estas motos (en 2025 debería de estar lista la primera Ducati eléctrica).

La V21L, que es como ha sido bautizada, ha estado rodando en pruebas durante 2022, con pilotos como Michele Pirro, Alex de Angelis y Chaz Davies, y tendrá su primera prueba de fuego a partir de este próximo lunes 6 de marzo en el Circuito de Jerez.

"Estamos desesperados por probarla. Lo que nos cuentan es que los datos dicen que es muy superior a lo que había. Sabemos que tiene un potencial muy superior al que nos van a dar de inicio, o sea, que vamos a empezar con una moto controlada, en potencia, en settings. Porque la moto tiene muchas posibilidades de pivot, de bieletas, de alturas, cosas que con la Energica no se podía jugar. Y esto te permite trabajar. Pero para el principio del año no nos van a permitir hacer nada más que muelles y alturas, porque quieren que partamos todos igual y ver cómo va todo, y poco a poco irán abriendo la mano. Es normal, porque para Ducati es un proyecto nuevo", explica Jorge Martínez Aspar a Relevo.

El del mánager valenciano es uno de los dos equipos españoles enrolados en esta competición, junto al de Sito Pons (con el que logró sus dos coronas Torres), aunque el suyo con una alineación 100% española: el citado Torres, que ya corrió con él en Moto2, más María Herrera, la única mujer en MotoE, la única que ha competido hasta ahora en la categoría, y la única junto a Matteo Ferrari en correr en las 32 carreras disputadas hasta el momento (terminando 31 de ellas).

"María tenía un gran problema en estos años pasados, no sólo porque la moto era muy pesada sino también porque no nos permitían modificar nada, ni siquiera la altura del sillín… Obviamente, no es lo mismo un piloto de 1'80 que uno de 1'60, ni en altura ni en peso. Si puedes adaptar en muelles y alturas la moto ayudas al piloto. Estamos dando un paso a una moto más de carreras", comenta Aspar.

La parrilla de este remozado 2023 va a contar con nueve escuderías y 18 pilotos, seis de ellos españoles. Con Herrera y Torres estarán Héctor Garzó, Mika Pérez, el campeón del mundo de Moto2 en 2014 Tito Rabat y Miquel Pons (Sito Pons ha confiado en los italianos Nicolas Spinelli y Mattia Casadei). El estreno del Campeonato del Mundo de MotoE tendrá que esperar hasta el Gran Premio de Francia, que se disputará en el Circuito de Le Mans el fin de semana del 14 de mayo, y continuará en Italia, Alemania, Países Bajos, Gran Bretaña, Austria, Barcelona y terminará en Misano el 9 de septiembre. Esto en fines de semana de dos días: entrenamientos los viernes, con un libre y los oficiales; y dos carreras los sábados, la primera después de la clasificación de MotoGP y la segunda tras la prueba al sprint de la clase reina.

A diferencia de su homólogo en coches, la Fórmula E, que tiene su propio promotor y su propio calendario y localizaciones, MotoE nació dentro del paquete MotoGP que gestiona la empresa española Dorna, que buscaba así mantener bajo su control esta competición laboratorio (de futuro), que es por lo que sus pruebas se disputan durante algunos de los grandes premios, siempre en Europa, y como un aliciente más de los fines de semana, que este año han cambiado de formato con la aparición de las carreras al sprint.