Motociclismo, el seguro de vida del deporte español
Jorge Martín sumó este domingo el título 60 para España, con una racha de mundiales ininterrumpidos que arrancó en 2009.
Circuito de Barcelona-Cataluña-. Si hay un deporte que garantiza éxitos a la afición española, ese es el motociclismo de velocidad. El Mundial es señal de éxitos, y con el de Jorge Martín de este 2024, la racha de años consecutivos con por lo menos un campeón del mundo se extiende hasta los dieciséis, una barbaridad que mantiene desde hace tiempo el reverso tenebroso de que no se le dé suficiente valor a lo que nuestros pilotos hacen temporada tras temporada. Una cosecha que arrancó en 2009, aunque venía anticipándose por lo que se estaba viendo en la nueva hornada de corredores.
En 2008, España se quedó sin títulos. A MotoGP acababa de llegar Jorge Lorenzo, y Dani Pedrosa cumplía su tercer año en la categoría. Los dos terminaron tercero y segundo, respectivamente. Lorenzo llegaba como bicampeón de los 250cc, en 2006 y 2007, mientras que Pedrosa había firmado tres títulos seguidos, el de 125cc en 2003, y los del cuarto de litro en 2004 y 2005. En ese 2008, Álvaro Bautista, campeón de 125cc de 2006, no había podido batir al malogrado Marco Simoncelli en 250cc, terminando subcampeón; en la cilindrada pequeña las cosas habían ido mucho peor, con el francés Mike di Meglio llevándose el título, y Nico Terol quinto como el mejor de los nuestros.
Así que, en realidad, 2008 fue un lunar en una trayectoria que había arrancado con ese Mundial ganado por Pedrosa en 2003, y que arregló Julito Simón en 2009, enrolado dentro de la estructura de Jorge Martínez Aspar tras tomar la valiente decisión de bajar de categoría, algo que también haría Toni Elías en 2010 al dejar MotoGP por la nueva Moto2 para convertirse en el primer campeón de la historia de esta categoría. Esto en un curso redondo, porque Marc Márquez llamaba a la puerta ganando en 125cc, con Lorenzo firmando el primero de sus tres títulos en la clase reina. Un triplete que se repetiría en 2013, con Márquez ya en MotoGP, Pol Espargaró en Moto2 y Maverick Viñales en Moto3, y en 2014.
Ese año de nuevo con el 93, acompañado por su hermano Alex, que triunfó en la cilindrada pequeña, y por el que por entonces era un buen amigo de los dos, Tito Rabat. En 2011 Terol había sido el último campeón de los 125cc, mientras que en 2012 Lorenzo se coronaba como bicampeón de MotoGP, con Marc Márquez logrando el segundo de sus ocho títulos, este en Moto2. A partir de ahí España se acostumbró a lo que tanto tiempo le había costado, ganar en la máxima categoría: 2015 el tercero de Lorenzo; 2017, 2018 y 2019 los tres últimos de Márquez; y 2020, el año de la pandemia, el de Joan Mir con la Suzuki.
Mir también se había llevado el de Moto3 de 2017, Martín el de la misma categoría en 2018 y Alex Márquez el de Moto2 de 2019. En 2020 Albert Arenas inició una secuencia de cuatro coronas seguidas en Moto3, continuada por Pedro Acosta en 2021, Izan Guevara en 2022 y Jaume Masiá en 2023. A estas se sumaron las de Moto2 de Augusto Fernández en 2022 y la del año pasado de Acosta. 29 títulos desde 2009, 35 desde 2003 de los 60 que se han logrado, el último el de este fin de semana de Martín. "No para y, sobre todo, el motociclismo español parece que no tenga que acabar, porque en las nuevas generaciones que suben, los más fuertes son españoles. Hay grandes circuitos, buen clima para practicar el motociclismo y, como piloto español, ojalá haya muchos más años de dominio del motociclismo español".
Esta reflexión la dejaba el que más ha ganado de esta generación, Marc Márquez, después de felicitar a Martín por meterse en el selecto grupo de los españoles campeones de la clase reina. "Hace unos años salió un titular que decía: 'Soy español, ¿a qué quieres que te gane?'", comentaba Acosta, otro de esos campeones, a Relevo. "Por cómo está hecha la cantera en España creo que somos con diferencia los que mejor hecha la tenemos. Quizás el fútbol es un deporte más especializado en todo, y vamos todavía descubriendo cosas, pero cómo se hace con las escuelas, con los niños que empiezan, porque cada vez hay más montando en motos pequeñas. Y siguen subiendo pilotos españoles como si fuesen churros. No espera durante un largo tiempo un buen palmarés como país".