Marc Márquez, ante el reto de romper el status quo impuesto por Martín y Bagnaia
La segunda cita de Misano será un importante examen para entender cómo va a ser la pelea por el título de MotoGP.
Circuito de Misano (Italia)-. Es obvio que el Mundial de MotoGP es cosa de dos más dos, o dos más uno y más otro. Los dos que llevan desde el principio, Jorge Martín y Pecco Bagnaia, que son los mismos que se jugaron la corona en 2023; Marc Márquez, a 53 puntos del líder, pero que ha ganado muchos enteros con sus dos victorias consecutivas en Aragón y en Misano; y el 'más uno' es Enea Bastianini, a 62 del primero y al que no se descarta más por esa diferencia que por la contundencia que está mostrando en pista. Ahora el campeonato afronta la parte decisiva, con un arranque singular de una gira de siete carreras en nueve semanas. Porque, como ocurrió (por las circunstancias derivadas de la crisis del coronavirus) en 2020, un mismo circuito va a albergar dos pruebas consecutivas.
"Lo positivo es que ya conocemos cómo van los neumáticos y la puesta a punto", analizaba Bagnaia que, además, ha tenido diez días más para recuperarse de las secuelas de la dura caída que sufrió el domingo en el Motorland de Aragón junto a Alex Márquez. "Podemos realizar ajustes, pero la base ya está ahí. Lo peor es la mayor competitividad que mostrarán el resto de los rivales. El listón estará más alto y habrá menos temperatura, por lo que tendremos menos presión y temperatura en el neumático delantero. Habrá más pelea y tendremos una carrera más en grupo", comentaba, con el añadido de que estos días ha llovido mucho en esta zona (y puede llover este viernes), lo que puede cambiar la condición del asfalto. "La pista no estará sucia, pero sí que estará sin goma".
Viendo los antecedentes, lo cierto es que estos cuatro pilotos son también los favoritos a la victoria, en un fin de semana importante para entender si Márquez con la GP23 está realmente en disposición de pelear por su novena corona. "Para mí, las dudas de si soy rápido o no, no las tengo, porque, si no, el final de carrera del otro día no lo hago", contestaba el catalán a Relevo sobre el examen de estos días. "Sé que tengo unos puntos débiles, en los que tengo que trabajar. Si en la primera vuelta pasas a dos o tres segundos de un Pecco o un Martín, ya no les recuperas. No irás tan rápido como ellos o tardarás más para recuperarles. Hay que trabajar en los entrenos y en las calificaciones, en esas salidas, para tener la menor desventaja posible una vez completada la primera vuelta".
Porque esos detalles en los que no para de repetir que tiene que trabajar van ahora por ahí: ser efectivo tanto el viernes por la tarde como el sábado en los entrenamientos oficiales, para garantizarse una buena posición en la parrilla; y, después, salir bien para estar con sus rivales desde el inicio. "Es intentar cuadrarlo mejor, y es ahí donde a veces se me van escapando cositas, cometo errores, que luego te cuestan muchos puntos en el campeonato, si realmente quieres luchar por un campeonato. Por eso mi obligación en estas últimas carreras es trabajar en los puntos débiles para estar mejor preparado en el 25". Un curso en el que ya vestirá de rojo y en el que no tiene otra idea, aunque no lo diga así, que la de pelear por ser de nuevo campeón del mundo, el final del camino que emprendió tras su marcha de Honda.
"Bueno, ese pensamiento incluye acabar muy bien la temporada y eso significa estar luchando con los dos o tres de delante, porque incluyo a Bastianini", nos contestaba cuando, al hilo de la polémica con las declaraciones de Valentino Rossi, señalaba que tiene en la cabeza cosas mucho más importantes, y queríamos concretar si entre esas cosas está este Mundial. "¿Ganar un título? Repito que estamos más cerca del nivel que buscamos, pero aún tengo que perfeccionar cosas si quiero luchar por un título. Luchar por un título partiendo de cero es una cosa, pero es otra partiendo con desventaja a nivel de puntos, porque estoy 53 por detrás, y no puedes recuperar puntos a dos pilotos que se están mostrando superiores a nivel de constancia".
Aunque si una cosa ha quedado clara es que es capaz de sacar petróleo cuando las circunstancias le acompañan, como en los dos últimos fines de semana, o como puede seguir ocurriendo en una gira con visitas a circuitos que siempre suelen tener un punto peculiar. Puede pasar de todo, y para eso sí que está preparado un piloto al que sus rivales miran cada vez con más atención, conscientes del peligro que lleva dentro y del extra que le da su experiencia para lidiar con estos momentos decisivos. De momento, tiene la oportunidad de lograr su tercer triunfo seguido, algo que no hace desde 2019, cuando se llevó cinco seguidos. Una victoria que sería la 100 de Ducati en MotoGP, un logro que se da por hecho que los italianos firmarán este fin de semana, seguramente con cualquiera de los cuatro que están luchando por este campeonato.