MOTOGP

Una estrategia bajo la lluvia de Le Mans volvió a evidenciar la superioridad de Marc Márquez frente a sus rivales

El catalán llegó a Le Mans como segundo de la general y lo abandona como líder con 22 puntos de ventaja sobre el segundo.

Marc Márquez en el podio de Francia. /Redes sociales
Marc Márquez en el podio de Francia. Redes sociales
Raquel Jiménez

Raquel Jiménez

Marc Márquez volvió a demostrar que, cuando el asfalto se complica y las condiciones se vuelven impredecibles, su instinto de campeón sale a relucir con más fuerza que nunca. En un domingo pasado por agua en Le Mans, el piloto del Ducati Lenovo supo mantener la cabeza fría mientras sus principales rivales en la lucha por el título, Pecco Bagnaia y su hermano Álex Márquez, terminaron en el suelo. Un domingo, curiosamente, en el que salió a relucir por primera vez desde su aprobación -hace una semana-, el nuevo reglamento.

Lejos de arriesgar más de la cuenta, Márquez supo interpretar a la perfección el ritmo que exigía la carrera. Ya en los minutos previos al inicio de la carrera el catalán mostró su desconcierto con la meteorología. La lluvia constante y los múltiples cambios de moto convirtieron el Gran Premio de Francia en una auténtica prueba de supervivencia, en la que Marc no solo sobrevivió, sino que volvió a mostrarse como el piloto más inteligente de la parrilla.

Salió a pista, evaluó el estado, decidió entrar a boxes a cambiar a slicks y cuando empezó a llover más fuerte y el resto comenzó a cometer errores, volvió a cambiar al compuesto de mojados. Una estrategia que resultó fructífera para el octacampeón que se acabó embolsando 20 puntos importantes en la lucha por el título tras el cero en Jerez.

Precio alto para sus rivales

Más importante si cabe teniendo en cuenta que entre los damnificados del cambio de condiciones estaban sus dos principales rivales en la lucha por el título: Pecco Bagnaia y Álex Márquez. El primero sin siquiera tiempo a desarrollar su estrategia -la misma que llevó a cabo el vencedor de la carrera, Johann Zarco-, y el segundo cuando tenía prácticamente asegurada una nueva tercera posición que solo aumentaba a seis la diferencia con el líder, su hermano.

"Cuando llueve se produce una lotería. La primera caída es la que más me cabrea, porque fue por relajarme. Entré un poco más lento. La segunda fue culpa mía. Tenía que acabar y no lo hice. Así que, culpa mía. Pero hemos sido rápidos en un circuito que me cuesta, de modo que haremos borrón y cuenta nueva. Tenía muy claro lo que tenía que hacer. Lo hice todo a la perfección hasta las caídas. Solo había cometido un pequeño error antes del cambio de moto", confesaba el de Gresini al acabar su primera carrera esta temporada con un cero.

Las caídas de Bagnaia y Álex Márquez supusieron un duro revés para sus aspiraciones en el campeonato. Pecco, en especial, afrontaba el fin de semana como una oportunidad de recortar puntos o incluso recuperar el liderato. Sin embargo, los errores le dejaron sin recompensa y con una frustración evidente por su falta de sensaciones sobre la Ducati.

"Carrera y fin de semana realmente para olvidar. Es la primera vez que hago dos ceros un sábado y domingo, en las dos carreras. No hemos sido capaces de llevar nada a casa, iba fuerte pero sigo sin tener feeling delante y en mojado la situación empeora. En mojado la moto normalmente te da feedback y esta moto no me da ningún feedback. Ha sido una pena porque mi estrategia era perfecta, el único que la ha seguido ha sido Zarco", reconoció el tricampeón del mundo.

Más allá del resultado final, lo que Márquez dejó claro en Le Mans es que está más que preparado para pelear por su noveno campeonato del mundo. Su madurez en carrera, su capacidad de adaptación y su instinto en momentos críticos le sitúan un paso por delante del resto. Y, aunque la temporada es larga y todo puede cambiar, cada fin de semana parece confirmar que Marc está de vuelta… y que va muy en serio.