Zarco gana tras la visita de su madre por primera vez... después de ¡17 años en el Mundial!: "Esto es mágico, muy difícil de creer"

Johann Zarco lo volvió a hacer. El piloto francés sorprendió a todos y se llevó la victoria en una de las carreras más caóticas que se recuerdan en MotoGP. Fue su segunda victoria en la categoría reina, pero, sin duda, la más especial. Ganó en casa, ante su público y con un significado histórico: 71 años después, un piloto francés volvió a conquistar el Gran Premio de Francia.

Desde Pierre Monneret en 1954, ningún piloto local había logrado subir a lo más alto del podio en su tierra. Zarco rompió esa maldición este domingo en el circuito de Le Mans, donde la lluvia convirtió la carrera en una lotería de estrategias, caídas y decisiones al límite. En ese caos, el veterano piloto del LCR Honda supo leer la situación como nadie.

Zarco fue uno de los pocos que decidió mantenerse firme con neumáticos de lluvia cuando el resto de la parrilla optaba por cambiar a slicks. Esa decisión, que a primera vista parecía arriesgada, terminó siendo la clave de su éxito. Mientras los favoritos cumplían penalizaciones por cambiar de moto antes de la salida oficial, y se veían obligados a pasar por boxes o incluso a abandonar, el francés se mantuvo en pista, constante y con ritmo, aprovechando cada error de sus rivales.

"Esto es mágico, muy difícil de creer", dijo Zarco emocionado tras cruzar la línea de meta con una ventaja de casi 20 segundos. "La carrera fue muy extraña. Sabía que podía llover, y cuando vi que muchos salían con gomas de seco, confié en que el agua seguiría cayendo. Al final, acertamos", explicó.

Su victoria fue aún más emotiva por un detalle personal: su madre estaba en el circuito, viéndolo correr por primera vez desde que compite en el Mundial. Un triunfo delante de ella y de una afición entregada que coreó su nombre bajo la lluvia.

El piloto de Cannes no tuvo un camino fácil. En la primera curva de la carrera, se vio involucrado en el accidente entre Pecco Bagnaia y Joan Mir, que lo obligó a salirse a la grava y a recomponerse desde el fondo del grupo. "Con el toque, toda la piña de la electrónica se movió. Tuve que ir ajustando los controles en plena carrera, pero no me rendí", relató.

La victoria de Zarco no solo es importante para su palmarés, sino también para Honda. El fabricante japonés no ganaba en MotoGP desde el triunfo de Álex Rins en Austin 2023, también con el equipo LCR. Además, esta victoria corta la impresionante racha de 22 triunfos consecutivos de Ducati, que parecía imparable hasta ahora.

En una temporada marcada por la incertidumbre y las carreras imprevisibles, Johann Zarco ha vuelto a demostrar que, cuando el cielo se oscurece y todo se descontrola, la experiencia y la sangre fría pueden marcar la diferencia.