MOTOGP | GP DE JAPÓN

Jorge Martín aprende del sprint y salva un complicado GP: "Antes de la carrera tenía muchas dudas"

El líder pierde parte de su ventaja en la general frente a Pecco Bagnaia, aunque menos de lo que se intuía tras su difícil sábado.

Jorge Martín celebra su segundo puesto en Motegi. /EFE
Jorge Martín celebra su segundo puesto en Motegi. EFE
Borja González

Borja González

Twin Ring Motegi (Japón)-. Es innegable que para Pecco Bagnaia el fin de semana de Japón ha sido muy bueno. El italiano logró su sexto triunfo en un sprint el sábado, y el octavo en carrera. Aunque, al final, tampoco fue un mal gran premio para el líder, Jorge Martín, después de que estuviese a punto de estropearlo con su caída del sábado en la Q2, un error que le dejó en el puesto 11 de la parrilla, una posición que complica mucho la vida en este MotoGP. Y tanto en el sprint como en la carrera lo salvó: cuarto el sábado, y segundo el domingo, una posición, esta última, que parecía difícil que pudiese alcanzar viendo su rendimiento, aunque de la prueba corta había salido con algunas ideas.

"Lo tengo bastante difícil, pero creo que puedo estar en la pelea por el segundo o el tercero, así que voy a intentar dar ese pasito para pelear mañana por ello", nos decía, y lo clavó. "Hemos tenido que trabajar mucho en detalles de líneas, de maniobras, de aceleración, ver cómo lo hacía Enea, Marc, Pecco", nos explicaba, satisfecho, pero de nuevo sin exagerar en sus emociones. Una mejoría para la que le sirvió mucho haber rodado tras Marc Márquez el sábado. "Vi en Marc varias cosas en cuanto a mapas que he modificado para hoy y, la verdad, es que le está cogiendo muy bien el hilo a esta moto, está gestionando muy bien los neumáticos, sobre todo cuando usamos el blando en la sprint, y he tenido que coger alguna cosilla para hoy".

Con todo esto, Martín firmó un segundo puesto que en algún momento pareció poder ser más, porque en la segunda parte de la carrera, de la vuelta 18 a la 21, consiguió recortar más de medio segundo a su rival, y colocarse a menos de uno, aunque al final tuvo que renunciar a ese intento de caza. "Lo he intentado hasta a falta de tres vueltas. Desde la décima vuelta hasta que faltaban tres ha sido mi momento de gloria, veía a Pecco, que también se iba subiendo por las paredes, y vi la opción de llegar. Pero en el momento en que te acercas la presión sube, el neumático delantero empieza a sufrir y todo se vuelve muy difícil en este tipo de pistas de tanto 'stop and go', y cuesta más". Un riesgo que no tenía sentido asumir, aunque también una prueba de cómo el madrileño fue capaz de rehacerse en un circuito al que Bagnaia llegaba con una condición de favorito que corroboró.

"Estoy contento, porque antes de la carrera tenía muchas dudas, estaba muy nervioso, y he conseguido... era un gran reto salir hoy el once y poder conseguir llegar hasta el segundo, así que tengo que estar muy contento", resumía sobre un fin de semana al que llegó con 21 puntos de ventaja y del que salió con sólo diez, con cuatro grandes premios por disputarse (148 puntos por repartir). Una igualdad que le lleva a aceptar como bueno el llegar vivo a la última cita del año, la de Valencia. "Siendo realista, frío, llegar con opciones ya lo firmo, porque significa que después de tres carreras en Asia aún llegaríamos empatados. Significaría que hemos hecho los dos un gran trabajo y prefiero llegar así que llegar sin opciones, por eso lo digo. Obviamente, intentaré dar mi ciento por ciento, ganar carreras, quedar delante de Pecco todo lo que pueda para llegar con algún colchón a Valencia, pero en el caso de no ser así, lo firmaría".

Un pensamiento que el italiano comparte con él, la señal del nivel de igualdad en el que se está en estos momentos, algo que exige mucha gestión de la presión. "Estas semanas son muy difíciles, hay mucha presión y noto que a veces haces errores de concentración, quizás por tener esa presión. Y por eso al final tengo que intentar visualizar mucho y estar muy preparado antes de las clasificaciones, porque son la clave para el domingo. Ya sé que los domingos soy fuerte, ya sé que puedo llegar saliendo el once, pero todo sale mucho más fácil si ya estás peleando desde esa primera línea", sacaba el líder como lección de lo vivido estos días en Japón. Porque pudo salvar una situación que se había puesto cuesta arriba, aunque con el coste de tener que elevar aún más un nivel de tensión que ya de por sí está siendo altísimo. Para él, y para su rival.