MOTOGP | GP DE AUSTRIA

El esperado punto de inflexión post verano para Honda sigue sin llegar

Los japoneses probaron en Austria una configuración distinta de motor, aunque los resultados siguieron siendo los mismos.

Joan Mir, durante el Gran Premio de Austria./AFP
Joan Mir, durante el Gran Premio de Austria. AFP
Borja González

Borja González

El regreso del verano debía suponer un cambio (o por lo menos la intuición de un cambio) para las dos fábricas japonesas de MotoGP, aunque esas expectativas no se han cumplido. Expectativas que sus propios pilotos habían expresado. Yamaha y Honda llegaron con algunas novedades a la prueba de Silverstone, más los primeros que los segundos, y en Austria estos últimos ya sí que colocaron sobre la pista algo realmente diferente, el primer paso de lo que definen como 'el camino a seguir', pero que en términos de resultados no dejó nada, porque el sufrimiento fue el mismo que en anteriores grandes premios.

"Ha tardado un poco más de lo que esperábamos, pero ha llegado. No me espero que sea una revolución, pero sí una evolución", nos comentaba este pasado jueves Joan Mir, que hace las veces de líder del proyecto. Luca Marini, su compañero, ha llegado este año; Johann Zarco lo mismo, además de que compite en la estructura satélite; y el más experimentado de los cuatro hombres de Honda, Takaaki Nakagami, además de estar como Zarco en LCR, intuye ya que el año que viene no va a estar en la categoría, con la posibilidad de terminar en SBK con su actual marca y con el tailandés Somkiat Chantra sobre su actual moto.

"Viene una última parte de temporada bastante intensa para nosotros de probar cosas, de todo eso que hemos pedido durante esta primera parte de temporada. Parece que todo va a ir llegando. Será duro y difícil de gestionar". Porque si algo ha aprendido Mir en su corto periplo con Honda es que es mejor no tener unas expectativas muy altas, y esperar, mientras dentro de su fábrica sigue habiendo movimientos. El año pasado, por ejemplo, aterrizó bajo una gran expectación el ex jefe de proyecto de Suzuki, un viejo conocido del mallorquín; aunque a Ken Kawauchi, que así se llama este ingeniero, ya no se le ve por su garaje. De hecho, este fin de semana estuvo discretamente sentado en el del equipo de pruebas, siguiendo las evoluciones del piloto invitado Stefan Bradl.

Y es que en Honda están preparando la llegada de técnicos europeos, para tratar de dar un giro a la mentalidad interna de trabajo, la mayoría criados en Ducati. Entre ellos, Fabiano Sterlacchini, que pasaba por ser la mano derecha de Gigi Dall'Igna, que después se pasó a KTM y que desde mitad de este año se ha desvinculado de los austriacos, oficialmente por no haber llegado a un acuerdo para continuar trabajando juntos, en realidad porque tampoco la moto naranja ha dado el paso esperado. "¿Copiar una Ducati?", se preguntaba Mir cuando le comentábamos esta posibilidad.

"Es una pasada el trabajo que hace esta gente y el nivel al que está esa moto ahora mismo. Es espectacular. Esta mañana he estado detrás de Pecco y de la salida de la curva lenta, de la 3 a la 4, me ha metido tres décimas en la recta, sólo con levantar la moto, abrir gas y dejar que la electrónica y el anti wheelie trabaje. Sólo con eso te soplan tres o cuatro décimas. Ellos tienen un 'motoraco', un motor espectacular. Han entendido cómo poner todos esos caballos en el suelo. Nuestra velocidad punta no es tan mala para cómo es nuestra aceleración, que es mala. En aceleración, ellos tienen por alguna razón, un grip de cero a doscientos que es una barbaridad. Parece otra categoría".

Una reflexión acerca de la marca que tiene a las demás, no sólo a Honda, puesta en fila, y con mil preguntas en las cabezas de los ingenieros (y de los pilotos). En cualquier caso, el mensaje en Honda y en Yamaha es que no van a parar. Esta misma semana, desde el miércoles, sus pilotos van a rodar en el Circuito de Misano para seguir con el plan de evolución, esto tras unos días en Austria de los que ninguno extrajo nada positivo. "Probaremos bastantes cosas, que eso te hace encarar los fines de semana con un poco más de positivismo, porque puedes tener alguna opción de poder encontrar algo mejor, pero aquí se me ha hecho la carrera pesada así que no quiero pensar al que la ve desde fuera", añadía el mallorquín.

Tanto Honda como Yamaha, que usará como tercer piloto a Andrea Dovizioso, tienen en sus planes muchas cosas que seguir probando en la prueba de esta semana, en la que estará también presente KTM con Dani Pedrosa (y la vigilancia de Pedro Acosta, que sigue emperrado en entender bien todo de cara al año que viene). "Vamos a seguir probando cosas nuevas hasta final de temporada, y luego en Valencia llegará una moto diferente. Esto te da fuerzas y creo que hace que sea una segunda parte de temporada más entretenida y, como dije al principio de temporada, más fuerte que la primera". En el plan hay configuraciones de motor diferentes y, como en el caso de Yamaha, versiones nuevas de piezas estructurales como basculantes o chasis. Un proceso que no para, pero del que a la vez no se percibe ni un pequeño fruto. Y que, pese al optimismo que se pretende expresar, sigue plagado de dudas y de tensiones internas, y que va necesitando de algún fruto verde para no desfallecer en el intento.