MOTOGP

Pecco Bagnaia y la paradoja de la moto perfecta que provoca fallos inesperados

El italiano de Ducati se ha caído en las dos últimas carreras, perdiendo así la posibilidad de sumar 45 puntos en la general de MotoGP 2023.

Pecco Bagnaia, durante el GP de Las Américas 2023 de MotoGP. /EFE
Pecco Bagnaia, durante el GP de Las Américas 2023 de MotoGP. EFE
Borja González

Borja González

Circuito de las Américas (Estados Unidos)-. Dos discursos calcados ofreció el campeón Pecco Bagnaia tras dos finales calcados en las dos últimas carreras de esta temporada. "Hoy estoy muy enfadado y nervioso. Sé perfectamente que no he hecho nada, que no me he equivocado en nada. He hecho todo perfecto. He hecho muchísimas vueltas este fin de semana y no he tenido ni un susto y no he perdido ninguna vez el tren delantero. Siempre podía gestionarlo bien. Y hoy en la carrera, sin hacer nada loco, me he caído", dijo tras caerse este domingo en Austin, cuando empezaba a abrir un hueco con respecto a Álex Rins, que terminó llevándose la victoria.

"Pecco iba muy rápido, se me iba mucho en el tercer y cuarto sector, yo empujaba un poco más de lo normal, un poco por encima de mis posibilidades en el primero y en el segundo para recortarle, para que no se me fuera. La verdad es que era superior a mí. Pero ha cometido un pequeño fallo…", analizaba Rins, eufórico, tras convertirse en el protagonista indiscutible en Austin, un rol que probablemente, y viendo lo ocurrido el sábado, debía de haber correspondido al italiano.

Eso, lo de la caída sin explicación, es lo mismo que el de Ducati había dicho tras irse al suelo en Argentina, aunque es cierto que cuando la pista está mojada es mucho más fácil que determinados errores inesperados ocurran. Sea como fuere, Bagnaia insistió, lo mismo que en este domingo, en que en la información que da la moto, en la telemetría, no había nada que diese una explicación lógica a lo sucedido.

"Hay una idea que dice que nuestra moto es perfecta, que asusta. A nivel de rendimiento es increíble. Pero es el segundo fin de semana seguido que caigo y que no sé por qué. No me lo explico. La carrera pasada era en agua y podía haber ocurrido una micro cosa, pero a día de hoy sé perfectamente, al 100%,, que no he fallado nada. Porque al final he dado miles de vueltas este fin de semana y todo era perfecto. Siempre. No ha habido avisos, no ha habido movimientos. Hoy, sinceramente, en carrera, controlándolo todo, me he caído. Hay algo que entender".

Un desconcierto absoluto de un piloto enfadado por lo sucedido y que ve cómo se le han escapado dos oportunidades de abrir un hueco importante en la general, más teniendo en cuenta que hay pilotos potentes que no están, como Marc Márquez o Enea Bastianini, y otro, como Fabio Quartararo, que está teniendo problemas. "Todo el mundo quiere la Ducati. Si le preguntas a cualquiera de la parrilla te lo dirá. Es perfecta. Yo tampoco la cambiaría por nada. Pero, sinceramente, estoy teniendo dificultades para entenderla. En la vuelta rápida me siento fortísimo, en el consumo de neumáticos en carrera me siento muy a punto. Me siento imbatible sobre la moto. Pero si después en carrera suceden cosas así, que te caes y no lo entiendes, no sirve de nada lo otro. Preferiría rodar una o dos décimas más lento, tener más sensaciones de la moto", prosiguió.

Bagnaia, 'atormentado' por las caídas

Y en esto último está la clave de la paradoja de la moto perfecta que provoca fallos. Es tan perfecta, va tan bien, que al piloto le cuesta entender cuándo va a llegar el error, no tiene el típico aviso. Según comentaron desde su box a Relevo, esto que puede parecer tan extraño, es lo que 'atormenta' a su piloto. Porque según la información con la que cuentan en el garaje italiano, Bagnaia se fue un pelín largo en la curva 3 cuando se cayó, tocando la zona sucia, pero sin que él pudiese recibir este input de su moto que le alertase de que algo podía pasar.

Y es por ello que coinciden en eso de que a veces es mejor ser un poco más lento pero recibir esos avisos que suelen dar unos vehículos que tienen en esa inestabilidad uno de sus factores, con el que tienen que negociar los pilotos.

De hecho, Dani Pedrosa comentó en DAZN esta teoría: que Bagnaia cuente con una puesta a punto tan buena que le permite ir así de rápido, pero que luego deja poco margen para avisarle.

"Seguramente él sabe perfectamente todo y puede ser algo que tenemos que ver. Siempre quiero notar más el tren delantero y no lo noto bastante bien, pero hay muchos filtros y tenemos que quitar lo más posible", aceptó el italiano, que regresa a Europa con la sensación de haber perdido 45 puntos, y con la frustración de no entender cómo solventar este extraño problema.