UFC
La UFC desbloquea el peso pesado tras un año: Dana White da a su 'protegido' el combate deseado
Jon Jones expondrá el Campeonato de la UFC del peso pesado ante Stipe Miocic este sábado. El duelo se aplazó hace un año y la compañía les ha esperado. Ambos podrían retirarse tras el pleito.
La UFC es una empresa que bien podría definirse como una trituradora. No espera por nadie. Las lesiones están presentes, pero siempre suelen librarlas de manera brillante para que no afecte al producto. Esta premisa no se ha cumplido con el peso pesado. Jon Jones está en la ecuación y la preferencia del mandamás de la empresa, Dana White, hacia él es muy grande. Lleva sin pelear desde marzo de 2023, pero para él sigue siendo el mejor luchador que tiene. Álex Pereira o Islam Makhachev no tiene nada que hacer en esa pugna.
Jones está en la pelea, de manera legítima, por ser el mejor de la historia. Otra cosa diferente sucede en la pugna por ser el mejor luchador del momento. Desde la pandemia ha peleado una única vez. No se sostiene ningún argumento, pero para Dana White, Bones lo merece todo. Jones ha sido el mejor campeón que ha habido en la historia del semipesado. Se tomó tres años para prepararse para debutar en el peso pesado. Maravilló en su estreno. Pasó por encima de Ciryl Gane en marzo de 2023 y ahí se secó.
El estadounidense, de 37 años, quería para su primera defensa a Stipe Miocic. El de Chicago, de 42 años, no pelea desde marzo de 2021 cuando perdió ante Francis Ngannou. Es el peso pesado más laureado de la historia de UFC y por ese lado la pelea podría tener sentido. Jones quería ganarle para posicionarse en la pelea del libra por libra histórico y Miocic para defender su posición. La pelea se programó para noviembre de 2023, pero una grave lesión de Jones le impidió pelear.
Jones necesitó bastante tiempo para recuperarse, pero después entró en juego su mala cabeza. Ha tenido escándalos en este año de espera, pero nada ha hecho variar de su posición a Dana White: habrá pelea contra Miocic por el cinturón del peso pesado. Quizá eso sea lo más criticable de su decisión. Tom Aspinall ganó el título interino y lo ha tenido que defender, algo impropio de UFC, ante la larga espera. La idea que manejan Jones y Miocic es que, pase lo que pase, será su última pelea. El retiro de ambos, sin cinturones por el medio, es lo suficientemente importante, pero parando la división todo huele peor.
Pese a todo, la presión no ha podido con Dana White que dará a su niño bonito lo que quiere. El pleito, deportivamente hablando, no tiene demasiada historia. Jones es muy bueno y Miocic deja demasiadas dudas. Un parón tan largo con esa edad suele ser letal. Si Jones está tan bien como contra Gane no habrá color. ¿Interesa la pelea? Claro, ver a esas dos leyendas frente a frente siempre llama la atención, pero la balanza deportiva parece muy decantada para Bones. Aún así, la pelea generará y será recordada por el final de dos eras. Jones y Miocic chocarán, al fin, para desbloquear una división que se ha puesto muy interesante y que merece mayor continuidad. Lo que se quedó a medias hace un año se recupera este sábado en el Garden. La UFC cierra el ciclo de dos de sus mejores luchadores de siempre.