Los complicados inicios de Topuria en la UFC: "Mi padre me decía que por qué no probaba a tocar el piano o el violín"

Topuria está de dulce. Ya lo estaba en el mes de septiembre, antes de promocionar su documental, 'El Matador', y ahora aún más, después de revalidar su título de campeón del peso pluma de la UFC noqueando a Max Holloway, el pasado 26 de octubre. Su oponente, Holloway, nunca había perdido un combate por KO.

Entre ambas fechas, dos visitas al 'Hormiguero', gracias a su fantástica relación con Pablo Motos. Y en su visita al programa de Antena 3 compartió sus vivencias más personales del combate. "¿Noquear a Holloway? Era imposible para algunos. Si nadie lo ha hecho seré el primero en hacerlo, y así fue", empezó diciendo el luchador.

Ilia se volvió a sincerar en televisión. "No era nada talentoso, siempre estaba mocoso, flaco... mi hermano ganaba y yo perdía, y mi familia se apiadaba de mí y me decía '¿por qué no pruebas a tocar el piano o el violín?'", ha contado el nacido en Halle, Alemania. Su padre, como a la mayoría de hijos, fue clave en el desarrollo, la madurez y la mejora de Ilia: "Me dijo que cuando el mundo conociese mi talento iba a evolucionar el deporte, él me hizo creer en mí, confiar en mí, todo gracias a él".

Topuria contó una anécdota sobre el peso, ya que el nivel al que se prepara es tal que se dieron cuenta de que a la cocinera se le estaba colando "un gramo de sal" en las comidas, lo que le estaba generando que no alcanzase el peso que necesitaba. "Todas las personas que me rodean y están cerca de mí, cuando ven el nivel de esfuerzo que yo implico dentro de este proyecto, a todo el mundo se le desaparecen las dudas... Las dudas siempre están, pero eso es lo que te hace levantarte todos los días", contó Topuria.

'El Matador' también dio las claves de su combate. Y confesó que preparó una estrategia para retar a Holloway desde el inicio, pero su oponente la rechazó. "Lo iba a poner a dormir y él lo sabía", comentó entre risas. "En este deporte todo es estrategia, y las dudas para mí son un impulso".

"A mí me importa mucho más la ilusión que se les nota a los niños en los ojos cuando me ven pelear que lo que diga un jubilado sobre este deporte", dijo Topuria sobre los más críticos con su deporte.