He Bingjiao cumple un sueño en el Santiago Bernabéu mientras levanta la silla de Alaba: "¿Puedo ir a la gala con la camiseta de Mbappé?"

"Soy muy aficionada al Real Madrid", comenta He Bingjiao al entrar en la redacción de Relevo y ver el futbolín femenino en homenaje a las campeonas del mundo que 'preside' las instalaciones. Con esas seis palabras empieza uno de los mejores recuerdos de la jugadora china de bádminton en su visita a Madrid para recibir un reconocimiento en la primera edición de los Relevo X Change por los valores mostrados en su homenaje con Carolina Marín en los pasados Juegos Olímpicos.

Junto a Relevo, visita el Tour del nuevo Santiago Bernabéu y no se tarda en comprobar el motivo de su afición al equipo blanco: toda foto, serigrafía, objetivo o vídeo relacionado con Cristiano Ronaldo era merecedor de una fotografía. "Sigo al Madrid desde que lo fichó", confirma mientras busca cualquier objetivo de quien fuera su ídolo. "Me ha encantado su personalidad y su esfuerzo continuo por querer ser el mejor". Aunque está mejorando su inglés, todavía no lo tiene 100% controlado y decide señalarnos asombrada la estantería con los Balones de Oro del portugués. "Y además, ahora fichan a Mbappé que también me gusta".

Si hay que elegir un segundo gran protagonista de esta visita al Bernabéu es el hipogeo, el nuevo sistema que cuida y oculta el césped para ser tratado de manera subterránea con luces LED. "Wow!", suelta muy expresiva mientras no quita la vista de un vídeo que explica todo el funcionamiento. Es que no pierde detalle del funcionamiento. Incluso, unos minutos después y en una pequeña zona infantil de juegos para los niños, vuelve a quedar impactada con una máquina que simula la recogida del césped y que los más pequeños pueden ejecutar dándole vueltas a un mango.

La imagen más simpática de la visita es descubrir la famosa silla con la que David Alaba celebró la remontada del equipo madridista ante el Paris Saint-Germain en los octavos de final de la Champions League 2021-22. Firmada por el defensa austríaco, está para el disfrute de los aficionados y poder rememorar la celebración. Y He no tardó en hacerlo con una gran sonrisa de unas escasas horas en España que jamás olvidará.

La subcampeona olímpica en París alucina con cada dato que le traduce la traductora de la infinidad de mensajes impresos en las paredes del recorrido guiado. "El mejor equipo de la historia", "La cantera que más jugadores aporta a las cinco grandes ligas", "El equipo de baloncesto también es el equipo con más títulos europeos" o lemas reconocidos entre el madridismo como "La camiseta del Madrid se puede manchar de barro, sudor y hasta de sangre, pero jamás de vergüenza". "Es increíble", repite.

Para terminar, la llegada a la tienda es la última locura. "Quiero todo", avisa mientras coge una camiseta de Kylian Mbappé, unos guantes de portero, un llavero, una pelota de baloncesto y unas cuantas cosas más hasta que apenas puede tener todo en sus manos. Quiere regalos para toda la familia y repasa, una y otra vez, que nadie se quede sin su souvenir madridista. Tras pasar por caja, a este que escribe estas líneas le da un gran susto: "Sé que es una gala y hay que ir bien vestida, pero... ¿podría ir con la camiseta de Mbappé a recoger el premio?".

Bajando los últimos escalones hasta la calle, tiene claro qué quiere hacer en su visita a Madrid: "La próxima vez que venga a España, vendré a un partido". Aunque quedaba una última aventura: el viaje de vuelta de la 'expedición' a las instalaciones de Relevo. El taxista la reconoce, confirma con el resto de pasajeros que es He y enloquece entre videollamadas a familiares y amigos en cada semáforo en rojo ante el miedo a la situación por parte de He y los demás. "¿Sabes a quién llevo en el coche?", le grita a su hijo por el manos libres. En medio de la locura y al conocer que es madridista, señala que "el Real Madrid debería hacerle un homenaje o llevarla a Valdebebas para que conozca a todos los jugadores porque nuestro país está muy agradecido a lo que hizo con Carolina... ¡y encima ahora me entero que es madridista!".

Un subidón de emociones cumpliendo su sueño de visitar el Bernabéu que fue un paso más de un día muy parecido a una montaña rusa porque, solo unos minutos después, se reencontró con Carolina Marín tres meses después de un gesto que dio la vuelta al mundo.