Carolina Marín y He Bing Jiao se reencuentran tres meses después de un gesto en los JJOO que dio la vuelta al mundo: "Parecemos amigas de toda la vida"
La asiática viaja a España para acudir a los Relevo X Change donde ha sido premiada como ejemplo de valores y se ha reencontrado con la española tras mostrar un pin en el podio en su recuerdo.
He Bing Jiao se mueve nerviosa, quiere volver a ver tres meses después a quien se enfrentó en la lucha por la final olímpica. Casi no aguanta la apertura de puertas del ascensor a su llegada a la tercera planta de las instalaciones de Vocento, donde se encuentra la redacción de Relevo. Nos pregunta "¿Cómo está de su lesión?" y se sorprende con la respuesta de que hace ya semanas que dejó atrás las muletas. Sin mirar atrás, camina rápido hacia la sala donde, sentada en una sofá de terciopelo azul le espera, también emocionada y con un torrente de recuerdos, Carolina Marín. Es la primera vez que se ven tras el abrazo final en aquel fatídico 6 de agosto tras la salida de la onubense de la pista destrozada por dentro y por fuera, porque ni siquiera pudieron encontrarse en los vestuarios con una 'Caro' ya camino del hospital.
"Tenía muchas ganas de verte", rompe el silencio con una gran sonrisa la estrella española al verla cruzar la puerta mientras se levanta rápido de su asiento [sin casi recordar que no hace nada salió con una rodilla hecha trizas de una pista de bádminton]. "Desde el momento en el que subiste al podio y llevaste el pin de España, fue un gesto que no me lo esperaba. Tenía muchas ganas de verte y poder agradecértelo en persona". La asiática, a la que le cuesta incluso sacar el hilo de voz, señala que "está súper emocionada por volverse a ver y además, poder hacerlo en España".
El tan esperado reencuentro se ha sucedido este jueves, día en el que la jugadora china ha viajado desde Pekín para estar presente y recibir un reconocimiento en los 'Relevo X Change', evento creado por Relevo para premiar a aquellos deportistas que construyen una sociedad mejor a través del deporte.
Y es que inolvidable será lo ocurrido el pasado 4 de agosto en el Porte de La Chapelle Arena, la sede del bádminton en los pasados Juegos Olímpicos de París, cuando el silencio y el miedo se apoderó de las casi 7.000 personas presentes en aquella mañana fatídica. Carolina caía al suelo lesionada, entre lágrimas y gritos que rompían el corazón de todos. También el de He Bing Jiao, que asustada empezaba a comprobar que lo peor había vuelto a ocurrir: era la tercera lesión grave de rodilla para la única europea capaz de romper la hegemonía asiática a base de golpes al 'volante'.
"Nunca nadie había hecho algo así por mí"
Pero quizás más memorable es lo que ocurrió solo 24 horas después en ese mismo lugar y que se ha convertido, sin ninguna duda, en una de las imágenes deportivas del año y uno de los gestos deportivos más importantes de la historia del Olimpismo. Tras la disputa de la gran final, He decidió mostrar un pin del equipo olímpico español durante la ceremonia de entrega de medallas. "Ella había apagado su teléfono, no quería hablar con nadie y pensé que, mostrando este detalle, ella podría verlo y entender qué quería decirle", recuerda en su visita a Relevo. El gesto no tardó en viralizarse y llegar, en pocos minutos, a los móviles que rodeaban a una 'Caro' hundida por lo que acababa de sufrir. "Nunca nadie me había hecho algo así y te estaré siempre agradecida", cuenta ahora Carolina delante de la protagonista.
En una conexión del reencuentro que se siente tan especial, He no se resiste a confesar que, "al estar hablando así, de esta manera tan cercana, me siento súper conectada" con una Carolina a la que se le nota cómoda mientras asiente a una frase que entra directamente al corazón de los presentes en este exclusivo y preciado encuentro: "Es como si estuviéramos entrelazadas, como si fuéramos amigas de toda la vida". Marín opina lo mismo y confirma una bonita sensación que persistirá aunque no vuelva a enfrentarse con ella nunca más en un partido — He se ha retirado del equipo nacional chino y Carolina solo piensa volver para jugar un posible Europeo en Huelva —: "Con ella siento como un cariño especial y sobre todo yo creo que también empatizamos mucho y conectamos muy bien".
No cabe duda que el gesto las ha unido para siempre. Ahora, tres meses después y con la emoción a flor de piel por parte de las dos jugadoras, vuelven a mirarse a los ojos para declararse la admiración mutua dentro y fuera de la pista. "Estoy muy agradecida a Relevo porque haya hecho posible el que He Bing Jiao haya podido venir a España y poder darle la bienvenida, porque aquí va a tener una segunda casa", ha expresado una emocionada Carolina. "Espero que en el futuro, cuando abras tu academia, pueda ir a dar clases", responde una sonriente He.