Algo se está moviendo, más allá del ping pong, en el barrio con más chinos de España: "Hemos empezado con el tenis, golf, esquí..."
Con motivo del Año Nuevo Chino que se celebra este miércoles, visitamos Usera, el barrio madrileño con más población de origen de este país, para conocer su vinculación con el deporte.

Lunes, 27 de enero, seis de la tarde en Usera. Prácticamente todas las calles lucen decoradas con los típicos farolillos rojos que anuncian el Año Nuevo chino. En este barrio madrileño residen, según datos municipales, 9.012 ciudadanos de origen chino, conformando así la mayor comunidad de la capital. "Para los chinos es una fiesta superimportante, todo el mundo sabe que los chinos son muy trabajadores todo el año, excepto durante el Año Nuevo chino. Normalmente paran, desde lo que sería la Nochevieja, durante unos 10-15 días, dependiendo de la ciudad o región. Incluido el deporte, claro", explica a Relevo Liria, una joven entrenadora de fútbol y agente de jóvenes promesas chinas, que lleva afincada 11 años en Madrid, mientras se toma un capuchino en la Cafetería Shan Shan.
A unos 300 metros de allí se escucha el ruido de las palas golpeando las bolas de tenis de mesa. Es el CTM Usera, "el sitio de Madrid con más palistas chinos", explican los gerentes del mismo. Un lugar de reclamo dentro de la comunidad china que el pasado domingo reunió a unos 35 palistas. ¿El motivo? Un torneo para conmemorar el Año Nuevo chino, que este año se celebra el 29 de enero y que dará entrada al año de la Serpiente. También tiene su influencia dentro del deporte, aunque la cultura deportiva china sea diferente a la europea o estadounidense e incluso varíe en función de la generación a la que uno le pregunte.
"En la comunidad china hay muchas familias que no siguen mucho el deporte y que los deportes de equipo como el fútbol o el baloncesto los siguen relacionando con los hombres. Hoy en día es verdad que hay equipos de fútbol femenino, chicas que juegan al ping pong en China, en la selección y todo. Está ahora más normalizado, pero aún queda. Más que nada porque parece que la gente no tiene mucho interés en el deporte. Es como que ellos viven su vida diferente", explica Sofía, nacida en España, pero de nacionalidad y familia china, que aborda esa barrera generacional que a nivel deportivo sigue estando muy presente.
"Yo juego al fútbol, pero me ha costado porque en mi familia, por ejemplo, no estaba bien visto, y eso pasa en muchas otras. Incluso viviendo aquí en España. Es verdad que a lo mejor gente joven, desde adolescentes hasta otros con unos 30 años, sí que juegan por ejemplo al baloncesto, al fútbol, que organizan algún partido, o al ping pong. Pero, ¿el resto? Casi nada", explica.
Si uno pregunta en bares, tiendas de alimentación, de ropa o diversos comercios regentados por ciudadanos de origen chino comprueba que los más mayores aseguran que no siguen el deporte ni lo practican, salvo excepciones en las que sí que mencionan el ping pong o el taichí. Los más jóvenes sí que afirman que son seguidores o practican algún deporte. "Esto también es un poco en función de los que somos más chinoles, es decir, que somos nacidos en España, pero de familia y nacionalidad china. Sí que seguimos más los deportes, pero más bien de aquí", comenta Diana. Aunque Liria va un poco más allá en esa explicación.
"Yo desde pequeña hacía deporte, en mi caso voley, porque mi madre quería que hiciese deporte. En mi caso es que mi familia es distinta, tiene un carácter más abierto y más activo y nos gustan los deportes", explica Liria. "En general los chinos tenemos un carácter más tranquilo, para nosotros pasear por la calle, jugar al ping pong o al bádminton es nuestra forma de hacer deporte. El ping pong y el bádminton son más sencillos para practicar, no se necesita tanto espacio. El fútbol requiere mucha resistencia física y a la mayoría le gustan más las cosas sencillas. Aquí en este barrio hay un club de ping pong, por ejemplo. La selección china de ping pong siempre gana, eso también nos motiva a practicarlo", dice.
"En los últimos años sí que han empezado a jugar baloncesto, tenis, esquí, golf… Porque han salido deportistas chinos con influencia internacional. Por ejemplo, Yao Ming en baloncesto. Esto está pasando también en otros deportes porque están saliendo estrellas. Si hay un deporte en el que no salen estrellas, no llama la atención. Lo que ocurre también es que en los Juegos Olímpicos, en los deportes en los que destacamos son los saltos, gimnasia, lanzamiento de peso o atletismo, pero al final son deportes más difíciles de practicar", matiza Liria.
"Lo que más siguen es la NBA, tipo Lakers, etc. Eso sí que lo ven muchos jóvenes, porque les gusta y al final es como aquí el fútbol: si a un niño le gusta el fútbol le gusta Messi, Cristiano…", cuenta por su parte Sofía. Eso sí, si algo queda claro -y explica por qué tanto la ACB como LaLiga, por ejemplo, están teniendo tantos acuerdos para la retransmisión de partidos en China- es que lo que más siguen a nivel de deportes de equipo no son las ligas chinas, sino las mejores a nivel extranjero.
"A mis padres en China les gusta ver el fútbol y el baloncesto. Para practicar sí que el ping pong o bádminton, que son cosas más sencillas para practicar. Lo que ven es la NBA, y el fútbol que gusta en China es la Liga española, la de Inglaterra, la Champions o el Mundial. Las selecciones chinas de baloncesto y de fútbol no tienen un nivel tan alto, entonces la gente lo que le gusta ver son partidos europeos", cuenta Liria, que añade: "En el fútbol, en China hay menos campos de fútbol que en España porque el precio de terreno es más caro. Además, los estudiantes chinos siempre están ocupados con los estudios y es para ellos difícil practicar deportes como fútbol, allí no es que haya una liga tan completa como en España, faltan competiciones de alta calidad para potenciar el deporte". Y esto es algo que ilustra a la perfección Rubén Wang.
Él es el presidente de la Peña Real Dragón del Real Madrid, la única peña madridista china que existe en España y que cuenta con más de 300 socios. "En mi caso tengo poco conocimiento del deporte chino. Pero cuando llegué a Madrid, hace ya 25 años, tenía un bar y allí todas las semanas los clientes veían el fútbol y al final me empecé a meter en la cultura del fútbol, sobre todo del Real Madrid. Entonces creamos la peña y nos juntamos para ver los partidos", cuenta en una llamada con Relevo desde China, donde precisamente se encuentra estos días para celebrar junto a su familia el Año Nuevo Chino.
Y es que si algo ha quedado claro es que, a diferencia, por ejemplo, de lo que ocurre en España, mientras que aquí es habitual congregarse para ver partidos importantes -basta con ver esas pantallas gigantes en cientos de ciudades con motivo de Mundiales, Eurocopas, etcétera-, esto no es algo que ellos tengan por costumbre. "Bueno, hay un bar donde sí que la gente joven se junta, pero para ver partidos de equipos españoles de fútbol, por ejemplo", cuenta Diana. Aunque si se habla de ping pong, la historia es distinta, porque aunque no se junten para verlo, sí que lo hacen para practicarlo.
El "ping pong", eje deportivo para todas las edades
Si uno se da una vuelta por el Parque de Pradolongo, es habitual encontrarse a gente de todas las edades practicando tenis de mesa en alguna de las tres mesas que hay. "Es como nuestro deporte más importante. Yo veo algunos vídeos de partidas de China a través de TikTok, por ejemplo", cuenta por su parte Dani desde detrás del mostrador de un establecimiento de bubble tea en Usera. Y justo para responder a este reclamo, aunque sea en su adaptación a lo que ya es el tenis de mesa, nació el CTM Usera, donde Manolo y Wang, dos entrenadores del club, no dudaron en abrir las puertas del mismo a Relevo.
"Es el sitio de Madrid con más palistas chinos, unos 60 o 70, aunque también tenemos españoles. Nacimos justo seis meses antes de la pandemia del coronavirus, en 2019. Es un club federado con niños, adultos, de todas las edades. Tenemos desde pequeños hasta Tercera Categoría Nacional, con niños desde los 6 años hasta personas de 80", explican mientras varios niños entrenan en las cuatro mesas que disponen las instalaciones.
"Aquí somos aficionados, estamos intentando sacar algo de cantera de niños. Mucha gente como nosotros, que somos chinos, piensa que es el mejor deporte del mundo. Aquí hay muchos que ven vídeos y las olimpiadas. Así que queremos hacer un club más grande para que la gente pueda disfrutar, seguir creciendo y montar una escuela", explican.
China celebra este miércoles su Año Nuevo con aún mucho camino deportivo por recorrer. Atrás quedó la época en la que trataron de convertir su liga en una como la de Arabia Saudí. Ni siquiera caló entre su gente, que desde España sigue cada vez con más entusiasmo los grandes nombres del deporte mundial. La práctica ya es otra historia. Bádminton y tenis de mesa -o, como todos decían, ping pong- son allí como el fútbol o el baloncesto aquí, y a la vista está que es algo que va en sus raíces. Lo practican sin entender de fronteras, aunque sí como lenguaje universal: una vía de unión para hacer comunidad con sus allegados.
Aun así, siempre hay un espacio para el progreso, como por ejemplo para aquellas familias a las que hacía referencia Sofía con su testimonio: "Hay muchas familias que siguen relacionando el deporte con los hombres". Quién sabe si el Año de la Serpiente romperá el techo de cristal que aún convive entre su gente.