TURF

La zancada elegante de Joao tira del carro de Antoine Griezmann

La cuadra del jugador del Atlético de Madrid sigue sumando victorias, ahora en las carreras de trotones.

Griezmann sigue su racha ganadora con su cuadra ecuestre./
Griezmann sigue su racha ganadora con su cuadra ecuestre.
José M. Amorós

José M. Amorós

Una victoria tras otra. La Ecurie Griezmann sigue con su racha triunfal en las carreras de caballos francesas y vuelve a arrasar en una nueva cita del circuito nacional. El hipódromo de Cagnes-sur-Mer acogía una gran jornada de trotones y allí se presentaba el delantero del Atlético de Madrid con dos de los grandes nombres de su cuadra: Kimba du Noyer y Joao de Vandel. Una jornada de carreras este martes que terminó en un día de ensueño para el futbolista francés: dos victorias en dos eventos para los de la chaquetilla negra y rosa.

La victoria más especial llegó gracias a Joao. Las gradas del hipódromo se vinieron arriba con la gran remontada del ejemplar de Griezmann que, con un amplio y elegante trote, consiguió remontar en los últimos metros de la recta final para sumar un triunfo de prestigio. En las carreras de trotones es importante que los caballos no opten por el galope, algo que provoca más lentitud a la hora de arrastrar el carro donde monta el jockey. En Cagnes, el gran rival del caballo del rojiblanco, Juve Heripre, no aguantó el estilo y terminó sucumbiendo ante Joao de Vandel, que terminó llevándose a casa los 10.800 euros adjudicados al ganador del Prix Quixotic.

Joao de Vandel es hijo de la yegua Viga de Vandel, de quien heredó el apellido, y ya suma unas ganancias de 30.000 euros en premios en el último año. El último triunfo llega tras una progresión exponencial en las últimas pruebas donde ha ido escalando puestos en la clasificación final: 6º, 5º, 3º, 2º y 1º. No cabe duda de que ya se ha convertido en una de las joyas más en forma de la cuadra de Antoine.

La primavera parece ser su época favorita, ya que fue en abril del pasado año cuando se estrenó en el palmarés, con una victoria en el Prix de Cavaillon. Con una larga zancada y un estilo elegante, se ha ido ganando la confianza de Griezmann y su equipo, que abonó 110.000 euros para su compra a finales de 2020, cuando apenas tenía un año. Aquel día, Grizzie desembolsó un total de 307.000 euros en cuatro fichajes.

La pasión de Griezmann por los caballos viene de lejos. Su padre, Alain, era un gran aficionado y, en cuanto tuvieron la oportunidad, se lanzaron a la aventura: "Es un mundo que me hace olvidarme del fútbol y eso me encanta. Voy cada vez que puedo. Con mi mujer y con mi hija, pasamos buenos ratos con nuestros caballos". Las carreras son una vía de escape del fútbol, pero no de la tensión competitiva como cuenta en una entrevista en el medio especializado francés Equidia: "Cuando corre uno de mis caballos, es peor que tirar un penalti o tener la última ocasión de un partido. En las carreras, no depende de mí y no puedo hacer nada. Eso me genera mucha más tensión. Lo veo por la tele y me pongo de pie gritando durante la carrera. Cuando me pilla jugando, lo veo al terminar con la misma tensión".

Griezmann, un propietario de éxito

El internacional por Francia se ha convertido en uno de los propietarios más respetados de los últimos tiempos en el turf francés por su evolución, aunque tiene claro que no quiere convertirse en un 'jeque': "Quiero ser un propietario a largo plazo. Comencé con un 20% de TOP5, luego un 38% y hemos llegado hasta un 48% de éxito. Intentamos hacer crecer el presupuesto, pero siempre tenemos un límite para no pasarnos".

El mundo de las carreras de caballos tiene mucho en común con el fútbol, aunque no lo parezca. Los propietarios, sobre todo los noveles, exigen resultados a los encargados de su establo y piden un retorno económico express de su inversión. En ese caso, Griezmann quiere marcar diferencias y aunque "sigue aprendiendo", como él mismo reconoce, apuesta por la continuidad y la calma: "Soy un propietario paciente, que le da mucha confianza a sus entrenadores. Hablo todos los días con ellos y les suelo pedir vídeos de los entrenamientos".

El mundo del fútbol está cada vez más ligado con esta inversión y el delantero ya tiene con quién compartirlo dentro del vestuario: "En el Atlético, estoy intentando transmitirle mi pasión a Kondogbia, que me pregunta mucho por mis caballos. En la selección francesa, hablo mucho con Lenglet, que también es propietario". Quién sabe si, en un futuro, los futbolistas puedan llevar su rivalidad del césped de los estadios al césped de los hipódromos. Parece que se está poniendo de moda.