JUEGOS PARALÍMPICOS

Los olvidados por el movimiento paralímpico

Deportistas sordos, con Síndrome de Down o algunas modalidades que sí existen en los JJ.OO. no entran en el programa de los Juegos Paralímpicos. Relevo charla con algunos de los deportistas afectados.

El nadador Guillermo Gracia. /HOY
El nadador Guillermo Gracia. HOY
Andrea Robles

Andrea Robles

París.- La capital francesa se convierte en estos días en el mejor escenario para demostrar la potencia y el talento de los deportistas paralímpicos. Cada cuatro años (tres esta vez), los Juegos Paralímpicos muestran al mundo cómo los deportistas con discapacidad no tienen nada que envidiar a sus homónimos olímpicos que se han concentrado en la misma ciudad e instalaciones unos días antes.

Según el Comité Paralímpico Internacional (IPC), el Movimiento Paralímpico, en París 2024 participan 182 países y 4.400 deportistas con algún tipo de discapacidad física, intelectual, visual, parálisis cerebral o lesión cerebral. Una buena representación de las personas con discapacidad, pero no total.

Los 'Juegos de la inclusión y de la igualdad' no han terminado con la discriminación de algunos atletas que tienen discapacidad auditiva, Síndrome de Down, o en ocasiones, deportistas cuyas modalidades no entran en el programa paralímpico a pesar de estar en el olímpico.

Este último caso es el del español Adrián Becker, que compite en la modalidad de foso olímpico y es el actual número 2 del mundo.

"Esa es la paradoja, que se llama 'foso olímpico', pero nosotros somos paralímpicos y no estamos en los Juegos Paralímpicos. Somos de las poquitas modalidades que no entramos en los Juegos, por eso estamos tan disgustados y tan cabreados", cuenta a Relevo.

El foso olímpico o tiro paralímpico iba a entrar en París 2024 como exhibición y ya de pleno derecho en Los Ángeles 2028, pero finalmente no ha sucedido y la decisión del Comité Paralímpico Internacional permanece en stand by, para desgracia de estos deportistas que sueñan con participar en la cita más importante del deporte paralímpico.

"A ver, para un deportista lo más grande que hay en su vida deportiva es ir a unas Olimpiadas, eso es lo más grande. Y si después ya tienes medalla, vamos, con eso ya puedes vivir ilusionado de por vida", sueña este deportista afectado de la mano izquierda tras un accidente con una escopeta en 2002.

También puede suceder que tu deporte sí entre en el programa paralímpico, pero no así tu clasificación, como ocurre con el tiro con arco para deportistas con daño cerebral.

"Nosotros, al tener la parte izquierda paralizada, tiramos con la boca, por lo tanto, la apertura desde el brazo derecho, que es el bueno, hasta la boca, la apertura es muy cortita para tirar a 50 o 70 metros, y no hay categoría que se adapte a nuestras circunstancias", explica.

El que habla es Diego Marcos, campeón de España en esta modalidad, afectado de hemiplejia y con un 89% de discapacidad.

"Espero que algún día podamos participar, sería lo máximo, pero nos tiene que ayudar mucha gente. Primero empezamos con la Federación Valenciana, luego Federación Española y así poquito a poco ir subiendo hasta llegar a unos paralímpicos, que sería lo máximo", reclama.

Los dos tiradores se aferran a ese rayo de esperanza que han visto en otros casos. Sin ir más lejos, el subcampeón de salto de longitud en Tokio 2020, Iván Cano, tuvo que esperar varios años hasta que su deporte se incluyera en el programa paralímpico. Lo mismo sucede con el triatleta Dani Molina, una de las grandes estrellas de este deporte que hasta París 2024 no ha podido participar porque su categoría siempre se quedaba fuera. Otros lo tienen más difícil, como es el caso de las personas con Síndrome de Down o discapacidad auditiva.

La parte física, crucial en Síndrome de Down y sordos

Quizás los grandes olvidados del Movimiento Paralímpico sean los deportistas con Síndrome de Down. En su caso, el problema es que hasta ahora la única opción que se les presenta sería la de participar en una categoría, la de discapacidad intelectual S14, en la que no tendrían opciones reales de ser competitivos.

"Es imposible que una persona con Síndrome de Down pueda conseguir una mínima para ir a unas Paralimpiadas, ya que aparte de discapacidad intelectual, tenemos parte física", afirma el nadador Guillermo Gracia, 20 veces campeón del mundo, 15 veces campeón de Europa y más de 40 veces campeón de España.

Virtus, la Federación Internacional para personas con discapacidad intelectual, está trabajando junto con el Comité Paralímpico internacional para que algún día puedan tener su clasificación funcional.

"Al final, todos somos deportistas y entrenamos tanto o más que cualquier persona sin discapacidad, para conseguir un objetivo que, de momento, no podemos alcanzar", destaca este nadador que posee seis récords del mundo y 21 récords de España, tanto en piscina de 25 como de 50 metros.

La Selección española de fútbol sala, campeona de los Juegos Sordolímpicos 2024.  LNFSS
La Selección española de fútbol sala, campeona de los Juegos Sordolímpicos 2024. LNFSS

En marzo se celebraron los Juegos Sordolímpicos y en ellos, la Selección femenina de futbol sala de España se proclamó campeona tras vencer a Brasil (2-5) en la final.

La gesta quedó "silenciada" por la poca visibilidad que tiene esta competición. Probablemente, de formar parte de los Juegos Paralímpicos, el eco hubiera resonado en más partes.

"Es una pena, hemos logrado algo importante. No tengo ni idea de por qué no estamos los sordos en los Juegos Paralímpicos", clama la futbolista Pilar Ferrer.

En el caso de estos deportistas, siempre se ha considerado que su discapacidad no les impide alcanzar niveles profesionales sin discapacidad. Como ejemplo, durante estos Juegos Olímpicos de París 2024 participaron varias nadadoras con sordera. Sin embargo, muchos deportistas sordos se sienten discriminados por el Comité Paralímpico Internacional, en del que no forma parte el Comité Internacional de Deportes para Sordos (ICSD).

"Yo creo que al ser tantísimos sordos que somos, que se practica atletismo, ciclismo, fútbol, etcétera, igual por eso lo han hecho por separado, pero llevan ya más de 20 años así", cuenta la campeona sordolímpica que, como el resto de olvidados por el movimiento paralímpico, sueña con formar parte de los Juegos Paralímpicos y que por fin todos vean y escuchen sus logros.