JUEGOS PARALÍMPICOS

El médico judío que se enfrentó a los nazis y fundó los Juegos Paralímpicos

Ludwing Guttman fue el creador de los Juegos Paralímpicos. De religión judía, durante la Polonia del Tercer Reich se enfrentó a los nazis mientras innovaba en el campo de la neurología para ayudar a las personas con discapacidad.

Los Juegos de Stoke Mandeville, el origen de los Juegos Paralímpicos. /GETTY
Los Juegos de Stoke Mandeville, el origen de los Juegos Paralímpicos. GETTY
Andrea Robles

Andrea Robles

30 de enero de 1933. Hitler llega al poder en Alemania y el país se transforma. De repente, los judíos se convierten en una parte de la población a la que señalar, poco a poco se prepara el caldo de cultivo de lo que será la Segunda Guerra Mundial.

Un médico judío aguanta en Alemania pese a lo que está ocurriendo y cuya Noche de los Cristales Rotos supondrá un antes y un después para él. Quiere seguir con sus innovadoras investigaciones para mejorar la vida de las personas con discapacidad, las cuales aumentan debido a las heridas que deja una cruenta guerra.

Él es el doctor Ludwig Guttmann, y en 29 de julio de 1948 organiza en el hospital que regenta los Juegos de Stoke Mandeville, el germen de lo que posteriormente serán los Juegos Paralímpicos. Pero antes de llegar a aquella cita en la que 16 militares, hombres y mujeres, compitieron en tiro con arco, hay que viajar a los orígenes del pequeño Ludwig.

En 1902 el matrimonio Guttmann se traslada de Toszek a Chozow (en alemán, Köninghütte), una región polaca de Prusia (que se convertirá en Alemania) que cuenta con el primer hospital del mundo dedicado a los accidentes laborales y que en el futuro será desgraciadamente uno de los subcampos de concentración de Auschwitz.

Ludwing todavía desconoce que no reconocerá a su país dentro de unos años. Tampoco qué sucederá con sus compañeros de religión. Mucho menos, la importancia que tendrá él en el campo de la neurología y en el deporte paralímpico.

En Chozow, Guttmann alcanza la mayoría de edad y, durante su voluntariado en los servicios médicos de Emergencia Nacional, conoce a un joven minero con la espalda rota al que los médicos sólo dan seis meses de vida. Aquello impacta a Guttmann y marca su destino, como también lo hará una infección que le impide alistarse en el ejército. Como recoge el libro Corazón de Campeón (Nagrela Editores, 2024), le rechazan al grito de "¡Ya tenemos suficientes lisiados por aquí!". Ese desprecio hace mella en su corazón y sentará las bases de la lucha que llevará en el futuro.

El 1 de enero de 1936, el ya doctor Ludwig Guttmann se encuentra en Breslavia. En aquella época entran en vigor las Leyes de Núremberg y se empieza a señalar a los judíos como ciudadanos de segunda clase. En la ciudad, el nazismo está en auge y la Gestapo busca a los enemigos del Reich. Algunos hebreos huyen antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, otros no lo consiguen y son enviados a los centros de trabajos forzados… Terminarán en campos de exterminio.

El Holocausto, que acabará con 17 millones de personas en toda Europa (se calcula que unos 6 millones de judíos) está a la vuelta de la esquina y Guttmann tiene un puesto de responsabilidad que le impide pasar desapercibido: es director médico del Hospital Israelita.

Ludwig Guttmann.
Ludwig Guttmann.

Todo empeora, se prohíbe a los médicos de la comunidad judía ejercer su profesión a no ser que curen a los de su propia "raza". Después, los centros médicos hebreos se verán obligados a contar sólo con 14 efectivos. Guttmann se opone a tal barbaridad ante el secretario general nazi de Sanidad. Su valentía es premiada con más efectivos. No será la primera vez que el neurólogo se plante ante los nazis: también tendrá un papel protagonista en la famosa Noche de los Cristales Rotos.

La Noche de los Cristales Rotos

La comunidad judía sufre un terrible ataque la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 en las Alemania y Austria nazis. Las tropas de asalto de las SA y los civiles antisemitas cargan contra ella: destruyen sinagogas y escuelas, saquean tiendas, escuelas… Los ciudadanos israelitas no corren mejor suerte que sus propiedades: hay asesinatos, detenidos y deportados a campos de concentración.

Esa noche Guttmann ingresa a 74 heridos, algo prohibido por la Gestapo, que acude al centro en busca del responsable. El director del centro se enfrenta a los agentes, quienes consideran que aquellos no son pacientes legítimos y quieren detenerlos a todos. Ludwing convence, caso a caso, a los nazis de por qué sus pacientes merecen ser asistidos. Y se pone en el foco: "Responderá con su cabeza de cualquier hecho irregular que encontremos", tal y como recoge la biografía de Guttmann escrita por Roberto Riccardi.

Por suerte, los avances del doctor en el campo de la neurología sorprenden incluso a la Alemania nazi, lo cual le confiere cierta protección durante el Tercer Reich, aunque la amenaza de la detención, deportación o un destino peor no deja de acechar al neurólogo.

Finalmente, Guttmann se traslada a Reino Unido. Allí formará el Hospital de Parapléjicos de Stoke Mandeville, lugar al que llegarán los inválidos de la maldita Guerra. La novedosa apuesta del doctor para mejorar la vida de sus pacientes está en el deporte… y funciona.

Guttmann y la reina de Inglaterra durante los Juegos de Stoke Mandeville.  GETTY
Guttmann y la reina de Inglaterra durante los Juegos de Stoke Mandeville. GETTY

En 1948 se celebran los Juegos Olímpicos en Londres, los cuales inspiran al director de Stoke Mandeville, que decide organizar ese mismo año un campeonato de tiro con arco entre sus pacientes. La cita crece año tras año, llegan deportistas con discapacidad de varias partes del mundo y finalmente, en 1960, los Juegos de Stoke Mandeville se trasladan a Roma, lugar donde se celebran los JJOO y donde se disputarán bajo el nombre de Juegos Paralímpicos por primera vez.

En aquella edición participaron 400 atletas de 23 países distintos. Desde entonces, los JJPP se han celebrado cada cuatro años, como los Juegos Olímpicos. En los París 2024 competirán 4.400 deportistas con discapacidad de 182 países del mundo, verdaderos deportistas de élite que con sus actuaciones envían un mensaje de inclusión por todo el planeta Tierra.

Y todo empezó con un doctor que fue discriminado, primero por una lesión, y posteriormente por su credo, que se enfrentó a los nazis y que se llamaba Ludwing Guttmann. Su apellido significa 'buen hombre' y cambió la forma en la que el mundo veía la discapacidad.