JUEGOS PARALÍMPICOS

Las historias truncadas de los nueve refugiados que buscan brillar y olvidar en los Juegos Paralímpicos

París 2024 reúne al mayor equipo paralímpico de refugiados de la historia, tras su inclusión en los Juegos de Río 2016 y Tokio 2020.

Los nueve integrantes del Equipo Paralímipico de Reufgiados de los Juegos de PaArís 2024./IPC
Los nueve integrantes del Equipo Paralímipico de Reufgiados de los Juegos de PaArís 2024. IPC
Andrea Robles

Andrea Robles

París.- En unas horas, los Campos Elíseos serán escenario de una ceremonia de inauguración nunca antes vista. Los Juegos Paralímpicos abandonan los estadios en la fiesta que sirve de antesala a la competición. Por primera vez, los deportistas desfilarán en la ciudad. Unos 4.000 atletas de 184 delegaciones caminarán hasta la Plaza de la Concordia acompañados por sus compatriotas y bajo los colores de su bandera todos menos nueve.

Los de París serán los Juegos con el mayor Equipo Paralímpico de Refugiados de la historia. Son los terceros que cuentan con deportistas exiliados, nueve, después de que en los de Río 2016 participaran dos deportistas refugiados o solicitantes de asilo bajo la denominación de Equipo Independiente de Atletas Paralímpicos, y en Tokio 2020 lo integraran seis deportistas. Todos ellos representan a más de 120 millones de personas desplazadas por guerras y conflictos políticosociales en sus países de origen.

"Los refugiados prosperan cuando se les da la oportunidad de usar, desarrollar y mostrar sus habilidades y talentos, en el deporte y en muchos otros ámbitos de la vida", explicó Filippo Grandi, director de ACNUR, en la presentación del equipo.

El grupo se ha hermanado, tal y como ha contado Nyasha Mharakurwa, jefe de misión del Equipo: "Estoy muy orgulloso de la rapidez con la que los deportistas se han unido. Pensábamos que esto podría ser un desafío teniendo en cuenta la diversidad del equipo y las diferencias de idioma y cultura. Sin embargo, en realidad, han construido relaciones y se han apoyado mutuamente desde el primer día, unidos por el hecho de que en París 2024 son parte de algo mucho más grande que ellos mismos".

En total, ocho hombres -uno de ellos es guía- y una mujer, con nombres y apellidos, pero sin bandera, competirán con el Equipo Paralímpico de Refugiados y no con el de sus países de procedencia: Camerún, Afganistán, Siria, Colombia o Irán. Países que quedan lejos de estos Campos Elíseos que hoy celebrarán a los deportistas paralímpicos del mundo, incluidos los que ya no pueden competir por su bandera. Estas son sus historias.

Guillaume Junior Atangana y Donard Ndim Nyamjua

El velocista ciego camerunés Guillaume Junior Atangana se quedó a las puertas de la medalla en los 400 metros de la clase T11 en Tokio 2020. Quiso ser futbolista, pero se dedicó al atletismo cuando perdió la vista. Ahora vive en el Reino Unido. En París 2024 competirá con su guía y compañero refugiado Donard Ndim Nyamjua en 100 y 400 metros.

La clasificación fue dura, su guía estaba lesionado, pero lo logró y ahora sueña con el podio. "Al principio no teníamos mucho apoyo. No conocíamos a nadie; estábamos en el limbo sin nuestros papeles. Sin embargo, mi guía y yo nos mantuvimos centrados en nuestro entrenamiento con la esperanza de clasificarnos para París en la mente", dijo en declaraciones al IPC.

Guillaume Junior Atangana y Donard Ndim Nyamjua.  IPC
Guillaume Junior Atangana y Donard Ndim Nyamjua. IPC

Ibrahim Al Hussein

Los de París 2024 serán los terceros Juegos Paralímpicos consecutivos para el sirio Ibrahim Al Hussein. Pero esta vez cambia la natación por el triatlón. Perdió una pierna en una explosión mientras intentaba salvar a un amigo.

"Cuando llegué a Grecia en 2014, sin dinero en el bolsillo y en silla de ruedas, un médico griego me atendió gratis. Así que empecé a trabajar para pagarme los gastos y poder volver a practicar deporte con personas discapacitadas, así como para integrarme en la sociedad griega", recordaba.

Salman Abbariki

París 2024 serán los segundos Juegos Paralímpicos para el lanzador de peso iraní Salman Abbariki, tras Londres 2012. En los Juegos Paralímpicos Asiáticos de 2010 conquistó el oro y batió el récord continental de lanzamiento de perso F34 al llegar a los 10.34 metros.

"El deporte me aporta alegría, vitalidad y confianza en mí misma. Me ha dado la esperanza y la motivación para seguir persiguiendo mis sueños y esforzarme por ser la mejor", aseguró al máximo organismo del paralimpismo mundial.

Hadi Darvish

También iraní y también refugiado en Alemania, el haltero Hadi Darvish quedó atrapado por el deporte paralímpico al ver por televisión las competiciones de Londres 2012. Pasó dos años en un campo de refugiados alemán. Fue bronce en la categoría de hasta 80 kilos en la Copa del Mundo celebrada el pasado junio en Tiflis (Georgia).

"No consideraba que las condiciones allí fueran compatibles con mi espíritu de amor por la libertad"- aseguraba al IPC-. Deseo que mi país, Irán, sea libre y feliz".

El paralímpico refugiado Hadi Darvish.  IPC
El paralímpico refugiado Hadi Darvish. IPC

Sayed Amir Hossein Hosseini Pour

El tercer iraní refugiado en Alemania es el palista Sayed Amir Hossein Hosseini Pour. También vivió en distintos campos de refugiados, sin su familia.

"Quizás no sea fácil de entender para alguien que nunca ha sido refugiado, pero verte obligado a huir de tu país, estar lejos de tu familia y los enormes desafíos que enfrentas en un nuevo país son algunas de las condiciones más difíciles que cualquier ser humano puede experimentar", explicó a Paralympics.org.

Ganó dos medallas de oro en los Juegos Paralímpicos Asiáticos de la Juventud 2021.

Amelio Castro Grueso

A los 20 años, el esgrimista colombiano Amelio Castro Grueso sufrió un accidente de tráfico con el que perdió la movilidad de sus piernas y más tarde tuvo que huir del país al sufrir amenazas.

"Cuando llegué a Italia, me sentí como si estuviera en la oscuridad. Era difícil, como migrante, encontrar un lugar para entrenar, comer adecuadamente y tener el descanso óptimo que requiere un atleta de alto rendimiento. Pero luego conocí a Daniele Pantoni, quien desde el primer día ha estado a mi lado ayudándome a entrenar y asistiéndome en todo lo que necesitaba. Gracias al Equipo Paralímpico de Refugiados he podido participar nuevamente en competiciones internacionales", aseguró.

En mayo ganó una medalla de bronce en la categoría B de espada en el Campeonato Americano de Esgrima en Silla de Ruedas de Brasil.

La refugiada afgana Zakia Khudadadi, a la derecha.  IPC
La refugiada afgana Zakia Khudadadi, a la derecha. IPC

Hadi Hassanzada

El taekwondista afganoiraní Hadi Hassanzada se desplazó varias veces en busca de un país pacífico donde vivir, llegando a poner en riego su vida en el invierno de los bosques de Turquía, antes de encontrar finalmente la seguridad en Austria. Su vida ha estado llena de desafíos, incluida la pérdida de su mano derecha, pero gracias al deporte se ha levantado una y otra vez.

"La historia de mi vida gira en torno al desplazamiento. Nací en Afganistán y crecí en Irán, y luego regresé a Afganistán pensando que el país se había vuelto pacífico. Me equivoqué y elegí el difícil camino de irme y llegar a Europa porque lo vi como mi mejor oportunidad de vivir una vida pacífica", recordó al IPC.

Todos ellos buscan olvidar las heridas que les causaron en el pasado, pero sobre todo quieren brillar en los Juegos y colgarse la primera medalla de la historia del Equipo Paralímpico de Refugiados, como ocurriera hace unas semanas con la boxeadora y refugiada camerunesa Cindy Ngamba en los Juegos Olímpicos.