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Cindy Ngamba abre los libros del deporte olímpico para los refugiados: "Lo soy por mi homosexualidad"

La boxeadora camerunesa, que participa en el Equipo Olímpico de Refugiados, se ha asegurado la medalla de bronce en 75 kg.

Cindy Ngamba tras meterse en semifinales en los Juegos Olímpicos de París 2024. /EFE
Cindy Ngamba tras meterse en semifinales en los Juegos Olímpicos de París 2024. EFE
Pablo Sánchez

Pablo Sánchez

En una intensísima jornada de Juegos Olímpicos de París, la boxeadora Cindy Djankeu Ngamba ha asegurado la primera medalla olímpica para el Equipo Olímpico de Refugiados, con el que marca un hito inédito. Su participación en este equipo se debe a su homosexualidad, ya que no puede regresar a su país natal, Camerún ni es reconocida en Gran Bretaña, donde aprendió a boxear. Allí, en Camerún, la homosexualidad está prohibida y castigada con cárcel. La abanderada de estos Juegos de París del Equipo Olímpico de Refugiados podría subirse a lo más alto del cajón en caso de vencer a la panameña Atheyna Bylon en las semifinales del 8 de agosto, pelea que, aunque pierda, aseguraría la medalla de bronce. Su logro ya ha dejado una huella imborrable en los libros del deporte y en la lucha por los derechos de los refugiados.

Ngamba dejó su país en 2011 para vivir con su madre y su hermano en París. Un año después, se mudó al Reino Unido, a la ciudad de Bolton. Durante su estancia en el colegio, sufrió acoso por su acento, pero a los 15 años encontró en el boxeo una vía de escape y un propósito. "Empecé a boxear cuando me aburrí del fútbol," dice Ngamba, quien se sintió atraída por un gimnasio lleno de chicos. Se acercó al entrenador Dave Langhorn, y aceptó entrenarla a pesar de no haber más chicas en el club Elite Boxing Gym.

"Entré al día siguiente," cuenta Ngamba. "Me dio una cuerda para saltar y me dijo que hiciera 10 flexiones, 10 abdominales, 10 sentadillas, tres minutos de salto de cuerda, y eso fue todo lo que hice el primer año. Sin golpes. Solo trataba de desafiarme para ver si me quedaría más tiempo. Muchos jóvenes entraban pensando que iban a golpear y él los ponía a hacer sombra y luego se iban".

Después de un año de entrenamiento físico, pasó otro año aprendiendo los movimientos básicos de pies. Finalmente, pudo ponerse los guantes y subirse al ring con los chicos, quienes dudaban en golpearla. Ella no tenía esas dudas. Cuando finalmente recibió un golpe y cayó, la experiencia no fue tan mala como esperaba. "Simplemente pensé, 'wow', así es cómo se siente recibir un golpe, y sonreí" dice. "Durante tres años nunca me habían golpeado físicamente. Veía videos de Muhammad Ali y Mike Tyson y cuando me golpearon sentí que dolía, pero solo por unos segundos."

Ngamba no tardó en dejar su marca, ganando tres títulos de la Asociación de Boxeo Amateur. El equipo de boxeo de Gran Bretaña mostró interés en incorporarla a su programa, pero debido a que no tenía la ciudadanía británica esto no fue posible. A los 20 años, antes de recibir el estatus de refugiada, Cindy Djankeu Ngamba y su hermano Kennet fueron arrestados y enviados a un centro de detención.

"No nos dijeron realmente por qué nos arrestaron", fueron sus palabras. "Es una locura, ahora me río de ello, pero no me reía cuando me arrestaron". Pasó un día y medio en detención antes de ser liberada, hablando con otras mujeres allí y dándose cuenta de lo grave que podría ser su situación. Debido a su orientación sexual, habría estado en serio peligro si regresaba a Camerún. Poco después recibió su reconocimiento como refugiada. Cindy tiene claro que "tienes que sufrir para tener una vida mejor". Además, es una deportista que no se centra en lo negativo, pero debe hablar de ello porque está segura de que hay otras personas que han tenido la misma vida que ella, o han pasado por las mismas situaciones y buscan soluciones. Esto le hace más fuerte a la hora de competir.

Durante la pandemia de Covid-19, fue presentada al Equipo Olímpico de Refugiados del COI por la entrenadora Amanda Coulson, y recibió una beca de atleta refugiada por parte del COI. Esto le permitió trabajar con el equipo de boxeo de Gran Bretaña, y aunque no pudiera representar a su país de acogida, esto le permitió viajar para competiciones y campamentos.

Esas competiciones incluyeron dos eventos clasificatorios para los Juegos Olímpicos. En marzo se convirtió en la primera boxeadora del equipo de refugiados en lograr un hueco olímpico sin ser becada. "Aún no me doy cuenta de que me he clasificado. Lo asimilaré cuando llegue allí. No se pueden escribir estas cosas, tienen que hacerse". Estas fueron las palabras de una deportista que no se imaginaba lo que estaba cerca de conseguir en los Juegos de París.

Esta extraordinaria atleta, de 25 años, camerunesa pero residente en Reino Unido, confirma y asegura la medalla de bronce a día 4 de agosto de 2024, haciéndolo además ante la luchadora local Davina Michel por decisión unánime en la categoría de 75kg. A falta de disputar su semifinal el día 8 de agosto en el North Paris Arena, Cindy Djankeu Ngamba es la primera atleta en la historia en conseguir una medalla olímpica para el Equipo Olímpico de Refugiados.