JUEGOS PARALÍMPICOS

Así fueron los primeros Juegos Paralímpicos de la historia

El primer antecedente fue la iniciativa de un nurocirujano alemán a finales de los años 40 del pasado siglo. Pero se celebran en la misma sede de los Juegos Olímpicos desde 1988.

Un corredor paralímpico en los Juegos del 92 en Barcelona./Getty
Un corredor paralímpico en los Juegos del 92 en Barcelona. Getty
Alejandro Lingenti

Alejandro Lingenti

Los Juegos Paralímpicos son un símbolo de inclusión, diversidad y superación personal. Han jugado un papel crucial en la visibilización de las personas con discapacidades y en una mayor concienciación sobre la necesidad de accesibilidad e inclusión en áreas como el diseño urbano, el acceso a la educación y el empleo. Con su dedicación y logros, los atletas paralímpicos han demostrado que la discapacidad no es una barrera para el éxito deportivo.

La historia de estos Juegos en los que participan personas con discapacidades físicas, sensoriales e intelectuales de todo el mundo empezó a finales de los años 40 del siglo XX. Sus orígenes se remontan a un evento pequeño y especializado, los Juegos de Stoke Mandeville, organizados por iniciativa de Ludwig Guttmann, un neurocirujano alemán de origen judío que se estableció en el Reino Unido después de huir del horror del nazismo.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Guttmann fue designado director del Centro Nacional de Lesiones de la Médula Espinal en el Hospital de Stoke Mandeville, en Aylesbury, Buckinghamshire. Allí comenzó a utilizar el deporte como parte del proceso de rehabilitación para los soldados que habían sufrido lesiones graves en la médula espinal.

El 29 de julio de 1948, el mismo día que comenzaron los Juegos Olímpicos de Londres, Guttmann organizó una competición de tiro con arco para 16 pacientes del hospital (14 hombres y 2 mujeres), un evento conocido como los Juegos de Stoke Mandeville que, aunque modesto en escala, marcó el comienzo de lo que eventualmente se convertiría en un movimiento global.

Desde cuándo se celebran los Juegos Paralímpicos

Doce años después de aquellos Juegos de Stoke Mandeville de 1948, en 1960, Roma acogió los primeros Juegos Paralímpicos oficiales. Se celebraron del 18 al 25 de septiembre, fueron organizados inmediatamente después de los Juegos Olímpicos de Verano de la capital italiana y contaron con la participación de 400 atletas de 23 países, todos con lesiones de la médula espinal.

El evento, conocido oficialmente como 9th Annual International Stoke Mandeville Games, fue el primero para personas con discapacidades que se organizó a una escala internacional similar a los Juegos Olímpicos. Los atletas compitieron en 8 deportes: atletismo, baloncesto en silla de ruedas, natación, esgrima en silla de ruedas, tenis de mesa, tiro con arco, snooker (billar) y dardos. La selección de deportes estaba alineada con las actividades que ya se practicaban en Stoke Mandeville y reflejaba el enfoque en la rehabilitación y la competición deportiva.

El éxito de los primeros Juegos Paralímpicos en Roma estableció un precedente, y a partir de entonces los Juegos se organizaron cada cuatro años, coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Verano. A medida que el movimiento paralímpico creció, también lo hizo la diversidad de los deportes incluidos.

En los Juegos de Toronto 1976 participaron por primera vez atletas con discapacidades visuales y amputaciones, además de aquellos con lesiones medulares. algo que marcó un paso significativo hacia la inclusión de una gama más amplia de discapacidades.

En 1980, los Juegos de Arnhem en los Países Bajos fueron testigos de la incorporación de atletas con parálisis cerebral, lo que amplió aún más el espectro de participantes. La inclusión continuó expandiéndose en los Juegos Paralímpicos de Invierno, que se celebraron por primera vez en 1976 en Örnsköldsvik, Suecia. Aunque inicialmente más modestos, se convirtieron el paso de los años en un componente vital del movimiento paralímpico global.

Pero el reconocimiento formal de los Juegos Paralímpicos llegó en 1988 cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité Paralímpico Internacional (CPI) acordaron celebrar los Juegos Paralímpicos en las mismas ciudades sede que los Juegos Olímpicos. Los Juegos de Seúl 1988 fueron los primeros en beneficiarse de esta colaboración, y desde entonces, los Juegos Paralímpicos han compartido la infraestructura, las instalaciones y, en gran medida, la atención global con los Juegos Olímpicos.

Esta alianza ha sido crucial para el desarrollo y la profesionalización del deporte para personas con discapacidades. Ha permitido que los Juegos Paralímpicos crezcan en términos de audiencia, patrocinio y nivel de competición, convirtiéndose en uno de los eventos deportivos más importantes del mundo.