Loida Zabala no se rinde: "Me gustaría sobrevivir hasta Los Ángeles"
La cacereña ha dado una lección de resiliencia al disputar sus quintos Juegos Paralímpicos en París pese al cáncer terminal que sufre.
París.-Loida Zabala acaba de disputar sus quintos Juegos Paralímpicos. Los más esperados, los más imposibles debido a al cáncer que sufre. Pero lo ha logrado, ha levantado los 75 kilos que se había propuesto en el estadio de Porte de la Chapelle, ha contenido sus lágrimas y, al llegar a la sala en la que esperaba la prensa española, no ha podido contenerlas más.
Son lágrimas de felicidad. "El llegar a París ha sido como cumplir un sueño imposible. Cuando me detectaron el cáncer y me enteré de que era terminal, para unos años de vida, me centré en estos Juegos. Al final he hecho tres válidos, que no lo había hecho en ninguna competición internacional. Los últimos meses he dudado y tenía miedo de no poder llegar", ha explicado, emocionada, a los medios.
Porque, como contaba Óscar Sánchez, su entrenador y amigo, incluso esta mañana tenían dudas de si competiría. "Ayer se encontraba bastante mal de salud y no hemos sabido si iba a competir hasta esta mañana", ha afirmado.
Fue un día de emociones, desde el primer momento. "Es la primera vez que lloro cuando me presentan en una competición. Y encima viendo a mi familia aquí". Allí estaba su familia, su pareja y algunos amigos... "¡Y he visto banderas de Extremadura!", ha comentado orgullosa.
🏋️♀️ Loida Zabala es más fuerte que la campeona paralímpica
— Andrea Robles (@AndreaRoblesR) September 5, 2024
➡️ La española ha quedado última en la final de powerlifting, pero el resultado en París era lo de menos. https://t.co/bMUG7q3DXd
Siempre ha participado en la categoría de 50 kilos, pero con el tratamiento y el tiempo en el hospital subido de peso, llegó a los 61 en enero... y en las últimas 24 horas ha tenido que bajar 300 gramos.
"Si los médicos te dicen que no puedes competir, no puedes hacer nada. Con todo lo que hemos hecho para bajar a 50, todo el esfuerzo, quedarse a las puertas hubiese sido una noticia devastadora. Han sido muchos meses de sacrificios y cuando me dijeron que podía competir...", ha resaltado la haltera mientras volvía a emocionarse.
Por eso, ha pasado muchas de las últimas horas en la sauna sin beber agua ("tomaba chicle para generar saliva, pero era como una pastilla, estaba deshidratada"), siempre bajo la supervisión médica de Pepa Espejo, la directora del Servicio Médico del Comité Paralímpico.
Esta circunstancia preocupaba de cara a la competición, pero al final, Loida Zabala ha conseguido levantar el peso que se ha propuesto. Y ahora, pese a la cuenta atrás que le acecha, asume nuevos retos con ilusión: "Me gustaría revalidar el título de campeona de Europa dentro de dos años. Me da tiempo a recuperarme físicamente. Y me gustaría sobrevivir hasta Los Ángeles 2028".