Argentina acaba con la hegemonía brasileña sin ver sus goles ni la Torre Eiffel

París.- El fútbol-5 para ciegos es uno de los deportes más espectaculares de los Juegos Paralímpicos. Sus futbolistas no ven nada (llevan un antifaz para asegurar la igualdad de la competición, pues algunos en su día a día ven sombras, luces o aspectos que les dan ventaja sobre los ciegos totales). Los porteros, sí lo hacen, y junto a los guías de atletismo, remo, ciclismo en tándem o triatlón, son los únicos deportistas sin discapacidad que pueden colgarse una medalla.

Con la imponente Torre Eiffel de testigo, en el mismo lugar donde se celebró el vóley-playa en los Juegos Olímpicos, la jornada de las semifinales del jueves trajo una sorpresa histórica: Argentina puso fin a la hegemonía de Brasil, que no podrá conseguir su sexta medalla de oro consecutiva en este deporte.

La albiceleste ganó 4-3 en los penaltis, después de que el tiempo reglamentario terminara empatado sin goles.

El penalti final lo marcó Osvaldo Fernández: "Es un sueño jugar contra Brasil, pero cuando tomé esa pelota para tirar el penalti, sentí que pesaba mil kilos. La tensión era increíble. La pegué y no sabía si entraba o no. Cuando me di cuenta de que entró, sentí un gran alivio", dijo.

La canarihna había ganado las cinco ediciones anteriores desde que el fútbol-5 para ciegos se introdujo en los Juegos de Atenas en 2004. Tras 20 años, París acogerá un nuevo campeón y el contendiente de los argentinos no es otro que el equipo francés, que se clasificó para su primera final desde Londres 2012 al derrotar a Colombia por 1-0.

En esta competición, España es una de las grandes ausentes. Consiguió bronces en Londres 2012 y Atenas 2004, pero no consiguió clasificarse para la cita por primera vez en su historia.

Este sábado se disputarán los partidos por las medallas. En primer lugar, Colombia se enfrentará a Brasil a las 17:30 horas. El partido por la medalla de oro entre Francia y Argentina comenzará a las 20:00h.

Habrá lleno hasta la bandera en un espectáculo que curiosamente no podrán ver sus protagonistas. Tampoco al emblema de hierro de la ciudad. Al menos, los medallistas sí se llevarán un pedacito de la Torre Eiffel en unas preseas que se distinguen de las olímpicas por tener un detalle en braille.