Por qué Italia dio la espalda a su himno y convocó una huelga de brazos caídos ante España: "Es obsceno y vergonzoso"

La actitud de la selección italiana en el comienzo de su partido ante España, condenada a jugar por el quinto puesto, sorprendió a la gran mayoría de los asistentes en la piscina de La Défense Arena de París. También a los comentaristas españoles de Eurosport, que tardaron unos minutos en darse cuenta de lo que ocurría. Todo empezó cuando sonó el himno del país transalpino; entonces, los jugadores del Settebello -así se conoce al combinado italiano de waterpolo- se situaron en la posición contraria a los españoles, dando la espalda a la mesa de los árbitros.

La protesta continuó en la piscina. Al inicio del partido, el entrenador italiano Sandro Campagna pidió un tiempo muerto, nada habitual, justo después de que Francesco Condemi ganara la primera posesión del encuentro. Entonces, el propio Condemi se retiró al banquillo entre abrazos y aplausos de sus compañeros y el staff técnico, en pie para despedir al waterpolista del Pro Recco, que ya no volvió a meterse en el agua.

Se reanudó el juego y, durante los cuatro primeros minutos de partido, Italia renunció a competir. Cuando el Settebello tenía la posesión, sus jugadores circulaban la pelota, con total pasividad, sin ningún tipo de intención de enfilar la portería de Unai Aguirre. Cuando la tenía España, uno de los waterpolistas transalpinos, de forma totalmente deliberada, no defendía; se desentendía completamente del partido, arrinconado a un costado de la piscina. El resto tampoco le ponían demasiado empeño, lo cual provocó que, tras esos primeros cuatro minutos, los españoles, que terminaron venciendo por 9-11, ya tenían una amplia renta en el marcador.

Es evidente que los italianos estaban realizando una huelga de brazos caídos. Pero, ¿por qué? La protesta iba dirigida al colectivo arbitral y a los distintos órganos que rigen el waterpolo en los Juegos Olímpicos y estaba motivada por lo ocurrido en su partido de cuartos de final ante Hungría. Los magiares se clasificaron para las semifinales en la tanda de los penaltis tras un encuentro marcado por una polémica arbitral.

A falta de poco más de dos minutos para el final del segundo cuarto, Francesco Condemi marcó un gol que empataba el partido. Tras el disparo, un jugador húngaro recibió un golpe en la cara, totalmente involuntario; los árbitros detuvieron el partido y revisaron el incidente con el VAR.

Tras ver las imágenes con detenimiento, el rumano Adrian Alexandrescu y el montenegrino Veselin Miskovic, los colegiados del encuentro, decidieron sancionar a Italia por "brutalidad", el castigo más grave en waterpolo. Como resultado; se anuló el gol, se concedió un penalti a favor de Hungría y Condemi fue expulsado durante cuatro minutos, lo cual provocó que el Settebello compitiera durante ese tiempo en inferioridad numérica.

De ahí que ante España, los transalpinos dieron la espalda a los árbitros, despidieran entre aplausos a Condemi, defendieran con un jugador menos y mantuvieran su protesta durante, exactamente, cuatro minutos.

"La expulsión de Condemi es obscena y vergonzosa. No digo que fueran deshonestos, pero cometieron un error de apreciación enorme. Es imposible que un jugador cometa una jugada violenta mientras tira. Pasó una centésima de segundo entre el disparo y el contacto. Es absolutamente vergonzoso", dijo el entrenador Sandro Campagna, visiblemente irritado, tras el encuentro.

Tras su polémica eliminación, la Federación Italiana de Natación (FIN) presentó dos recursos ante la Federación Internacional de Natación (World Aquatics), que las rechazó, pero que le dio la razón por la reclamación al considerar que se cometió un error al sancionar la acción de Condemi por "brutalidad".

En todo caso, según World Aquatics, las reglas no permiten alterar el resultado. Es por ello que la FIN ha recurrido al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), el último capítulo de una polémica que arbitral que acabó con los italianos dando la espalda a su himno y con una huelga de brazos caídos ante España.