Teresa Portela, la gallega que hará historia en los Juegos París: "No descarto estar en Los Ángeles 2028"
La palista sumará sus séptimos Juegos este verano, solo le supera Chuso García Bragado, con ocho.

No hay mujer en España con siete Juegos Olímpicos. Teresa Portela alcanzará ese récord en París este verano. La piragüista, que lleva desde los Juegos de Sídney 2000 participando ininterrumpidamente en la gran cita del deporte, hace un repaso en Relevo de su trayectoria: los múltiples intentos de conseguir medalla, su parón por maternidad, la conquista de la plata en Tokio y los séptimos Juegos en París, que ni siquiera sabe si serán los últimos.
"Normalmente estoy centrada en el día a día y no echo la vista atrás. Pero, a veces, pienso que llevo desde Sídney compitiendo en unos Juegos y me emociono. Esa es mi medalla, mantenerme durante tantos años en la más alta élite", expresa la gallega. A pesar de ser una deportista muy experimentada, al mencionarle París dice sentirse "igual de ilusionada y con las mismas ganas de siempre".
Competirá en la prueba de K4 500, cambiando el K1 200 que le hizo ganar la plata en Tokio 2020, aunque ya compitió en barcos de equipo desde el 2001 hasta el 2012. En aquel 2012 en Londres, consiguió el cuarto puesto en los Juegos en K1 y se quedó con la miel de las medallas en los labios. "Retomar (el barco de equipo) ha sido un proyecto de ilusión. Fue una apuesta bonita", reconoce.
A sus 42 años, será la veterana del grupo, compuesto también por Sara Ouzande, Estefanía Fernández y Carolina García, que vivirán sus primeros Juegos. "Tenemos buena conexión, que es fundamental. Es nuestro trabajo remar en la misma dirección y mirar por el bien del equipo. Estamos centradas en ello y en las necesidades de las demás para que entre todas estemos al 100%. Ya no piensas tanto en lo tuyo, sino en que el resto esté bien". Un equipo que peleará por una medalla. Portela no ve países favoritos para conseguir el oro. "Está todo muy abierto. Creo que va a estar muy disputado. A día de hoy no veo una clara favorita. Todas tendremos que trabajarlo por igual".
Parar para ser mamá en el mejor momento de su carrera
La gallega cogerá el rol de líder y buscará aportar desde su experiencia. Sabe qué es luchar por una medalla. No consiguió la suya hasta Tokio 2020. Estuvo a punto en los citados Juegos de Londres 2012, justo antes de decidir parar para ser madre. "Tenía claro que no quería posponer la maternidad más. Seguí entrenando. Todo me iba bien y pienso que fue de las mejores decisiones. Seguir manteniéndome activa me ayudó en la recuperación. Seis meses después estaba compitiendo y consiguiendo la plaza olímpica. No abandonarme fue un acierto gracias a que mi embarazo me lo permitió".
En 2013 nació su hija y supuso un momento de incertidumbre respecto a su carrera deportiva. "Sentía que había perdido la medalla, pero quería ser madre y decidí poner un paréntesis en mi carrera y después retomarla. No sabía qué iba a pasar después, cómo me iba a recuperar, si iba a poder volver a ser competitiva o si iba a querer. Al final, fue sobre la marcha y me adapté a mi nueva vida, que me llevó por el camino que me hacía feliz. Conseguí estar otra vez entre las mejores y pude luchar por mi sueño que era la medalla olímpica. En Río quedé sexta, pero lo valoré muchísimo. Era una reciente mamá. Después de poco descanso me supo muy bien ese resultado. Y, por fin, conseguí en mis sextos Juegos la medalla".
Desde entonces, siempre que ha podido, su hija la acompaña en las competiciones. "Para mí es importante sentirme arropada. Ahora con 10 años se siente de alguna manera más partícipe y más consciente y lo vive de manera especial. Está deseando que llegue el momento porque para ella también es toda una experiencia".
Su hija no pudo estar en Tokio, los Juegos de la pandemia. Portela habla de la conciliación en los Juegos, así como de su evolución. "Es necesario y se están dando pasitos. Antes había pocas madres deportistas profesionales y ahora la conciliación está más presente. El año pasado, con Ona Carbonell, se creó una comisión de maternidad en la que también estoy para mostrar las necesidades de las madres. Dedicar un espacio para la lactancia, por ejemplo, estar con los bebés. Era algo esencial y haber conseguido eso es importante por todas las madres de ahora y por las que vendrán".
Cualquiera podría pensar que la carrera de Portela poco más se puede estirar, pero ella no lo ve así. "Nunca tengo un final en mi mente, no me pongo límites ni barreras. Me centro en el 6 y el 8 de agosto, que es cuando competiremos, llegar en las mejores condiciones; y no pienso más. A día de hoy mi objetivo es París y, a partir de ahí, ya veré; no descarto Los Ángeles 2028". Serían entonces sus octavos Juegos, unos números que solo Jesús Ángel García Bragado, el legendario marchador, puede presumir de tener en España. Teresa Portela dice haber hecho check en todos sus sueños, pero tiene uno en la cabeza todavía. "Me queda el de ser abanderada, que me encantaría".