¡España hace historia en piragüismo con dos bronces consecutivos y de foto finish!
El K4 de Craviotto, Cooper, Germade y Arévalo, así como el C2 de Moreno y Domínguez obtuvieron presea.
Dos alegrías y una decepción, relativa, en los 20 minutos más frenéticos de los Juegos Olímpicos de París para España, que se jugaba tres medallas en poco más de un cuarto de hora. En piragüismo, claro, una de las disciplinas, junto con la vela, que más metales le ha otorgado a la delegación española a lo largo de la historia. Si no, que le pregunten a Saúl Craviotto, que se ha colgado su sexta presea, 24 años después de la primera, que fue en Pekín 2008.
El piragüista de Lleida se convierte en el deportista español con más medallas olímpicas de la historia, superando las cinco del también palista David Cal, gracias al bronce obtenido este mediodía junto a Marcus Cooper, Rodrigo Germade y Carlos Arévalo.
Fue un bronce, pero pudo ser algo más porque los españoles arrancaron como un tiro, tras una primera salida que fue nula. A mitad de la prueba, ocupaban el primer puesto. A la postre, alemanes y australianos, ligeramente favoritos, se llevaron el oro y la plata, discutido porque apenas les separaron cuatro centésimas al cruzar la meta. La foto finish determinó que los germanos son los nuevos campeones olímpicos.
Un bronce de foto finish en el C2
La primera de las tres finales consecutivas de piragüismo esprint para la delegación española, concentradas entre las 13:30 y las 13:50, fue la de C2 masculino. Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez salieron bien y, sobre todo, firmaron unos 150 últimos metros espectaculares. Cruzaron la invisible frontera de los 250 como cuartos clasificados, pero el rush final les dio un bronce de lo más ajustado. Y casi es una plata.
Tras un final de infarto, el mallorquín y el madrileño se adelantaron a los atletas neutrales, que fueron cuartos. A su llegada a la meta, la realización televisiva les dio como terceros a los españoles, pero no se oficializó la presea hasta que la foto finish confirmó el bronce con un tiempo de 1:41:18. Apenas nueve centésimas más que Petrov y Korovashkov, cuartos. Y a diez de los italianos Casadei y Tacchini. En el oro no hubo debate, pues Liu Hao y Ji Bawen, dominadores de toda la prueba, pararon el crono en 1:39.48.
El K4 femenino, sin medalla
De las tres pruebas, el K4 500 femenino era en la que España tenía menos opciones de medalla. El equipo formado por Sara Ouzande, Estefanía Fernández, Carolina García y la gallega Teresa Portela terminó sexto, lo cual entraba en las previsiones. Si bien a la mitad de la prueba, consiguieron alcanzar la cuarta posición, en el tramo final el kayak español perdió fuelle y clasificó en el último lugar de la final.
El oro fue para Nueva Zelanda, la plata se la llevó Alemania y el bronce se lo colgó Hungría. España se quedó a tres segundos de la presea y consigue un diploma olímpico, lo cual es una gran noticia, teniendo en cuenta que desde Pekín 2008 que el K4 femenino no obtenía un resultado como el de París.
Con estas dos medallas, España, en cierto modo, se desquita de la desilusión del 470 de vela, disciplina en la cual Jordi Xamman y Nora Brugman han quedado cuartos, tras la medal race, cuando lo tenían todo de cara para rascar metal en una jornada histórica en aguas tranquilas que ha coronado a Saúl Craviotto como el deportista nacional más laureado de la historia.