La 'cholina' que cambió el destino del bronce olímpico del K4 500: "No fue una charla, fue una bronca"
Miguel García, el entrenador del barco de Craviotto, Cooper, Germade y Arévalo, tuvo que dar un 'toque de atención' entre la semifinal y la final.
El K4 500 español llega al hangar del Estadio Náutico de Vaires-sur-Marne con caras largas tras ser terceros en la semifinal y despertar las dudas sobre una medalla que muchos daban por hecha para el barco de Saúl Craviotto, Marcus Cooper, Rodrigo Germade y Carlos Arévalo. Faltan dos horas para la final y hay una pequeña 'crisis' generalizada entre el equipo español. "Estábamos cabizbajos, con dudas y ufff...", confesaba Saúl Craviotto tras recoger la medalla.
En ese momento quedaban 120 minutos para levantarse. "Hemos tenido que dar mensajes de ánimos, darnos palmadas unos a los otros... ", desvelaba el piragüista que hoy se ha erigido como el máximo medallista de la historia de España con su sexta medalla olímpica. Pero lo cierto es que se necesitó un toque más de atención. Según confiesa el entrenador del barco Miguel García en conversación con Relevo, fue algo más que solo ánimos y mensajes motivacionales: "Más que una charla, fue una bronca".
El rendimiento de los españoles en el último paso previo a la final no cumplió con la estrategia preparada por el técnico y se vio superado por rivales inferiores como Australia y Serbia: "La semifinal no la hicieron nada bien, habíamos planteado la carrera de otra manera y sufrieron más de la cuenta por no salir hacia adelante. Hay que cumplir, porque luego pasa lo que pasa".
Lo que pasó fue que el barco español tuvo que salir por la calle 7 en la final, justo al lado contrario de donde se podía prever una mejor ayuda del viento. Aunque finalmente la potencia del barco español acalló las dudas, la mala clasificación habría podido dar al traste las opciones por culpa de pasar a la final con uno de los peores tiempos. Visto el final, el efecto se pareció bastante a las reconocidas 'cholinas' de Diego Pablo 'Cholo' Simeone.
"Nos han dado p'al pelo"
"Como éramos cinco y pasábamos cuatro, es lo típico que te relajas un poquito para ahorrar energías y nos han dado un poquito pa'l pelo", analizaba Craviotto. "En el deporte es una lucha constante contra la cabeza y podíamos entrar en un bucle peligroso a solo dos horas de la final que llevábamos trabajando tres años". Todo fue frenado por la charla de Miguel García.
Con el final feliz de volver al segundo podio olímpico consecutivo, la 'cholina' ya es solo una anécdota de tensión previa a otra gran alegría: "Son muchos nervios, teníamos que animarnos los unos a otros... pero no ha sido una crisis increíble, eh". Todas las medallas tienen su intrahistoria, todas no son bonitas y, a veces, las 'broncas' terminan siendo lo más importante.