Un positivo perdonado a una rival de España con un perro como excusa revuelve las aguas del piragüismo: "Es aberrante"

El mundo del piragüismo pensó que Dorota Borowska se perdería los Juegos por un positivo en dopaje, pero no, la polaca está de vuelta. Justo a tiempo para imponerse en su serie del C1 200 este jueves con un tiempo de 47.92, en una distancia en la que también compiten las españolas Antía Jácome y María Corbera, ambas clasificadas como segundas de sus mangas para semifinales.

El caso de Borowska es, cuanto menos, curioso. La Agencia Internacional de Test (ITA) levantó su suspensión provisional sólo dos días antes de que la polaca debutara (el pasado martes) en los Juegos Olímpicos en las series del C2-500 metros, disciplina en la que Jácome y Corbera tienen serias opciones de medalla. Borowska hizo las maletas a toda prisa y llegó el lunes, la víspera de su estreno en los Juegos.

En un comunicado hecho público el pasado domingo, la ITA se basó en una decisión del Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), donde se señala que la polaca "presentó pruebas" de que el contacto con el anabolizante prohibido clostebol fue "involuntario". Según la versión de la deportista, ahora aceptada, la sustancia llegó a su cuerpo tras tener contacto con un medicamento utilizado para tratar las lesiones de su perro. "La ITA aceptó la explicación de la canoísta, es decir, que se trataba de un caso de contaminación involuntaria", rezaba la nota del organismo.

El control adverso se llevó a cabo el 27 de junio, 11 días después de su medalla de oro en el C1-200 metros del Campeonato de Europa celebrado en Szeged (Hungría) donde superó en la final por casi un segundo a la española Antía Jácome. La agencia de test aceptó la explicaciones de su defensa señalando que "por las cantidades muy bajas de la sustancia absorbida por la deportista, no se había beneficiado de ningún efecto de mejora indebida del rendimiento".

Entre sus rivales este jueves en el Estadio Naútico Vaires-sur-Marne, anexo a la Federación Francesa de Piragüismo, estaban las canadienses Sophia Jensen y Katie Vincent, que dominaron sus series por delante de Jácome y Corbera respectivamente. Otra manga la dominó Yarisleidis Cirilo Duboys, centrada en una prueba en la que se ve como una de las favoritas. La cubana zanjó el asunto diciendo que no le desea mal a nadie por el esfuerzo que realizan todas las competidoras y que acepta con naturalidad su presencia en París en la doble prueba, el C1-200 y el C2-500: "No me alegré de que hubiese salido positivo su control de dopaje".

Si fue más clara María José Mailliard, segunda en su serie de C1 200, que da voz al sector del piragüismo indignado con la noticia. La chilena se mostró tajante a la hora de evaluar la situación de Dorota Borowska. "Me parece aberrante, o sea, para una investigación que se demore una semana me parece horrible. Creo que si ella tenía la sustancia en el cuerpo, de alguna forma la tiene que haber llevado. Tienes que ver el nivel. En la Copa del Mundo no ganó ni un lugar y llegó al Europeo y le ganó a todas dos meses después. Es sospechoso y yo soy tolerancia cero con el doping; así que me parece totalmente aberrante", enfatiza.

La canoísta que se entrena en Mallorca con la élite española recuerda un episodio similar. "Es la segunda vez que pasa que perdonan un doping. La vez pasada en Tokio pasó lo mismo con la canadiense. No sólo le perdonaron el doping, sino que también le regalaron dos cupos: el doble y el single; lo cual me pareció aberrante", comenta sobre el caso de Laurence Vincent Lapoint, positivo por lingandrol, en la antesala de los Juegos de 2020. Su defensa alegó que dicha sustancia (que aumenta la masa muscular) entró en su cuerpo por un intercambio de fluidos con su exnovio. De ahí la pregunta que Maillard lanza al aire: "Ahora la teoría del perro, la otra vez que le hizo un tema sexual al novio... ¿Cuál va a ser la próxima cosa que se inventen?".