NATACIÓN

El último secreto de Marchand para su quinto oro es un español de 18 años que nada como el plusmarquista chino

Rafael Fente, de 18 años, es de padre español y madre francesa, nació en Estados Unidos y ha sido clave en el relevo 4x100 estilos.

Rafael Fentes ha participado en el relevo 4x100 estilos junto a Marchand y ha ganado al chino Pan Zhanle. /EFE
Rafael Fentes ha participado en el relevo 4x100 estilos junto a Marchand y ha ganado al chino Pan Zhanle. EFE
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Léon Marchand se lanzó esta misma mañana a por su quinta medalla de oro en el relevo 4x100 estilos. Una prueba en la que Francia ha conseguido el mejor tiempo y pasa primero a la final gracias a un español de 18 años que ha decidido competir con la nacionalidad de su madre, que es francesa. Rafael Fente, que se entrena en el SEK de Madrid y cuyo padre es de la capital, mantuvo el tipo ante nada más y nada menos que el plusmarquista chino, Pan Zhanle. Fente nadó su posta de 100 libre en 47.94 por 47.74 de un nadador que estableció el récord mundial hace tres días en 46.40.

En caso de que Francia consiga una medalla, Fente también subirá al podio aunque no sea el nadador escogido para participar en la final. La Dèfense rugía para ver nadador al francés con nacionalidad española, y ver cómo aguantaba la presión del chino. Llegó primero y lo celebró por todo lo alto. No han sido fácil para Rafael estos Juegos, al lesionarse de un hombro cuando logró su clasificación en el Campeonato Nacional de Francia. Pero se ha rehecho con una marca de mérito. España, aunque sea de forma indirecta, sí logrará una medalla, al menos con un nadador que pudo haber sido suyo.

Rafael Fente Damers es un ciudadano del mundo de solo 18 años que ahora reside en Madrid, donde nació su padre Javier, y se preparó en las instalaciones del SEK para nadar los Juegos Olímpicos de París. Y no lo hace para España, nacionalidad que posee por razones obvias, sino por Francia, país de donde es su madre y al que representará aunque su historia nace en Estados Unidos, prosigue en Alaska y en Reino Unido y, por la pandemia, no pudo continuar en Qatar. Y ahí llegó a España. Todo un viaje improvisado y enriquecedor.

Un camino inverosímil, rocambolesco, de muchos entrenadores y vivencias que han fraguado un velocista de raza que a su edad ya fue plata en el campeonato de España de febrero en Sabadell en los 100 libre y logró en junio en Francia el pase a París 2024. "Si soy capaz de bajar de 48:30, creo que me puedo meter en el relevo 4x100", dijo a Relevo en su momento. Y lo hizo.

"He cogido lo mejor de todos", dijo Fente, que se irá con Bowman

Fente rompe los estándares de la natación, de seguir un programa clásico de entrenamiento, porque se ha esculpido en distintos lugares con programas antitéticos. "He cogido lo mejor de todos", cuenta él, quien habla un español ligero pero al que el acento le delata, y quien se ha comprometido desde 2025 para nadar en la Universidad de Texas junto al mismísimo Bob Bowman, el entrenador de Michael Phelps y ahora su compatriota Léon Marchand ("es un sueño para todos, es muy bonito", proclama a Relevo). En los últimos Europeos júniors se colgó hasta cinco medallas contando los relevos y las pruebas individuales.

Rafa Fente Damers con su hermana.
Rafa Fente Damers con su hermana.

El padre pasó de Getxo a Estados Unidos, donde echó raíces

La natación le viene en los genes porque es el deporte familiar. Y el que lo empezó fue su padre Javier, criado en Madrid pero con vida en Bilbao, junto a la ría en Getxo. Con 16 años se marchó a Estados Unidos a aprender inglés: "Primero estuve en una high school de Chicago. Me fue bastante bien y me acompañó mi hermano, que también era nadador. Me quedé y me matriculé en Pensilvania, donde estuve cuatro años más. Mi especialidad eran los 100 libres aunque me reclutaron como espaldista". Javier cuenta las batallitas de su hermano, que llegó a nadar junto a Martín López Zubero un verano en un campeonato en el Real Canoe pese a que el nivel de ambos no llegó para acudir a la selección española.

Enamorado de Estados Unidos, cuando terminó la carrera se fue a Arizona a estudiar un máster y conoció a la que hoy en día es su mujer: una francesa de un pueblo cerca de Lille. Se casó en 1999 y se instaló en Houston. Y allí nacieron sus tres primeros hijos: Sofía, Sara y Rafael. Con apenas tres años de vida, Rafa Fente se trasladó con su familia a Alaska. Y allí empezó su formación.

«Nuestro patio de casa era una pista de esquí»

"No recuerdo mucho, solo el frío. Si había menos de -22 grados no salíamos al recreo. El agua de la piscina nunca estaba fría. Me acuerdo de los inviernos, de las bolas de nieve, de jugar", explica el nadador, con una sonrisa de oreja a oreja, con cara de adolescente, con un color de pelo pajizo. "Es surrealista. Cuándo nos íbamos, la gente nos decía que cómo íbamos a vivir ahí, con tanta oscuridad y frío. Está claro que había dos tipos de experiencia: o era fantástico o un suicidio. Y mi mujer embarazada (de Víctor, su cuarto hijo)", explica Javi.

Y en su caso, la experiencia fue reconfortante: "Nos encantó la naturaleza. No hay clima malo, hay ropa mala. Si tienes lo adecuado, hay muchas actividades. No solo esquiar, sino también practicar deportes de invierno. Nunca te cansas de mirar el paisaje. Parece mentira que me paguen por vivir aquí, decíamos. Cuando salíamos por la noche, había que ponerse gafas de sol. Nuestro patio de casa era una estación de esquí". Y ahí, con ese decorado, Fente empezó a nadar en el Anchorage YMCA Swim Team. Como otros nadadores exitosos como Caeleb Dressel, Fente se formó a temprana edad en medio de la naturaleza, realizando otras actividades a la natación.

Fente Damers junto a Tom Dean, medallista olímpico.
Fente Damers junto a Tom Dean, medallista olímpico.

Francia, Inglaterra y su decisión de nadar por el país de su madre

La familia Fente Damers regresó a Houston en 2013 y Rafa, que era más distraído que Sara, la hermana que apuntaba maneras, empezó a mostrar su facilidad para la natación. "Le fue bien, pero entrenaba cero. Competía muy bien", recuerda su padre. Y de allí pasaron a Lille, a un pequeño pueblo donde Rafael Fente empezó, ya sí, a ser un nadador especial: "Tenía entrenadores jóvenes, competía muy bien. Le gustaba hacer series de 200 mariposa, nadar un 1.500 libre... No le asustaba nada". Su padre trabajaba en Londres y la familia estuvo un año separada, hasta que, en 2018, todos se trasladaron al sur de la ciudad inglesa, al barrio de Cobham, y allí empezó a nadar en England for Cobham Cougars ASC y Elmbridge Phoenix SC, con el modelo inglés.

Y allí llegó el momento de decidir por qué país competir. Estados Unidos era meterse en un alto nivel de competitividad en la mejor natación del mundo y, aunque con el tiempo la familia regresará a su país, el primer club en moverse fue el Dauphins d'Annecy, de Francia, quien lo reclutó gracias a una entrenadora cuya hija ya había sido olímpica y tenía la experiencia. También llamó Sean Kelly, director técnico desde 2020 de la natación española, pero la respuesta fue 'no'.

"Sean Kelly nos contactó cuando vivíamos en Inglaterra porque había un entrenador allí que lo conocía. Había hablado de Rafael, que lo acababan de fichar para el club francés. Nos llamó y estuvimos con él, nos empujó de manera profesional. Siguió interesado. Se portó de buena forma", dijo el padre. Pero Fente Damers ya se había decidido. "Ese verano nos fuimos a Francia de vacaciones. Estuve allí entrenando con ellos antes de viajar a España. No sabíamos aún que iríamos a vivir a España y mi entrenadora, Vanessa, mostró mucho interés y nos decidimos", explica el nadador. "Le van las dificultades", remata el padre.

De hecho, Fente Damers llegó al SEK de Madrid de rebote. Su padre fue destinado a Qatar, pero la empresa que ganó el concurso de su proyecto tenía la sede en Madrid. Dicho y hecho. Vuelta a los orígenes. "Tiene 17 años y le queda un año más en el SEK. Se está desarrollando muy bien, le gusta como le tratan y sigue formándose", cuenta Javier.

La mentalidad y el espejo de Lebron James, Nadal o Kobe Bryant

Lo que más destaca Rafa de un nadador y lo que más le seduce es la mente, esa capacidad de nadar día tras días en ocasiones sin mejorar la marca pero con el reto claro: "Me gustan todos los nadadores con fuerza mental, que se han mantenido top tanto tiempo, como Phelps o ahora parece que Leon Marchand, el próximo Phelps. Me gusta más la mentalidad. El estilo no lo miro, sino la mentalidad. Me gusta mucho escuchar a mi padre, me cuenta cosas, mira vídeos...", explica Rafael, con determinación, amante de los videojuegos y con ganas de estudiar algo relacionado con la computadora. Y en París está demostrando esa capacidad.

"Uno de los referentes es Lebron James, un ejemplo. También Nadal, que nunca se rinde. Si tiene algo roto, acaba. Incluso Koby Bryant, su libro me inspiró mucho. Quiero cumplir mis sueños", cierra Fente Damers. Los futuros y teóricos éxitos de un español que también es francés y estadounidense, porque la experiencia de Rafael no se puede etiquetar. Él es un nadador del mundo: "Estoy utilizando todo para mejorar mi vida y mi natación. Puedo hablar tres lenguas, eso ayuda mucho. La cultura me ayuda a conectar con la gente".