El sueño de bronce de España termina en el penalti córner
Un cero de nueve en una de las suertes más importantes en el hockey deja sin opciones al equipo de Max Caldas en el partido ante India.
Un paso. O más bien un centímetro. Eso es lo que dejó a España a un paso del podio. Especialmente en una acción de Lacalle en el segundo parcial, cuando la bola se estrelló contra el poste. Fue una imagen representativa de lo que fue un partido en el que los Redsticks no acertaron con la portería rival y pagó la falta de eficacia (0 de 9 desde el penalti córner) con una derrota ante India (2-1) que les deja sin bronce.
España salió con la lección aprendida de lo sucedido en el último enfrentamiento entre ambos equipos. Entonces el ritmo alto impuesto por los del sudeste asiático desdibujó al conjunto de Max Caldas. Sin medalla de por medio, el técnico argentino tomó nota sobre las posibles vías de agua del equipo indio. Y en esta ocasión, con chapa olímpica de por medio, los 'Redsticks' las encontraron.
La paciencia se convirtió en la principal aliada del conjunto español. Sobre todo en un primer parcial de tanteo entre los dos equipos. Con un césped más seco de lo habitual, lo que no permitía correr tanto la bola como les gusta a los dos equipos, ambas escuadras se dedicaron a estudiarse. Primero fue India la que buscaba las grietas en la defensa española, pero sin excesivo peligro hasta el punto de apenas realizar un solo tiro.
Los mismos que hizo España, que a medida que avanzaba el choque iba cogiendo más peso en el ataque y que terminó el cuarto llevando más peso ofensivo que su rival. Era un anticipo de lo que estaba por venir. La muchachada de Max Caldas salió del primer parón con más aire en los pulmones y empezó a llevar una iniciativa que tuvo sus frutos a 12 minutos para el final de parcial.
La defensa india tocaba por detrás a Clapés y el colegiado señalaba un penalti stroke que Marc Miralles no desaprovechaba. España pasaba por su mejor momento y metía a India en su área. Cinco disparos además del gol -palo incluido de Lacalle- y tres penaltis-corner eran la mejor prueba de quién dominaba el choque. Sin embargo, la falta de eficacia del equipo español en esta suerte con un 3 de 16 en el campeonato, terminó pesando en el ánimo español.
India esperaba atrás su oportunidad para salir a la contra y a punto estuvo de sacar partido de esa táctica a falta de tres minutos para el descanso, pero el equipo desaprovechó un cuatro contra uno que daba un respiro a España. Pero la tranquilidad duró poco. A falta de 21 segundos para el descanso, India forzaba un penalti córner y empataba el choque con un gol que sentó como un jarro de agua fría en el seno del equipo español.
Y el equipo asiático no tardó en darse cuenta de que su primer tanto había dejado tocado a su rival y a los tres minutos un nuevo penalti córner, un lance del juego fundamental en este deporte, daba el segundo tanto a los indios. España estaba descolocada. Especialmente en defensa, donde se había mostrado muy sólida hasta que encajó el primer gol.
Todo lo contrario sucedió tras ese tanto. España se diluyó como azucarillo y cada vez que India pisaba el área era capaz de forzar un penalti córner, con lo que el suplicio que eso suponía para la defensa española. Los de Caldas necesitaban una acción para espabilar y la tuvieron en un penalti córner que entró a falta de cuatro minutos. Sin embargo, la repetición anuló el tanto porque la bola tocó el antebrazo del atacante español.
España seguía temblando en defensa, pero como ya se había quedado sin red se lanzó a por todo en ataque. Y como no encontraba la portería en las jugadas de estrategia tocaba tirar de calidad y corazón. Lacalle lo intentaba en cada bola que pasaba por delante, pero en esta ocasión no hubo premio. Ni siquiera cuando tuvo superioridad por una exclusión al rival. O cuando Caldas decidió quitar al portero Luis Calzado y jugar con uno más durante los últimos dos minutos, para volcarse en el ataque. No tuvo efecto. India iba, poco a poco, durmiendo el partido y enfriando los ánimos de una España, que se dejó el alma en el campo y el bronce en el penalti córner.