España, una comuna que va a la contra en su camino hacia las medallas: asados, cenas comunes y una apuesta arriesgada por la juventud
El técnico argentino Max Caldas ha transformado a los 'Redsticks' a base de cercanía y de un planteamiento a contracorriente.
Max Caldas se ha convertido en el hombre de moda del deporte español en las últimas horas. El técnico argentino ha visto como la gran revolución llevada a cabo en los red sticks y su apuesta por la juventud tenían premio. El gordo, para más detalles. España se imponía a Bélgica, el último gran equipo del hockey que había ganado 27 de los últimos 28 duelos ante España, y se clasificaba para la lucha por las medallas.
Su llegada al banquillo de la Selección fue un soplo de aire fresco tanto en la parte técnica como en la composición del equipo. Caldas ha apostado decididamente por la juventud, incluso cuando había voces alrededor del equipo que dudaban de la necesidad de llevar un equipo bisoño y con poca experiencia internacional.
De hecho, se pensaba que el torneo de este equipo llegaría en Los Ángeles, en 2028. Pero de momento, el riesgo corrido está dando resultado con victorias como la del Preolímpico de Valencia o triunfos que ya forman parte de la historia del hockey nacional como el de Bélgica.
El técnico argentino gusta de ir a contracorriente y, según cuentan fuentes cercanas al equipo a Relevo, ha terminado con la figura del entrenador duro y autoritario. Él prefiere un trato más cercano con los jugadores, a los que trata como si fueran sus hijos. "Intenta quitarnos presión, siempre nos va de buen rollo. Quiero que estemos relajados y que no haya tensión. Que haya una persona así ayuda mucho", explicaba en Relevo el portero Luis Calzado, que es una de las apuestas personales de Caldas.
En esa cercanía con los jugadores, especialmente con esta generación de jóvenes, está uno de los secretos de este equipo que mañana luchará por volver a una final olímpica 16 años después. Los desayunos, como ya contamos, son parte fundamental de esa convivencia que luego se ve en el campo. Pero no es el único. Caldas apuesta por hacer grupo siempre que puede. Hace asados en Sant Cugat, en las concentraciones y, por ejemplo, obliga a jugadores y staff a comer juntos en los comedores de los campeonatos. Nada de las dos partes separadas. Todos mezclados.
En Australia, por ejemplo, en la concentración para los encuentros de la FIH ProLeague de 2023, en lugar de ir a un hotel, decidió que el equipo fuera a unos apartamentos. Allí hacía que sus jugadores bajaran cada día a hacer la compra y a cocinar para la cena. Luego él aparecía para cenar con ellos. Un ejemplo más de su cercanía.
"Es una persona muy cercana, nos transmite humanidad a la hora de jugar. Estoy muy agradecido. Y estoy muy contento al escuchar sus charlas e historias", añade Villalonga, que destaca que "a veces es un simple café, una videollamada. Siempre está pendiente 24 horas para nosotros y está muy cerca del jugador". Todo para darle naturalidad y que esta comuna en que se ha convertido el equipo, haga de la convivencia y la amistad su punto fuerte.