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La última locura de los RedSticks, los matagigantes de los Juegos que se cargaron al 'Dream Team': "Lo vamos a conseguir"
La selección de hockey masculina sueña con dar la campanada contra Países Bajos en semifinales tras eliminar a la campeona olímpica, Bélgica.
Ni el más optimista de los clientes de un bar en el centro de Terrassa, habría pronosticado que la selección de hockey masculina de España estaría en las semifinales de unos Juegos Olímpicos tras un itinerario impresionante. Este martes a las 14:00, los RedSticks, el matagigantes del campeonato, se enfrentan a Países Bajos en otra batalla de David contra Goliat.
Tras vencer a Alemania por 2-0 en el grupo, los chicos de Max Caldas se cargaron en cuartos a la todopoderosa Bélgica, "la mejor selección de los dos últimos ciclos olímpicos, han ganado todas las competiciones que han jugado", como recuerda Luis Calzado, en estado de gracia. El portero va más lejos: "Conseguir eliminarlos, con el juego que vimos, es como ganar a Estados Unidos en baloncesto". Una gesta que sólo comprende sus dimensiones la gente del hockey y que provocó una tragedia deportiva en tierras belgas.
A Amberes pondrá rumbo tras los Juegos el otro protagonista de la entrevista, Marc Reyné, una garantía ofensiva de España. "Bélgica aspiraba a un oro o a una plata seguro. Poder competirles de tú a tú y sacar nuestra mejor versión, con ese descaro, es muy gratificante. Ahora nosotros a soñar con lo más alto", avisa para pasar página al siguiente reto de los Redsticks, Países Bajos.
Los jugadores de los RedSticks, en la previa ante Países Bajos.
La selección ha crecido fuera de los focos y sin la presión del favorito, un escenario en el que se sienten cómodos. "Desde dentro del grupo nunca han faltado esas ganas de creer. Siempre hemos tenido esa llama por dentro de que, si hacíamos las cosas bien, podíamos dar sorpresas", relata Calzado antes de hacer una llamada a la ilusión: "En los torneos anteriores no se dio la fortuna, no fuimos lo suficientemente maduros como en este. Si seguimos como hemos estado en los partidos importantes, yo creo que lo vamos a conseguir".
España no cosecha una medalla olímpica desde la plata de Pekín en 2008, una época en la que el portero Calzado, nieto de otro arquero Juan Ángel (bronce en Roma 1960), seguía ya a los ocho años un deporte que en su casa es religión. No así Marc Reyné, que se enganchó poco a poco. Los dos se conocen desde hace mucho, compañeros en el Real Club de Polo, y disfrutar esto juntos está siendo la experiencia de sus vidas.
"Marc es un tío que está con la misma alegría fuera del campo, aquí en el apartamento en la Villa, que dentro del campo, es espectacular", comparte el portero de la selección española de hockey, que no puede esconder su satisfacción al ver las prestaciones ofensivas de su amigo. "Al final que le estén yendo las cosas tan bien, a la hora de marcar goles, ayuda mucho y esperemos que siga así de fino para semifinales". Contra Bélgica, en los momentos de la verdad, marcó un gol fundamental.
En el duelo ante Holanda, un rival con el que España cayó en el grupo por 5-3, será también clave la seguridad de un arquero agigantado en los Juegos de París. "He visto la evolución de Luis, cómo ha madurado, tanto a nivel de juego como persona, y esto se está notando", dice Reyné. "En la portería todo es muy complicado, has de vivir muchas situaciones en las cuales te meten y a veces la gente no confía. Pero este año, su crecimiento y madurez es de agradecer porque lo necesitamos. Todas las piezas son fundamentales si queremos liarla aquí en estos Juegos", concluye el goleador del matagigantes. Aún le parece poco la que han liado. Su frase resume el espíritu de este grupo, la selección revelación de estos Juegos, el orgullo de los RedSticks de España.