Un huracán de furia nacionalista sume en la controversia al hockey argentino

París.- ¿Se puede haber jugado y triunfado con una selección, cambiarla por otra, convertirle un gol decisivo y celebrarlo? Claro que se puede, otra cosa es que se deba, creen muchísimos argentinos.

Gonzalo Peillat, oro con Argentina en el hockey césped de los Juegos Olímpicos de Río 2016, es ahora figura de Alemania, vencedora de Argentina en los cuartos de final de París 2024. Con un añadido: el 2-1 que puso en ventaja a los alemanes lo convirtió Peillat, que lo celebró con fuerza. Los germanos terminaron ganando 3-2.

Fue demasiado para muchos argentinos y medios de comunicación, que crucificaron al jugador. Este, a su vez, habló para la televisión pública de su país tras la victoria y retomó aquella frase patentada por Diego Maradona quince años atrás: "Que la sigan chupando".

A Peillat lo acusan en Argentina de haberle gritado "en la cara" el gol a sus compañeros. Lo cierto es que lo festejó, pero de cara a sus compañeros de equipo alemanes.

¿Se puede marcar un gol en un partido olímpico y no celebrarlo? En afiebrados debates en televisión, radios y sobre todo redes sociales, la postura mayoritaria es que no, que Peillat no debió celebrarlo. Si se va a los extremos, la etiqueta "Peillat cipayo" circula con fuerza, y si se va a un extremo más fuerte aún, hay que escuchar lo que respondió José Augusto Torres Gil, conocido como "El maligno", y ganador del oro en BMX para Argentina en estos Juegos: "Hay que golpearlo".

Torres, que fue a la Casa Rosada a visitar al presidente Javier Milei para mostrarle la medalla, fue consultado por la señal de noticias C5N acerca de si realmente había querido decir lo que dijo. El ciclista no dio ni un paso atrás: "No estuvo para nada bien, así que hay que golpearlo. Obviamente lo que hizo el chico estuvo super mal".

El presentador de C5N le planteó la pregunta con un comentario: Dios libre a los argentinos de que "El Maligno" decida en Los Ángeles 28 u otros Juegos representar a otro país. Llamativo comentario: Torres nació en 1995 en Bolivia y recién a los 11 años se mudó a la Argentina. Tiene la doble nacionalidad argentina y boliviana.

El Comité Olímpico Internacional (COI) no quiso explayarse sobre el tema ante la pregunta de Relevo: "Creemos que el Comité Olímpico Argentino es el que está en mejores condiciones de responder a este tema".

No era así. "Es una opinión personal, y las opiniones personales no podemos juzgarlas", dijo a Relevo el portavoz del Comité Olímpico Argentino (COA), Eduardo Moyano.

Peillat, que tiene a su cuñado, Thomas Habif, jugando en la selección argentina y en la Bundesliga alemana, vistió la camiseta albiceleste entre 2011 y 2018 y comenzó a llevar la alemana a partir de 2022. Desde 2016, con interrupciones para jugar en el invierno en Asia, es jugador del Mannheimer Hockey Club de Alemania.

¿Por qué decidió Peillat colgar la camiseta de su país y ponerse la alemana? El jugador tenía fuertes diferencias con la federación de hockey de su país, liderada por un controvertido político peronista, Aníbal Fernández, una de las figuras más poderosas de los gobiernos kirchneristas entre 2003 y 2023. También estaba peleado con Carlos Retegui, el entrenador del oro en Río, que puede entender muy bien lo que le sucede a Peillat: su hijo, Mateo, es argentino, pero eligió jugar para la selección italiana de fútbol.

Peillat, que busca su segunda medalla olímpica (esta noche Alemania se mide en semifinales a la India), no da marcha atrás, está convencido de su decisión.

"Hoy, a la gente que está sentada en el sillón de su casa, criticando lo que uno obtuvo, ¿qué le voy a decir? Hagan lo mejor para el país y sigan para adelante. Cada uno es dueño de su vida y puede tomar la decisión que quiere. Yo en el momento que representé a Argentina lo hice de la mejor manera. Una medalla olímpica creo que poca gente en Argentina lo consiguió, y hoy que te digan las cosas que te dicen, la verdad que me hace pensar qué buena decisión tomé".