Santi Denia es el gran ganador de los Juegos Olímpicos
España ha ganado el oro olímpico con el brillo de Fermín y Álex Baena, con la calidad de Arnau Tenas bajo los palos, con los goles decisivos de Sergio Camello, con la magia de Adrián Bernabé. España ha ganado siendo un auténtico equipo donde la química entre los jugadores probablemente haya brillado más que el fútbol que estos han desempeñado. Y aunque esto último daría para un análisis futbolístico, en el fútbol ganar lo justifica todo y si España ha ganado siendo una familia es gracias a Santi Denia.
Santi Denia es el gran ganador de estos Juegos Olímpicos. Y no es algo que se diga por postureo de adular al técnico que ha logrado el oro, no. Hay razones de sobra que así lo demuestran, pero como la opinión no puede ser eterna solo voy a enumerar las que considero más importantes. Como por ejemplo, su empeño en hacer de este grupo de jugadores una familia.
Parece una chorrada o de Perogrullo decir esto, pero a Denia se le criticó mucho primero por su convocatoria por llevar a jugadores como Adrián Bernabé o Sergio Camello. Después por los jugadores que etiquetó como 'reservas' y hacerles viajar. Y finalmente, por rotar en exceso a sus futbolistas, retirando en momentos clave, como en la final, a Fermín y Álex Baena. ¿Y cuál es el resultado de todo eso?
Pues que los reservas han sido eso, reservas, no descartes. Si ustedes supieran lo mal que sentó al técnico que se dijera que Mosquera, Juanlu, Iturbe y Camello eran descartes, probablemente borrarían sus palabras de hace 40 días. Santi se llevó a los reservas y tenía claro que los iba a usar, al principio ni ellos se creían que tuvieran opciones, pero el tiempo dio la razón a Santi: España pasó a la final por un gol de Juanlu (reserva), España ganó la final con dos goles de Camello (reserva). "Éramos 4 descartes, yo era uno de ellos, pero han hecho que me lo creyese, Santi Denia me dijo que yo iba a meter el gol de la final, sin ellos no me lo hubiese creído tanto", comentaba Camello al acabar el partido.
Esa ha sido la España de Santi Denia, la España en la que todos se han sentido importantes, de hecho todos los jugadores podrán colgarse la medalla en el cuello al haber sido convocados los 22 en al menos un partido, algo que no necesariamente tendría que haber ocurrido ya que con los 18 de la lista, Santi podría haber tirado perfectamente.
¿Y en lo que al fútbol respecta? Reconozco que no entendí nada cuando yendo perdiendo ante Marruecos, Denia metió para remontar como revulsivos a dos laterales como Miguel Gutiérrez y Juanlu. Y que hoy haya quitado a Baena y Fermín me ha hecho replantearme esta opinión que estoy dando. ¿Pero qué vamos a decir? Juanlu fue quien marcó en la semifinal y hoy Adrián Bernabé, que entró por Fermín, se sacó un pase mágico de la chistera para que Camello anotara. ¿Acaso se puede criticar unos cambios que han valido un oro?
Así que España no solo ha ganado por tener mucho, muchísimo talento, España ha ganado con un equipo de autor, que futbolísticamente quizás no ha dado lo que se esperaba (no esperen que diga que el fútbol del equipo ha sido muy bueno, no sería una opinión correcta a mi parecer), pero ha ganado exactamente de la forma que Santi Denia quería: siendo una familia. Desde la primera rueda de prensa hace más de un mes hasta hoy, el entrenador lo ha repetido mil veces, de hecho ha puesto más empeño en eso que en hablar de fútbol. Algo sabía el seleccionador, que ahora no solo ha formado una familia que será eterna, ha formado una familia que para siempre estará bañada en oro.