Los derbis sevillanos que curtieron a Juanlu ante futuras calderas: "Es algo normal para los que jugamos allí"

No ha sido un año fácil para Juanlu Sánchez. Tampoco para su equipo, el Sevilla, que mira a esta nueva temporada con ganas de dejar atrás todas las dudas. Tras la frustración vivida, el lateral izquierdo soltó tensión en un gol histórico. Un gol de la liberación en todos los sentidos. "En ese momento no me ha dado tiempo a pensar en nada. Después sí que he pensado en mi familia, en mi novia, en los momentos duros que he tenido este año... Para mí es un sueño estar viviendo esto ahora", contó, quien acababa de vivir uno de los tantos y de los partidos de su vida.

El sevillano había salido en el minuto 61 y poco más de veinte minutos después hizo el tanto de la victoria. Un gol que evitaba la prórroga y que montaba a España en el tren rumbo a París. No le pudo la presión, ni el ambiente hostil que se vivió en el Stade Vélodrome, con 52.000 aficionados y mayoría marroquí. Pues confesó estar curtido en ello por los derbis sevillanos. "Por suerte los que jugamos en Sevilla sabemos lo que es jugar muchas veces con ambiente hostil. Este tipo de partidos nos encanta a los deportistas y más si se puede marcar un gol", apuntó el futbolista del Sevilla.

En este sentido, también habló de su pique con Abde, jugador del Betis. "Nosotros siempre nos respetamos. Es un grandísimo rival y ha hecho un buen partido", le restó importancia. Y continuó hablando de otros momentos de tensión como el que vivieron Arnau y Hakimi: "Es un partido con momentos de tensión porque son las semifinales de unos Juegos Olímpicos. Creo que es normal. El estadio estaba a rebosar, estaban apretando y son cosas que pasan entre compañeros, pero ahora se darán un abrazo seguro".

"Ahora entraré en el vestuario a ver qué me tienen preparado, pero espero que no me toque pagar la cena que son muchos". Con el cartel de héroe de la noche, Juanlu Sánchez sigue siendo sencillo. En el campo hizo fácil lo difícil, con un disparo cruzado que superó a Munir para anotar el 1-2 y hacer que España entera coreara su nombre. La Selección estaba en la final y aseguraba una medalla más para el ránking español. El lateral sevillano se mostró modesto ante los micrófonos. "Yo pago la cena", le echó un cable Santi Denia, con una confianza mutua que fue clave para el éxito del Juanlu y del propio vestuario.

Porque el seleccionador insistió siempre en que no eran 18+4. "Son 22 jugadores", señalaba una y otra vez, con el afán de que ninguno de sus futbolistas se sintiera menos que el compañero que tenía a su lado en el vestuario. Sin la etiqueta de reservas. Casualidad o no, uno de esos jugadores que llegaban en segunda línea fue el encargado de anotar el gol que dio el pase a la final tras salir del banquillo.

"Desde el primer día Santi nos dijo a los reservas que teníamos toda su confianza y que los cuatro reservas íbamos a ser importantes. Yo creo que el míster tenía razón. Para mí su confianza es muy importante", indicó el sevillano, que también bromeó con las apuestas que ya se manejan si se consigue el oro: "Como me haga un tatuaje, mi madre no me deja entrar en casa".