El descubridor de Ayoub Ghadfa: "Le incité a boxear porque tenía unas cualidades que nunca había visto"
José Valenciano, entrenador con el que el medallista olímpico empezó a entrenar en Madrid, recuerda con Relevo la transición del marbellí del kickboxing al boxeo.
Era octubre de 2016 cuando Ayoub Ghadfa se presentó en el gimnasio de José Valenciano. El marbellí tenía 17 años (cumplía los 18 en diciembre) y acababa de llegar a la capital para estudiar Ciencias de la Actividad Física en la Universidad Autónoma. Cerca de su universidad y residencia encontró uno de los templos del boxeo en la ciudad. Además del noble arte imparten kickboxing y él era lo que quería hacer. Había disputado un par de combates en Marbella y su sueño frustrado era mudarse a Países Bajos y dedicar su vida a esa disciplina. No vio el futuro claro y decidió estudiar para tener un plan b.
Ayoub quería seguir entrenando para mantenerse en forma. Cuando cruzó la puerta del gimnasio le recibió José Valenciano, quien tras charlar un poco con el joven fue claro: "Mejor te vas a apuntar a boxeo". Ghadfa, que se sentía como golpeando únicamente con sus puños, aceptó. Estaba en edad de probar y lo hizo. "He tenido seis campeones de España amateur en el peso superpesado. Le vi, nada más entrar, unas condiciones enormes para el boxeo. Para la edad que tenía unas cualidades que nunca había visto. Contaba con una estatura, un físico y una coordinación que me hicieron pensar en el potencial que había", apunta el reputado entrenador a Relevo.
Poco tardó Valenciano en darse cuenta de que estaba en lo cierto. Ayoub no tardó en despuntar. "Tenía una base del kickboxing, pero cualquier cuestión técnica o boxística la entendía muy rápido. De hecho, con poco tiempo empezó a guantear con gente experimentada del gimnasio. Lo que no recuerdo fue el momento de hablar de competición. Con gente así, con esa entrega diaria, es algo que va rodado", recuerda el entrenador. Ghadfa disputó los Campeonatos de Madrid de 2017. Los ganó ante un púgil que había sido seis veces campeón nacional amateur.
Antes del Nacional, Valenciano se encargó de hablar con Rafa Lozano, seleccionador nacional. Les une una gran amistad y el gimnasio del madrileño es utilizado por la Selección para algunos entrenamientos. El aviso surtió efecto pese a todo. Ayoub notó la inexperiencia y cayó en el primer combate de los Campeonatos de España, pero el olfato de Lozano no falló. "Rafa me dijo que pese a la derrota había visto el potencial que le comenté. Tenía que aprender todavía mucho, pero había madera. Es lo que le había dicho y no había lugar mejor para esa formación que la Selección", afirma José Valenciano.
Fue en ese momento cuando Lozano invita a Ghadfa a entrenar con el equipo nacional. Un año más tarde, el marbellí ya formaba parte de la Selección y pasó a vivir en el Centro de Alto Rendimiento. El proceso iba en marcha, pero no ha sido sencillo. "El trabajo de Rafa y el cuerpo técnico de la Selección ha sido enorme, aunque también hay que destacar que él ha sabido aguantar. No estaba formado a nivel competitivo y saltar a combates internacionales es muy complejo. La técnica la iba mejorando, pero en esa tesitura es muy importante la mente. Puedes ganar un combate, pero al día siguiente te viene otro igual de difícil y al siguiente, otro. Aguantar eso no es fácil y menos en el peso superpesado", explica Valenciano.
Conociendo su camino, Valenciano es, en estos días, uno de los hombres más felices del planeta tierra. "Ayoub, fuera de lo deportivo, es una gran persona a la que no cuesta cogerle cariño", revela satisfecho. Su intuición no falló. Sus expectativas eran altas, pero por su experiencia el entrenador está más contento todavía con lo sucedido. "Hace ocho años no boxeaba. Ha evolucionado, ha conseguido dos medallas en Europeos y una en un Mundial y se clasifica para unos Juegos Olímpicos. Estar allí, que es lo verdaderamente complejo (sólo clasifican 16), ya era un hito, pero no se ha quedado ahí y a la primera se coló en la final. Es increíble", concluye sonriente uno de los causantes de que la historia del boxeo español haya cambiado. Su visión ayudó a un joven con potencial para tomar el camino al podio olímpico.