JJOO | BALONCESTO

Francia entra en guerra justo antes de luchar por las medallas con Collet, Fournier y unas "palabras inadmisibles" como detonante

El jugador de los Detroit Pistons carga en público contra el juego planteado por su entrenador en la primera fase de los Juegos.

Vincent Collet durante el partido ante Japón./Reuters
Vincent Collet durante el partido ante Japón. Reuters
Guillermo García

Guillermo García

Francia se las prometía muy felices meses antes de los Juegos. La cita olímpica se celebraba en casa, contaban con el mayor proyecto de futuro del baloncesto como es Wembanyama y tenían la certeza de que iban a poder nacionalizar a Embiid para configurar un juego interior con el que batir a Estados Unidos. Sin embargo, el castillo de naipes no tardó en empezar a desmoronarse.

Primero con la fuga del pívot de los Sixers, que en el último momento cambió por completo su decisión y eligió los colores del Dream Team. Y luego por los resultados y, sobre todo, por el juego que están desarrollando 'les bleus' en el torneo olímpico. El conjunto del eterno y siempre discutido Vincent Collet sufrió ante Brasil, se llevó un triunfo agónico y polémico ante Japón y cayó ante Alemania para cerrar la primera fase segunda del grupo B.

Las críticas no han tardado en hacer mella en un vestuario que estalló tras la derrota ante Alemania en la última jornada de la fase de grupos. Lo hizo por boca de uno de sus veteranos como es Evan Fournier. El NBA no se cortó en la zona mixta y cargó contra el juego planteado por el equipo galo. Especialmente en ataque, con un ritmo lento y un baloncesto a pocos puntos.

Evan Fournier ante Alemania. Efe
Evan Fournier ante Alemania. Efe

"Nos faltan puntos de referencia. A veces creo que nos equivocamos en la forma en que queremos jugar y pagamos el precio por eso. Hoy en día, la mejor defensa es un buen ataque. Ya no es el juego de los años 90 o 2000 en el que se podía defender a media cancha. Ahora tu ataque es esencial", declaró el todavía jugador de los Detroit Pistons, antes de enfrentarse a Canadá en cuartos de final. "No vamos a ser favoritos en ese partido, no nos vamos a engañar. Pero eso no significa que no podamos mejorar".

Las palabras de Fournier cayeron como una bomba en el vestuario galo y han abierto una grieta, ya veremos si insalvable, con el técnico galo. "Evan no representa a todo el grupo. Se trata de una declaración lamentable, unas palabras inaceptables. Él tiene derecho a pensarlo, pero no a decirlo en público. Cuando estamos en una competición de esta importancia y pretendemos ser parte de un equipo, tenemos que conservarlo".

"Una cosa es que venga y me lo diga, pero que hable de esta manera no es aceptable. Este tipo de declaraciones siempre es algo que contamina a cualquier equipo", concluyó Collet, que aseguró que no depende de él una posible sanción por las declaraciones de Fournier, pero sí avisó al jugador: "La selección francesa no es la de un entrenador, sino la de una Federación. Pero ya se verá el martes, en materia de entrenamiento".

Ahora habrá que ver cómo se calman las aguas en el seno de un equipo que estaba en las quinielas para estar en el podio de los Juegos. Tienen 48 horas para hacerlo, aunque por el momento Fournier no ha reculado y sigue en sus trece: "Lamento que Vincent lo haya tomado así, ese no era el punto. Sólo quiero que sigamos adelante. No tengo otro pensamiento que el equipo y ganar, pero mantengo lo que dije. Nuestro ataque debe ser más eficiente, creo que todos estamos de acuerdo. Ante Alemania anotamos 71 puntos. No podremos vencer a nadie si sumamos 71 puntos".

Las aguas revueltas no son una novedad en la caseta francesa. Ya el año pasado en Yakarta, donde Francia no pasó de la fase de grupos y sufrió ante Líbano en un choque que ya dejó ver las diferencias entre el técnico y sus jugadores. El seleccionador galo cargó duramente contra Elie Okobo. En un momento dado el técnico se dirigió a Silvayn Francisco y le pidió que no escuchara a su compañero: "Sylvain, no escuches a Elie, por favor. Él no quiere jugar. No hagas lo mismo que él hace". Una frase que consumaba el horror francés en Indonesia… que parece continuar hoy en los Juegos de París.