La comparativa con el Dream Team del 92 se queda sin argumentos entre quejas y protestas: "No lo necesitan"

Cada verano que hay Juegos Olímpicos o Mundiales y Estados Unidos llama a los NBA para disputar los torneos las palabras Dream Team vuelven a resonar. Ese nombre que se dio al equipo de Barcelona 92 y que luego ha ido derivando en sucedáneos como el Redeem Team o esta última edición con los Avengers. Sin embargo, por mucho calificativo que le pongamos por delante, las cosas ya no son como eran antes.

Aquel combinado de 1992 con Chuck Daly en el banquillo y con Jordan, Magic y Bird como punta de lanza de un equipo con los mejores jugadores de la NBA terminó el torneo sin necesidad de pedir un solo tiempo muerto, acabando sus partidos con una media de 117,2 puntos anotados y una diferencia por partido de 43,8 puntos con respecto a su rival. Números que reflejaban una diferencia sideral entre los dos mundos del baloncesto.

Los herederos de aquel equipo fueron, poco a poco, perdiendo impacto y argumentos para que se les siguiera llamando Dream Team. Aunque no tiene tanto que ver con que el nivel del baloncesto estadounidense como que el del resto de equipos ya no es el mismo que hace 32 años. Y el partido en el que Serbia llevó al límite a LeBron, Curry, Durant y compañía es el mejor ejemplo de un deporte que cada vez está más parejo.

Estados Unidos requirió de su santa trinidad para aplacar los ánimos del conjunto balcánico, que contuvo por detrás en el marcador a los norteamericanos durante 36 minutos y 35 segundos. Es decir, que el conjunto de Steve Kerr sólo mandó en el marcador durante 3:25. Suficiente, eso sí, para llevarse el triunfo ante una Serbia que 'sorprendió' con dos argumentos predecibles como son Nikola Jokic y una zona más propia de los 80 que del baloncesto actual. Una defensa que, sin embargo, se atragantó durante muchos minutos a un equipo que queda lejos de aquel Dream Team.

"Vi a algunos jugadores serbios llorar después del partido y me sentí fatal porque lo dieron todo. Jugaron un baloncesto maravilloso", apuntaba Steve Kerr tras el choque. El técnico de los Warriors y seleccionador nacional está siendo blanco de las críticas por tres motivos principalmente: el escaso protagonismo de Jayson Tatum, máximo anotador de los actuales campeones de la NBA y que ante Serbia se volvió a quedar sin jugar, las rotaciones que durante muchos momentos impiden ver a los mejores jugadores del equipo en pista, y la poca capacidad de reacción ante las trampas tácticas que les plantean rivales como Serbia, pero también como Sudán del Sur. Un ejemplo más de que este baloncesto ya no es el del 92.

Pesic, que hace 32 años ya paseaba por los Juegos como seleccionador de Alemania, tiró de libreto y defensas zonales para llevar el partido a pocos puntos y tener oportunidad de victoria. Fue capaz de bajar al conjunto de las barras y estrellas de los 100 puntos que venía anotando y los tuvo contra las cuerdas hasta el triple liberado de Dobric, que habría supuesto el +5 para los plavi a falta de tres minutos. Basket ficción pensar en el 'y si….', pero lo que es una realidad es el equipo europeo demostró que los NBA ya no son extraterrestres imposibles de ganar.

De hecho, los balcánicos no buscaron excusas, pero sí que apuntaron en una dirección para intentar explicar lo que había ocurrido. "Estoy enfadado porque no tuvimos respeto por parte de los árbitros", apuntaba Pesic tras la derrota que obliga a su equipo a jugar por el bronce. "Estoy enfadado porque no nos respetaron. Lo tengo que decir, porque el mejor jugador del mundo lanzó cuatro tiros libres en 37 minutos. Si Bogdanovic, que es nuestro mejor anotador, juega 32 minutos y sólo lanza un tiro libre significa que cosas extrañas han estado pasando. No desprecio su victoria y les deseo suerte, pero esta noche han pasado cosas extrañas".

El jugador de los Atlanta Hawks, que terminó con 20 puntos, también hizo hincapié en el criterio arbitral (19 faltas a los serbios por 10 a los estadounidenses) y la diferencia de trato entre los dos equipos: "Intentamos hablar con los árbitros, pero ellos no con nosotros. Está bien, pero Estados Unidos no necesita ese tipo de ayudas contra nosotros. Nosotros no tuvimos ese tipo de ayuda cuando nos agarraban con las dos manos, pero jugamos lo mejor que pudimos".

Los balcánicos volvieron a humanizar a Estados Unidos, que ya ha dejado atrás el calificativo de Dream Team. Más por mérito de su rival que por demérito suyo. Un equipo que ahora se las tendrá que ver con Wembanyama, Yabusele, Cordinier y otro técnico de la vieja escuela como Collet, quien seguro habrá tomado nota de los apuntes de Pesic. Apuntes que servirán para intentar que Kerr y los suyos no puedan dar un nuevo homenaje a Kobe Bryant el 10 del 8 del 24. Los tres números que 'La Mamba' lució en su carrera. ¿Casualidad?